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Depresion y mania.

Enviado por   •  19 de Abril de 2018  •  4.709 Palabras (19 Páginas)  •  288 Visitas

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La pregenitalidad en estos pacientes es expuesta en su orientación anal, Fenichel nos menciona el cómo puede haber una combinación entre las depresiones neuróticas y la neurosis obsesiva, la cual es muy frecuente de encontrar en estos pacientes. Se debe dejar en claro el cómo detrás de esta orientación anal, las tendencias de una fijación oral resultan también visibles. Nuestro autor nos expone las diferencias entre la analidad en las depresiones y la analidad en las neurosis obsesivas la cual hemos visto en el tema anterior. En la analidad de la depresión, el paciente no intenta retener a su objeto, sino a incorporarlo aun si para esto su objeto debe ser destruido.

Fenichel nos menciona posibles acontecimientos que pueden precipitar una depresión, los cuales pueden ser una pérdida de autoestima o una pérdida de suministros que aseguraban o elevaban la autoestima del paciente, por lo cual tratan de influir sobre las personas de su entorno para que esta autoestima se les sea devuelta de alguna manera. Nuestro autor nos menciona como los sentimientos latentes de culpa se deben a que los pacientes sienten que los malos impulsos que han sido rechazados siguen de algún modo actuando dentro de ellos.

Los pacientes psicóticamente deprimidos tienden a acusar a sus objetos de falta de amor y a actuar sádicamente con los objetos externos. En la depresión el paciente manifiesta un sadismo oral dado que en apariencia son extremadamente sumisos, sin embargo, logran dominar lo que los rodea. El paciente depresivo no puede quererse a sí mismo más de lo que puede querer a los objetos externos, siente ambivalencia tanto a sus objetos externos como a su Yo el cual siente odio hacia si mismo pero al mismo tiempo permanece oculta la sobreestimación narcisista primaria del Yo. El paciente depresivo puede comportarse con arrogancia e imponerse a sus objetos. El odio siente hacia sí mismo se presentara bajo un sentimiento de culpa lo cual es una discordia entre el Yo y el Superyó. La internalización de este conflicto de instancias es realizada por una introyección de los objetos, mediante la fantasía de que el objeto amado ambivalentemente ha sido devorado y existe dentro del propio cuerpo, pero debido a su carácter sádico esta introyección puede ser percibida como un peligro o como culpa. Fenichel expone como es el Superyó quien primordialmente y por regla general se volverá contra el Yo con la misma rabia con la que este Yo actuó en su lucha contra el objeto, entonces este Yo ya no solo se enfrentara ante su objeto introyectado, sino que también ante su Superyó.

Fenichel también nos hace mención de como el duelo, el cual es una disolución del vínculo que opera ante los recuerdos que han sido separados y representaban el vínculo con el objeto perdido, nuestro autor lo compara con la introyección y sus consecuencias. En el duelo se busca crear un objeto sustitutivo dentro de si mismo una vez que el objeto real se ha ido, mediante una regresión del amor a la incorporación de la relación de objeto, es decir, una identificación, esto debido a una incorporación oral. Nuestro nos expone como el duelo es compuesto por dos actos: la introyección ambivalente del objeto y poner fin a la atadura con el objeto introyectado; este proceso se caracteriza también por la participación de sentimientos de culpa. Fenichel nos menciona que en este proceso para ser predispuestos al desarrollo de una depresión se debe tener una necesidad narcisistica aumentada, ambivalencia aumentada y una oralidad aumentada. Es decir que cuando una persona pierde a su objeto puede odia a éste por sentir que ha sido abandonado y trata de obligarlo a compensarlo por su perdida, por esto, la depresión será un intento desesperado de obligar a un objeto incorporado oralmente a conceder perdón, protección, amor y seguridad.

Fenichel recalca como la depresión es una pérdida de autoestima total o parcial, la cual sirve de advertencia ante una posibilidad de pérdida total, la persona deprimida tratara de anular dicha perdida la cual se agrava debido a una introyección patognomónica del objeto ambivalente amado. El Yo del paciente depresivo será equiparado a su objeto perdido, por lo cual el sadismo dirigido en primera instancia al objeto ahora se volverá contra el Yo. Este sadismo se pone de parte del superyó quien atacara al Yo el cual ha sido modificado por la introyección. El superyó tiene un doble aspecto, por una parte un poder protector y por la otra un poder punitivo, sin embargo, en la depresión encontramos como el primer aspecto mencionado ha sido abolido por la regresión. El superyó sádico persigue en extremo al sumiso Yo quien busca destruir el objeto malo causante de su perturbación, sin embargo mediante el proceso de introyección esta destrucción se vuelca hacia el propio Yo. El reproche hecho por el Superyó en la depresión es tomado por el Yo como un requerimiento de perdón. En el suicidio por otro lado, el superyó sádico se vuelve contra el Yo, por lo cual resulta insoportable para este último tolerar la tensión que le causa, en este punto, el depresivo pierde toda esperanza de recuperar la autoestima perdida, el Superyó ha pasado de ser un protector a un aniquilador del Yo, el cual en un acto extremo de rebelión recurre al asesinato de los objetos originales que han sido incorporados en el Superyó. El suicidio a su vez tendrá una ilusión de una tranquilizadora gratificación, relacionadas con el perdón y la reconciliación, en esta rebelión del Yo contra el Superyó malo busca reestablecer en un deseo de amor narcisista, la unión con el superyó protector y purificado el cual pondrá fin a la perdida de la autoestima.

Otro punto expuesto por Fenichel es la regresión decisiva en la depresión y sus causas, esta regresión narcisista fatal que puede desembocar en una psicosis maniaco-depresiva puede deberse a algún factor orgánico, sin embargo no es el único determinante ya que en el análisis de estos pacientes se ha encontrado un predominio del erotismo oral y heridas infligidas a su narcisismo infantil como abandono y soledad. El paciente depresivo en su desarrollo trata de compensar las deficiencias de sus padres por lo cual se forma un superyó rígido el cual exige de sobremanera e insoportablemente suministros narcisisticos al Yo. El depresivo mostrara una tendencia a una conducta impulsiva o una adicción a las drogas para poder dominar su depresión ya que es una manera de proveer los suministros narcisisticos necesarios. Como Fenichel nos expone, serán fijaciones orales que determinen la reacción ante los shocks narcisisticos, las que se mostraran como una disposición para el desarrollo de la depresión. Las causas de esta fijación pueden deberse a satisfacciones o frustraciones extraordinarias lo cual combina

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