COLOMBIA, UN PAÍS DE EDUCACIÓN FÚTIL
Enviado por Ninoka • 27 de Julio de 2018 • 1.244 Palabras (5 Páginas) • 277 Visitas
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John Dewey tenía muy claro que se debía enseñar para la vida, no para el contenido, lo que se aprende en la escuela debe de ser útil para la vida, que ayude al individuo a ser representado en la sociedad, que le otorgue una identidad social, que le adjudique una utilidad y por ende en pos de esa utilidad se consiga el ser feliz, Como lo sustenta el propio Dewey (1977) en su libro Mi credo pedagógico: “ La educación es el método fundamental del progreso y de las reformas sociales” (Pág. 7). Se puede deducir que si queremos salir de la cruda realidad que vivimos actualmente atestada de pobreza, miseria, injusticias, atraso y muchas más cosas negativas que matizan de negro nuestro futuro, es indispensable enfocarnos en un cambio, en una mejora rápida y eficaz en la educación de nuestra niñez, donde se les enseñe aquellos saberes de la sociedad que son muy importantes para sobrevivir, que se les enseñe a pensar organizadamente, a reflexionar pues esa es la clave del aprender, que se les enseñe de manera democrática y en sociedad, respetando el desarrollo de la individualidad para luego esta ser enfocada en el beneficio de lo social; sería verdaderamente maravilloso si se pudiera aplicar en la totalidad de los centros educativos del territorio Nacional este método de la escuela nueva y que nosotros seamos parte de ese cambio.
Si educamos a niños y niñas bajo este modelo tan significativo y esperanzador, donde la democracia sea tomada como una forma de vida, fortaleciendo el aprendizaje asociado de experiencias entre ellos mismos, donde la enseñanza se enfoque en brindar oportunidades en las que ellos puedan resolver problemas de tipo social, incrementando su autoestima, que el método busque tener en cuenta las capacidades e intereses de los niños, lograremos una educación que despierte sentimientos, emociones, beneficios y que devuelvan el interés, el entusiasmo y la felicidad en las escuelas, que piensen y reflexionen, que se deje a un lado modelos tradicionales que favorecen más el atraso que la innovación que reclama el mundo actual. La idea facilista de evacuar contenido de manera rápida para alcanzar los objetivos de currículo debe parar, Teniendo en cuenta otro aporte del autor Dewey (2004) en su obra Democracia y educación: “Llenar nuestras cabezas, como un libro de recortes, con estos y aquellos artículos como cosas hechas y terminadas no es pensar” (Pág.149) Es muy importante tener en cuenta, que con llenar cabezas de información no estamos educando, no estamos aportando en la formación de seres humanos, los estamos limitando, entorpeciendo su adecuado desarrollo, negándoles un aprendizaje útil por el cual accedieron a la escuela.
No cabe sino preguntarnos a consciencia si en realidad queremos ser partícipes activos de este cambio, nosotros que somos futuros docentes debemos recurrir a nuestros principios, a nuestra ética para hallar respuestas, soluciones y no dejarnos seducir por un provocativo facilismo mental, que nos hace mimetizar con la incapacidad de cambiar lo ya establecido, lo estipulado por quienes no tienen la idea de la realidad en la que vive la infancia colombiana, provenientes de familias disfuncionales, víctimas de conflictos armados, abusos, hambre y miseria, que tal vez ven en la escuela, en un cuaderno y un lápiz la oportunidad de ser felices, de olvidar por unas horas la dura vida que les tocó, soñar con tener las mismas oportunidades de los más favorecidos y reclamar un sitio en la sociedad que solicita su colaboración para el cambio y desarrollo pero que se hace la indiferente a la hora de contribuir a su formación. ¿Seguiremos tan inhumanos ante esta realidad?
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