Delincuencia en los adolescentes y la influencia del entorno familiar.
Enviado por tolero • 4 de Febrero de 2018 • 1.350 Palabras (6 Páginas) • 642 Visitas
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4) La delincuencia como el resultado de la ruptura de los vínculos sociales.
En este caso se plantea que a menor son los lazos emocionales con las personas y la sociedad, mayor es la implicación de un sujeto en actividades delictivas. La teoría de los vínculos sociales de Hirschi plantea que existe una serie de contextos principales en los que los jóvenes se unen o vinculan a la sociedad. Se vinculan mediante la familia, la escuela, el grupo de amigos y las normas de acciones convencionales como las actividades recreativas o deportivas. Esto se logra mediante el apego o lazos emocionales de admiración e identificación con otras personas, el compromiso con los objetivos sociales, la participación del joven en actividades sociales positivas (en la escuela, la familia, el trabajo) y las creencias favorables a los valores establecidos, y contrarias al delito. La ruptura de estos mecanismos de vinculación a la sociedad produce la conducta antisocial o delictiva.
5) El origen y mantenimiento de las conductas delictivas se relacionan con el desarrollo, especialmente durante la infancia y la adolescencia.
Este acercamiento enmarca la línea actual de análisis psicológico sobre la delincuencia, que se denomina la criminología del desarrollo. Esta criminología del desarrollo se orienta al estudio de la evolución en el tiempo de las carreras delictivas. En otras palabras, la criminología del desarrollo o carreras delictivas concibe la delincuencia en conexión con las distintas etapas vitales por las que el individuo pasa, en especial la infancia, adolescencia y juventud.
Estudios sugieren que muchos jóvenes presentan conductas antisociales durante la adolescencia pero las abandonan por si solos de forma ‘natural’, mientas un porciento menor de estos persisten manifestando conductas antisociales durante el resto de sus vidas. Los estudios señalan que algunos niños presentan comportamientos problemáticos en la infancia que gradualmente se van agravando hasta llegar a formas más graves de agresión antes de la adolescencia y durante ella. Según la Organización Panamericana de la Salud (2003) en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, entre el 20% y 45% de los varones y entre el 47% y 69% de las muchachas que son delincuentes juveniles violentos a la edad de 16 a 17 años, serán delincuentes durante toda su vida. No obstante, estudios apuntan a que solo una porción pequeña de los jóvenes violentos continúan cometiendo actos de violencia hasta llegar a la edad adulta.
Un 75% de los jóvenes que habían incurrido en violencia grave abandonaron su comportamiento violento alrededor de una a tres años después.
Los estudios de carreras delictivas analizan la secuencia de delitos cometidos por un individuo y los factores que inciden en el inicio, mantenimiento y finalización de la actividad delictiva. El estudio de los “factores de riesgo” de la delincuencia es el objeto principal de estudio de la criminología del desarrollo. Existen factores de riesgo que son estáticos (i.e., impulsividad, precocidad al delito o psicopatía) y factores de riesgo dinámicos (i.e., pensamientos, amigos delincuentes, consumo de drogas), y que son sustancialmente modificables.
Tomando como referencia los puntos 1 y 5 principalmente, podemos concluir que el entorno social y sobre todo familiar en el cual se desarrolla un adolecente es de suma importancia para tener un crecimiento adecuado, es importante marcar los valores de familia en el joven pues son parte de los conocimientos que transmitirá y por los cuales se guiará en su vida adulta.
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