Relación entre artículos (Psi del Trabajo)

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podría señalarse como primer punto que la problemática planteada por el artículo de La Nación pareciera referirse exclusivamente al primer grupo de Barrere-Maurisson. El artículo periodístico remarca, en línea con esta autora, que a la mayoría de los empleados (60%) no pareciera importarles atender temas laborales durante su tiempo libre, sino que por el contrario, lo considerarían como parte de su función. Hasta aquí, podría identificarse con el grupo 1 anterior. Pero cabe preguntarse si en la encuesta de Randstad se incluyen también integrantes de lo que sería el segundo grupo descrito más arriba, quienes consideran el trabajo como una tarea, y de ser así, cuál ha sido su respuesta frente a esta inquietud. Conocer esto podría llevar a cuestionar la división tajante retratada por la autora, que podría resumirse como “para el grupo 1, el límite entre trabajo y vida personal es difuso y se acepta de buen grado, mientras que para el grupo 2, esto está claramente delimitado”.

Hay que señalar que al momento de escribirse el libro de Barrere-Maurisson, las tecnologías disponibles no implicaban la hiperconexión generalizada que significan en la actualidad, y a las que refiere la nota de La Nación, que permiten trascender las distancias geográficas y las diferencias temporales. No en vano circula como parte ya del folklore la metáfora representada por la marca Blackberry, haciendo alusión a la bola negra de hierro que se les ataba a los esclavos en EE.UU. para que no pudieran escapar…estando siempre disponibles.

El artículo de La Nación no avanza sobre la temática de los tipos de familia y su vinculación con el mundo laboral, ni en el reparto del trabajo entre los miembros de la misma, aunque sí podría mencionarse que los tipos de familia posibles al momento de escribirse dicho artículo trascienden la clasificación estereotipada planteada por la autora, pudiendo mencionarse a modo de ejemplo las parejas divorciadas, familias monoparentales, matrimonios homosexuales, parejas en las que son las mujeres quienes trabajan y los hombres no, etc. Si bien Barrere-Maurisson incluye algún comentario al respecto hacia el final del capítulo, toda su construcción anterior no contempla esta diversidad.

Quisiera incluir para finalizar otro artículo ligado a esta temática, que fue publicado también por el diario La Nación en noviembre de 2009, “Familia y trabajo, un difícil equilibrio”. Este artículo hace referencia a una encuesta que explicita cómo los empresarios y ejecutivos (“grupo 1”) perciben los avances tecnológicos, rescatando que al no necesitar estar presentes en su lugar físico de trabajo les permiten estar más tiempo con su familia, mientras que la contracara sería que “el vínculo tecnológico tiende a quebrar las barreras entre la preocupación laboral y la vida hogareña, lo cual conspira a veces contra la misión de la familia como refugio”. Esto último se estaría oponiendo con la naturalidad planteada por Barrere-Maurisson con que este “grupo 1” acepta la invasión del trabajo sobre la