El tema de estudio es, el fenómeno del Bullying, una palabra de origen inglés que significa acoso u hostigamiento escolar, que hace referencia a cualquier forma de maltrato psicológico

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Ahora bien, algunos datos colectados hacen referencia a que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México está en el primer sitio a escala internacional en el número de casos de acoso escolar (bullying) en nivel secundaria. En puebla 3 de cada 10 alumnos padecen bullying. 10 de 50 denuncian penalmente ya que no siempre existe un daño físico visible para ubicarlos, quedando impunes, pero si perjudicando psicológica y emocionalmente. San Martin Texmelucan es considerada la capital del bullying en el Estado de Puebla.

El porcentaje de escolares que han sido insultados o amenazados en centros educativos asciende a 25.35 por ciento; el de golpeados 16. 72 por ciento, y de quienes han vivido algún episodio de violencia, 44.47 por ciento. Se precisa que la edad más frecuente en la que se presentan actitudes violentas de los niños, según las estadísticas, es entre los 7 y 14 años.

La presente investigación se desarrollara con un método correlacional y explicativo, que propone la importancia y necesidad de tipificarse jurídicamente el bullying para que sea sujeto de sanción.

Una panorámica general del problema es que el maltrato que los abusadores infieren a sus compañeros es de forma y gravedad variable. Se trata de humillaciones que incluyen agresiones físicas, verbales, psicológicas, exclusión social y hasta acoso electrónico, y va desde poner apodos, insultar, golpear, injuriar, excluir, ridiculizar, esconder cosas, rechazar, ignorar, robar, amenazar, romper sus cosas ,tocamientos erotizados, insultos sexuales y otros hostigamientos.

Ese abuso permanente, agresivo, intencional y sin motivo, provoca en los jóvenes víctimas, daños que pueden llegar a ser irreversibles. El bullying llega a ocasionar daños físicos como hematomas o fracturas; y daños psicológicos notables como fobia escolar, baja autoestima, depresión, ansiedad, miedo, angustia e incluso el suicidio.

Este es un problema real de niños y adolescentes mexicanos; no es sacado de historietas o novelas. Combatir el acoso escolar le atañe a los legisladores. Luchar contra el bullying es una responsabilidad de todos: padres, alumnos, maestros, gobierno y sociedad.

Ignorar este fenómeno es sumarse a la complicidad del silencio .Es suponer que “no pasa nada”. El agresor se sirve de la impunidad, y la impunidad ante la violencia genera más violencia. De manera que es importante que se reconozca tanto por los niños y jóvenes que lo sufren, padres de familia que lo ignoran y profesores que no se atreven a platicarlo.

El bullying duele por fuera y por dentro. Deja cicatrices en el cuerpo y deja su marca en el alma de los niños y jóvenes.

Se debe afrontar este fenómeno que lastima y duele en el seno de la familia. Ya basta de una escuela sin ley donde predomina la ley del más fuerte.

En general el alcance que se busca en este estudio consiste en señalar la gravidez y necesidad de impulsar la aplicación ampliamente de la Ley de Seguridad Integral Escolar a través del Consejo Municipal de Seguridad Escolar, en todos los planteles educativos públicos y privados, además de tipificar jurídicamente como acoso escolar la acción u omisión del docente del plantel educativo imponiendo como sanción, desde una disculpa pública al o los alumnos afectados, el pago de una sanción pecuniaria, la destitución, pérdida de empleo hasta sanción corporal si el caso lo amerita. Además de tener un alcance de información plena y llana.