Crisis de la Autoridad Paterna

Crisis de la Autoridad Paterna

“Respeto tu privacidad tocando la puerta, pero reafirmo mi autoridad entrando de todos modos” (Anónimo)

Esta es una de las frases que hoy en día los padres no suelen decir con frecuencia a sus hijos y esto se debe a que en la actualidad, se ha dado paso a un nuevo problema social al que se lo llama la crisis de la autoridad paterna que va encadenada a la crisis de valores.

De hecho esta crisis está causando muchísima preocupación al desencadenar otros problemas sociales como el tan afamado embarazo adolescente y los abortos.

Hoy en día el mundo se cree psicólogo, sociólogo y tratan estos problemas con tanta naturalidad sin analizar las consecuencias con detenimiento y como resultado crean para los jóvenes un mundo con medidas preventivas, sin ninguna técnica de prevención, lo que hace que la curiosidad se despierte en los jóvenes e intentan saber cómo es aquello que tanto se les priva y encubiertamente a la vez se les insinúa, aquello que encubiertamente dice que lo practiquen con medidas preventivas.

Algo parecido sucede con los Derechos de los niños, se les ha hablado tanto de que deben hacer respetar sus derechos, pero no se les ha enseñado los deberes que deben cumplir para que luego exijan sus derechos con razón. No se les ha hablado del saludo a los mayores, de su comportamiento en el hogar, en el colegio, en la calle, etc.

La mejor forma de actuar para esto es ser un padre comprensivo sí, pero también estricto, cariñosos pero exigentes, logrando un equilibrio entre las acciones y las decisiones. Incluso el concepto de familia ha cambiado, ahora es la familia para el hijo y no el hijo para la familia.

Tampoco se busca que los padres sean temidos por los hijos, porque de esos también hay, sino que a la vez que son amados, sean respetados.

Según un estudio de las Universidad Católica de Argentina, hoy en día únicamente 3 de cada diez padres les pegan o reprenden de alguna manera a sus hijos.

Es necesario imponer orden para crear hombre y mujeres de bien que tengan una educación basada en la solidaridad y respeto.

Y concluyo así haciendo énfasis en una frase de Sócrates que dice: Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.