El Uso del Alcohol y su Influencia en Adolescentes entre los 15 y 18 Años

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4. ¿Tomas alcohol?

5. ¿Cómo afecta sus hábitos de higiene, alimenticios y de sueño, el ingerir bebidas alcohólicas?

6. ¿Con qué frecuencia ingieres bebidas alcohólicas?

7. ¿Cuánto tiempo sueles dedicar a ingerir bebidas alcohólicas?

8. ¿A los cuántos años empezaste a tomar?

9. ¿Cuánto dinero gastas en bebidas alcohólicas en promedio por semana?

10. ¿En qué tipo de circunstancias consumes bebidas alcohólicas?

11. ¿Cómo crees tú que afecta el alcohol en tu vida?

12. ¿Alguna vez ha tomado decisiones estando alcoholizado, de la que después se arrepienta?

13. ¿Estarías dispuesto/a a dejar el alcohol para tener una mejor calidad de vida?

14. ¿Cómo considera que es su calidad de vida actualmente?

15. ¿Considera que el alcohol se ha convertido en una adicción para ti?

16. ¿El alcohol le ha provocado hacer cosas que dañen su vida? (Personal, social, familiar, laboral)

17. ¿Tiene familiares que abusan del alcohol?

18. ¿Alguna vez el alcohol ha provocado que alguien dañe su vida?

19. ¿Crees que el alcohol afecta positivamente en su vida?

20. ¿Por qué le gusta (o gustaría) ingerir alcohol?

A pesar que el instrumento se tomó como la guía principal para la recopilación de datos, el equipo sondeó donde fue necesario para obtener mejores resultados.

Procedimiento

Las entrevistas se aplicaron en casa de los sujetos referidos, el día 24 de Octubre del 2015, las entrevistas duraron en promedio entre 20 y 30 minutos. A lo largo del desarrollo de las entrevistas, se arrojaron datos muy contrastantes entre los sujetos, siendo sólo uno de ellos (P2 ) alcohólico.

Los datos fueron también analizados por conteo de palabras usando el Software Atlas.ti, donde se puede comparar la inclusión de bebidas alcohólicas dentro del discurso de las personas al momento de ser entrevistadas. P2 menciona al alcohol muy frecuentemente en su discurso, mientras que P4 y P3 lo mencionan sólo cuando se les pregunta directamente acerca de él.

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Algo que se puede ver muy claramente, es ver cómo P2 (Suma de P2) tiene mayor inclusión de alcohol en su discurso a diferencia de P3 y P4.

Uno de los puntos de más interés en la investigación cualitativa fue que por lo general, las veces que se hablaba de alcohol, también se hablaba de algún problema o conflicto la mayoría de las veces. Por ejemplo, P3 menciona el uso del alcohol en su familia en una ocasión lejana, y en sólo en esa ocasión, se acompañó la experiencia con una disfunción familiar (P3 explica un "pleito" entre sus familiares) (González, 2015). P4 también menciona que la única vez que ella ingirió alcohol, se peleó con una amiga bajo la influencia de éste. (Guajardo, 2014)

Lo que más destaca de la entrevista a P2 es la cantidad de "Malos Hábitos" que P2 tiene en comparación con P4 y P3, quienes no son alcohólicas. P2 fuma, se desvela, no come bien por su síndrome de abstinencia del alcohol junto con resacas diarias, no tiene calidad en el sueño, es adicto al juego y a la adrenalina de apostar, ha manejado y chocado bajo la influencia del alcohol, esconde su aliento alcohólico de sus padres regularmente, ha tenido conflictos con sus intereses románticos, ha tenido malentendidos y se ha enemistado de algunos de sus amigos a causa del alcohol, entre otras cosas. (Sánchez, 2015) Los malos hábitos de P4 y P3 son de otro giro, como desvelarse de vez en cuándo, usar su celular más de lo adecuado y comer comida chatarra algunas veces. Es por ésto que los datos recopilados de las entrevistas arrojan información substancial para la investigación.

Los tres sujetos practican un deporte, y lo interesante es que P3, cuando se le pregunta cómo considera que es su calidad de vida, responde con la percepción de que podría ser mejor, o que en general no la considera tan buena: "Pues, no la considero muy bien, pero yo creo que pues, bien. No tan bien como yo quisiera, pero, pues, voy mejorando". En contraste, P4 contesta con "Muy buena, pues, porque estoy feliz con mi vida", y P2 responde con "Pues normal, como la del promedio de todos, me siento satisfecho con todas mis necesidades", siendo P2 quien, a criterio del equipo, cuenta con una mala calidad de vida en comparación a las otras dos personas entrevistadas.

Se hizo un estudio para estimar diferentes variaciones sobre la calidad de vida general dentro de los primeros 12 meses seguidos de la excreción total en el cuerpo de los residuos de alcohol y evaluar el valor predictivo de la medición de la calidad de vida general (dimensiones físicas, psicológicas, sociales y ambientales). El estudio es de tipo longitudinal con pre-test y post-test, donde se evalúan a personas alcohólicas después de que desechan por completo cualquier residuo de alcohol en sus cuerpos y se compara su calidad de vida, dependiendo de si la persona tuvo una recaída, se mantuvo abstinente del alcohol, etc. en diferentes tiempos de abstinencia (6 o 12 meses). El resultado del estudio comprueba que las dimensiones generales de la calidad de vida de las personas que se mantuvieron abstinentes mejoraron en todos sus aspectos, mientras que las personas que tuvieron recaídas se mantuvieron igual, o redujeron su puntuación en la medición de calidad de vida. Lo interesante del experimento es que a pesar que su propósito era comprobar el valor predictivo de la medición de la calidad de vida en alcohólicos después de su rehabilitación, terminó comprobando que efectivamente, abstenerse del alcohol mejora la calidad de vida general en las personas. Siendo el consumo del alcohol la parte que si se midiera, podría predecir el incremento o decremento en puntaje de las personas en su medición de calidad de vida en general. (Picci, 2014)

Se han hecho varios estudios sobre cómo el alcohol afecta a los neurotransmisores del cerebro humano, pero en un estudio hecho por Rodríguez García, se menciona que