Desarrollo y Familia Ana Cerutti.

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El amamantamiento importante para el crecimiento y desarrollo adecuado, el acariciar, mirar, ver al bebe favorece el contacto madre- hijo, duerma la mayor parte del tiempo, el vocabulario del bebe es mediante gritos y sonidos, mediante el llanto expresa lo q siente. Importante distinguir el llanto para poder calmarlo. Aparecen las primeras conductas adquiridas como tracción hasta sentarse, boca bajo levantada la cabeza 45grados, busca con mirada la fuente del sonido, risa espontánea, comienza a conocer el mundo q lo rodea a través del cuerpo, boca, ojo, oídos y piel.

La expresión motriz; colocar alcance de su vista objetos de colores que estimulen a fijar su mirada, la boca cumple una doble función q es biológica y placentera.

3 a 6 meses

Comienza el reconocimiento de su cuerpo y desarrolla la coordinación óculo manual y audio-visual y responde a estímulos emitiendo silabas

El bebe puede regular por si mismo cuanto y que comer, empieza a aparecer la angustia por la separación de quien lo cuida, ya que no tiene conciencia de q esta separación es espontánea, jugar con el bebe es una forma de hablarle, escuchar con atención e imitarlo lo estimula a hablar, sostiene perfectamente la cabeza, ríe en respuesta a los juegos, no recoge los objetos que se le caen, dificultad en la alimentación y /o sueño.

Expresión motriz; el bebe necesita moverse libremente cambiándolo de posiciones para desarrollar su equilibrio, coordinación y la confianza en si mismo, los juegos corporales con los padres un buen medio de comunicación con el bebe. No es adecuado dejarlo llorar siempre aumenta inseguridad y angustia.

6 a 9 meses

Aparece la aprensión voluntaria imita gestos, actitudes y sonidos de los adultos y perciben que los objetos permanecen aun cuando están fuera de su vista, reconoce a su familia. Se sienta solo, intentara comer solo con las manos como también pararse con apoyo, es más independiente, es conveniente que el destete se haga gradual y progresivo.

Expresión motriz; ofrecerle variedad de objetos como jugar a imitar gestos favorece el desarrollo cognitivo y social. Al bebe le atrae más tocar que comer, ser permisivo sin castigar.

Distingue los rostros y es sensible a lo desconocido.

9 a 12 meses

Comienza el proceso de socialización e individuación entiende gestos, palabras, señala con gestos lo que desea, utilizar la cuchara y la taza con sorbito estimula la motricidad, autonomía, gran interés por explorar, tocar, tirar, chupar objetos, camina algunos pasos tomado de la mando del adulto, no se babea mas, aumentara su vocabulario, pronuncia dos o tres palabras simples, papa, mama.

Expresión motriz; tirar, soltar cosas es su pasatiempo favorito, este juego de toma, dame favorece su coordinación. Los juegos de imitación le enseñan a identificarse, desarrollando su imaginación, socialización e inteligencia.

12 a 18 meses

No preocuparse si disminuye el apetito, etapa de incorporación a la familia comenzando el desarrollo de su identidad, reconocer su autonomía ofreciéndole variedad de alimentos, en el baño dejarlo jugar a llenar y vaciar recipientes ejercita su motricidad, establecer claramente horarios de siestas y sueños nocturnos, darle ordenes sencillas lo estimula cooperar con los adultos y aprender y entender a lo que le piden.

Expresión motriz; los logros se dan en torno a la marcha autónoma, animarlo a trepar subir bajar escaleras para fomentar la agilidad, equilibrio, coordinación y su autonomía.

La familia prepararse para la explosión motriz estableciendo límites claros.

18 a 34 meses

Adquiere destrezas manuales más complejas, comienza el aprendizaje del control de esfínteres, manifiesta un deseo de hacer las cosas por sí mismo, momento para comenzar con la enseñanza de hábitos, aparecen las pesadillas, acostumbrarlo a que pida las cosas con palabras y no solo con gestos, camina solo, patea un pelota, bebe liquido en vaso, corre,

Expresión motriz; realizar juegos corporales, darle diferentes materiales, para que garabatee, raye, rasgue, permitirle que juegue con los padres.

La presencia de rabietas son males necesarios para el desarrollo emocional del niño.

2 a 3 años

Desarrolla su identidad e independencia, adquiere equilibrio y coordinación en actividades motoras complejas, caminar, saltar, trepar, etc, dejar que se vista y desvista favorece confianza y desarrollo de su personalidad, se para en un pie con ayuda, adquiere hábitos, se interesa y preguntara por su entorno, estimular la capacidad de observación con imágenes, libros, comparando tamaños, posiciones, agarra correctamente el lápiz

Expresión motriz; favorecer el juego con otros, fomentar actividades, como imitar animales, personas.

Interesarse por sus preguntas respondiéndole claramente.

Al poner límites los padres, deben acorar y mantenerse coherentes en lo panteado frente al niño.

3 a 4 años

Es sociable conservador, pregunta por todo, incorporando día a día nuevas palabras, domina la marcha y las actividades motoras más complejas, corre y trepa, comienza a investigar la diferencia de sexo, ha adquirido el control diurno de orina, necesita buscar el equilibrio de lo que siente y piensa y de lo que conoce de los demás, reconocer al niño el derecho de sentir rabia, celos y miedo, sin ridiculizarlo esto le permitirá ser más espontáneo, autentico y evitara probables transarnos del carácter.

Expresión motriz, insistir que juegue con otros niños para estimular su socialización, fomentar la cooperación del niño en la tarea de la casa.

Buscar un equilibrio entre las actividades que realiza en el jardín y las de la casa.

4 a 5 años

Perfecciona su autonomía, mayor dominio de la rotación de muñeca y antebrazo, copia el circulo, línea recta y cruz, inicios de pudor y manejos de privacidad, comienza hacer nudos y moños, domina el uso del tenedor, interés por conocer y relacionarse con adultos, se bañara, se vestirá, se desvestirá