Prácticas historiográficas. historia de la psicología.
Enviado por Eric • 15 de Marzo de 2018 • 2.114 Palabras (9 Páginas) • 417 Visitas
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Tratar la historia como “transformaciones que se han ido sucediendo” hasta llegar a la psicología tal cual es hoy, es un rasgo típico de la vieja práctica historiográfica. Hablar de una sucesión de transformaciones supone una sucesión de teorías, que “se acumulan por cientos” –de manera lineal, en “orden aproximadamente cronológico”- y nos proporcionan el entendimiento actual del mundo, el “aspecto actual” al que se refiere el prefacio. El mencionado “aspecto actual” de la ciencia sería una noción del mundo más acertada, de menor margen de error, un progreso, una “evolución” en la ciencia.
Cabe aclarar que el tercer fragmento citado en este ítem, que menciona la conquista paulatina merced al método científico, también está vinculada a la característica de las razones y explicaciones internalistas, por la particular forma en que el autor explicaría el avance científico en base al método científico como marco normativo, característica explicada en el primer ítem del presente escrito.
- F) Historia idealista. Se realiza un análisis de ideas, es decir, relata la producción científica como ideas. Al trabajarla como ideas, es de interés para esta práctica historiográfica la forma en cómo se argumentan así como la existencia de coherencia lógica y metodológica.
Esta característica es identificable en cada una de las frases citadas referente a las razones y explicaciones internalistas puesto que ambas características están muy vinculadas a la argumentación de ideas, la coherencia lógica y metodológica.
- E) Asocial y desideologizada. Entiende que la ciencia está exenta de las ideologías, de ideas dominantes, así como también exenta de necesidades, de demandas, de intereses o grupos de poder. La ciencia, si sigue un método científico, es neutral, “aséptica” y conoce la verdad por sí misma.
En la obra de Murphy no se analizan cuestiones sociales o influencias externas ni ideologías que hayan influido sobre la psicología. Ello es inferido por la ya expresada intención del autor de hacer del enfoque experimental (método empírico) un núcleo en su obra que implica dejar de lado factores ajenos a la experimentación y a la lógica propia de una ciencia; empero, no afirma de manera explícita que los factores sociales no sean una variable a considerar en una reconstrucción del relato histórico de la ciencia. Murphy “simplemente” limita su análisis a lo anteriormente expresado, es más, él mismo dice que en su obra trazó una “línea demarcatoria” excluyendo cuestiones como las formas filosóficas de la psicología o los problemas de la epistemología o la teoría del valor.[2]
Se debe señalar que, aunque la discusión epistemológica está ausente en la obra de Murphy, es necesario adoptar una determinada posición epistémica para el tratamiento de la historia de la ciencia. Pues siendo la ciencia su objeto de estudio, la reconstrucción de la historia de la misma va a depender de cómo se conciba, precisamente, a ese objeto. A saber, la historiografía aplicada por el autor se corresponde con el positivismo o la posición cientificista, que entiende a la ciencia y a la práctica científica como una “empresa racional”, supone que la ciencia se define por una racionalidad constitutiva que la distingue de otras formas de actividad humana, como un sistema de afirmaciones con coherencia lógica entre sí acerca de sucesos que se pueden experimentar directamente, evitando especulaciones o cualquier tipo de influencia que pudiera afectar la neutralidad, la imparcialidad en la práctica científica.
Otro motivo para considerar al prefacio dentro de la vieja práctica es la ausencia de todo punto de vista que analizaría la nueva práctica. El prefacio no alude a aspectos sociales, culturales e ideológicos como punto de análisis. Así como tampoco refiere al cambio de la ciencia por crisis seguida de revolución dentro del pensamiento científico, ni la construcción de paradigmas; por el contrario habla de evolución y progreso lineal del conocimiento. Además no habla de relatividad de las teorías científicas sino que hace hincapié en un enfoque experimental.
Con todo lo anteriormente expuesto, se da por concluida la argumentación del por qué se ha identificado la vieja práctica historiográfica en la obra de Murphy.
2)
Un historiador de la nueva práctica historiográfica parte de otra noción, otro concepto, acerca de la ciencia. La manera en que se entienda al objeto de estudio, va a repercutir en la manera en que se describan los fenómenos; o dicho de otro modo, un fenómeno (un suceso, manifestación) puede tener explicaciones diferentes de acuerdo a las distintas maneras en que la realidad es interpretada. La nueva práctica historiográfica, en términos simples y generales, ve a la ciencia como una empresa humana, es decir empresa destinada a la actividad de producción de objetos intelectuales, de conocimientos, aunque con rasgos de toda organización humana, es decir jerarquía, liderazgo, medios de comunicación, división del trabajo y sociabilización de los científicos, considerando que éstos están inmersos en una determinada sociedad, determinada cultura, ideologías que influyen sobre las perspectivas tomadas al momento de producir conocimientos.
Un historiador de la nueva práctica diría que el análisis de la práctica anterior es “incompleto”, o insuficiente para explicar la historia, el cambio en la ciencia. Diría que no se puede separar la ciencia de la sociedad, puesto que los productores de conocimientos, los científicos, también están insertos en una sociedad y por lo tanto son susceptibles de ser influenciados por el medio en el cuál forman parte. El historiador de la nueva práctica no separaría el contexto de justificación (modo en que se justifica la validez de una teoría) del de descubrimiento (aquellos hechos, sucesos que dieron lugar al surgimiento de una teoría). Analizar sólo el modo en que una teoría es fundamentada empíricamente sería ver sólo “una cara de la moneda”.
Las teorías no son consideradas por la nueva práctica como representaciones del mundo que se han perfeccionado a lo largo del tiempo (visión lineal y acumulativa), sino como “organismos con vida propia”, dinámicos, cambiantes que dan lugar a diferentes conceptos y teorías que expresan diferentes formas de comprender la realidad. La racionalidad es considerada un resultante de la historia que establece las concepciones aceptadas. “Lo que el nuevo historiador de la ciencia ha de hacer es desvelar los factores implicados en el tránsito de una racionalidad establecida a otra y atender el proceso de tal sustitución.”[3]
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