Reporte de lectura de: El orientador experto.

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Es difícil saber cuándo se tuvo éxito en una orientación o cuando se fracasó por lo cual los profesionistas de ayuda deberíamos elaborar criterios concretos de éxito y fracaso, si vemos que los presentes programas de adiestramiento no producen orientadores efectivos, nosotros podemos diseñar programas que si lo hagan.

El orientador tiene que ser una persona experta con habilidades que le permiten vivir realizado, incluso podría decirse más realizado que el cliente, en los problemas que este vive.

Una conducta “loca”, o para entenderse mejor que provoca una reacción que perjudica el bienestar emocional de la persona o de otra, es realizada normalmente por personas que no tienen las destrezas para manejar una crisis dada. El trabajo de un orientador es adiestrar en las destrezas que necesitan para vivir en la vida y para enfrentarse a las crisis más efectivamente.

La capacidad de tener relaciones personales estables mejorara mucho otros aspectos de la vida del sujeto, pero muchas veces esta capacidad está ausente y ocurre el aprendizaje paralelo, lo que es, cuando personas inexpertas en cómo tratar con los demás se juntan y viven en su ignorancia, los problemas surgen y no saben cómo solucionarlos, teniendo, tal vez, hijos los cuales ven a sus padres como figuras de autoridad, ejemplos a seguir, y si estos no demuestran ser respetuosos o muestran conductas inapropiadas el niño las adoptara viéndolo como lo normal.

El texto sugiere que la conducta inmadura y errática del ser humano puede deberse a falta de habilidades, pero me hace pensar ¿de dónde surgió esta “falta de habilidades”? es decir, si nos remontamos a el pasado del ser humano cuando vivíamos en tribus, sabíamos que dependíamos el uno del otro para subsistir, al cazar, al estar en grupo y proporcionarnos calor, para hacer turnos y vigilar por la noche, etc. Al igual que los animales saben que dependen unos de otros como las hormigas para construir sus hormigueros, ir por comida, protegerse, etc. Pero en algún punto es ser humano olvido o no le tomo tanta importancia al hecho de que dependemos de los demás para subsistir, talvez por este sentido de importancia, este anhelo de ser grande, de ser el mejor, esta avaricia, ganas de poder, egoísmo, lo cual ha sido la causa de que hoy en día no sepamos llevar nuestra conducta hacia nuestro bienestar.

Muchas veces en las escuelas a los niños no se les enseñan las destrezas que necesitaran para relacionarse con los demás, sino más bien todo lo contrario

Un orientador ideal tiene que estar comprometido con su crecimiento: físico, intelectual, emocional, social, ya que de alguna forma quiere tener la conducta que espera moldear en la gente que ayudara. Es una persona que sigue estudiando en diversas fuentes para poder ampliar su visión acerca del mundo , hace practico lo teórico. Tiene un buen sentido común y buena inteligencia social. Sabe escuchar atentamente al otro, respeta a su cliente y expresa su respeto al estar disponible para él. Al hablar va directo al problema en cuestión o a las alternativas de conducta que deberá realizar el cliente pero sin perder de vista lo humano. Le ayuda a su cliente a generar programas de acción que conduzcan a un cambio constructivo en su conducta. No es una persona aislada, al contrario está a gusto con la gente pude desenvolverse en el mundo con facilidad.

El orientados debe estar consiente que el proceso de ayudar, orientar, es un proceso que exige mucho de él ya sea en cuanto a conocimientos como en su estilo de vida, ya que el sigue estando en proceso de cambio.

Para saber si lo que debe usarse con un cliente ya sea: adiestramiento o tratamiento dependerá tanto de las capacidades del orientador y de su vida, como de lo que necesite el cliente. Todos los clientes son diferentes con problemas diferentes, por lo cual cada uno llevara su propio ritmo y no puede esperarse que avancen todos iguales. Se le tiene que permitir hablar al cliente de lo que él quiera hablar y siempre ayudarlo a estar en control de su propio descubrimiento y de su propia exploración.

El orientador es un agente de cambio en un proceso colaborativo de influencia social, el que se adiestra también debe ser un agente, eso quiere decir que, debe esforzarse y envolverse activamente en el programa de adiestramiento antes que someterse pasivamente al él, como ha estado acostumbrado por las normas en las escuelas y trabajos.

Es una responsabilidad para el que se adiestra adquirir las destrezas que han demostrado ser efectivas en el proceso de ayuda, prestar atención, comunicar la empatía precisa, ser concreto y autentico. Tiene que evaluar sus puntos fuertes y sus deficiencias para poder trabajar en ello