En el presente artículo, se esbozará brevemente la transición desde voluntad a control ejecutivo, y se presentarán dos ejemplos de cómo el concepto de “control ejecutivo”
Enviado por poland6525 • 2 de Noviembre de 2018 • 3.409 Palabras (14 Páginas) • 408 Visitas
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En el flanker-congruency test, los sujetos responden deben responder a un estímulo en una localización particular (letra H al centro=botón derecho), ignorando los estímulos en los flancos. Si los flancos son incongruentes con el estímulo hay menor rendimiento. En la Simon task responden a características no-espaciales del estímulo (presencia de H=botón derecho), cambiando la localización del estímulo al azar. Si la localización del estímulo coincide espacialmente con la respuesta (la H a la derecha) entonces mejora el rendimiento. Ambos experimentos han sido interpretados como implicando que estímulos irrelevantes a la tarea logran activar la respuesta pedida por la tarea. Asimismo, ambos utilizan la lógica de la dicotomía controlado-automático de Atkinson y Shiffrin. El estímulo-objetivo es traducido en la respuesta requerida controladamente mientras que procesos automáticos lo harían con los estímulos irrelevantes. [pic 1]
→Tal y como con la atención, el agente sería el “sujeto” de Atkinson y Shiffrin, y el conjunto de tareas que implementa en respuesta a las instrucciones. El asunto de la meta es similar pero con una distinción más explícita entre control online y control offline.
En el modelo ECTVA de Logan & Gordon se encuentra una aproximación exhaustiva al tema del control offline, sosteniendo que preparar eficientemente para una tarea significa traducción de las instrucciones en 4 parámetros: tres que configuren el sistema perceptual para extraer los estímulos relevantes para la tarea y otro que regule la velocidad y exactitud de la selección de estímulo. El control ejecutivo en este modelo consistiría en pasar desde los parámetros necesarios a los procesos subordinados responsables por el manejo online de la información de los estímulos y la selección de respuesta. Si el tiempo lo permite, la programación de estas subrutinas sucedería antes de que el primer estímulo relevante para la tarea aparezca, lo que sería control offline.
Entonces, es asumido que nuestro yo online resolvería los problemas que no pueden ser previstos con control offline. Por ejemplo, dado que la configuración del control offline es incapaz de prevenir la activación de respuestas erróneas provocadas por estímulos incorrectos, se asume que el control online resuelve el conflicto de respuesta. El control online monitorearía la congruencia de las respuestas activas con la respuesta correcta y “abortaría” las incorrectas, ajustando las asociaciones estímulo-respuesta.
CONTROL Y CONCIENCIA
→Con pocas excepciones, los modelos de control en la ciencia cognitiva le dejan poco espacio a un rol funcional y bien definido para la conciencia, lo que no impide que los investigadores lo usen. La manera en que lo usan señala una creencia aparentemente fuerte en que la conciencia y el control endógeno estarían al menos altamente correlacionados, de modo que algunos autores hablan de “control consciente”, como si otras alternativas fuesen inconcebibles.
→Sólo podemos especular porqué existe tal tendencia en estos investigadores. Puede que Atkinson y Shiffrin hayan sugerido dicha relación en su dicotomía controlado-automático: los procesos automáticos se caracterizan por el desvanecimiento continuo de la conciencia de estímulos y acciones. Ello ha llevado a algunos a asumir que si los procesos automáticos son inconscientes, los controlados deben ser conscientes. Otra razón probablemente es el hecho de que los objetivos e intenciones que se cree activan los procesos de control no son los propios del sujeto, al menos no originalmente. Éstos deben ser convencidos por el experimentador a aceptarlos como suyos, y es difícil de creer que el sujeto no se dé cuenta de la comunicación que implica esta transferencia.
Este supuesto es particularmente popular entre los investigadores de la atención, y su popularidad depende de la función que atribuyan a la atención. Algunos asumen que su propósito es la selección de eventos-estímulo para la percepción consciente, por lo que les debe parecer obvia la relación entre control y conciencia.
→Podemos concluir que el concepto de conciencia en el contexto de control endógeno es usado muchas más veces de las que es definido. De este modo, existe una asociación implícita entre conciencia y control que les parece tan autoevidente a algunos investigadores que ni se molestan en explicar por qué la usan. En las pocas teorías que se dan la molestia usualmente la conciencia, a diferencia de las teorías atencionales, no juega un rol de selección sino que uno integrativo, como por ejemplo el global workspace de Baars.
El concepto de control
→Cuando los investigadores teorizan sobre el control de la atención o la acción usualmente no definen a qué se refieren con “control”, ni justifican su uso de este término. Consideremos cuándo y en qué sentido este término es apropiado.
Control es un modo de operación de un sistema de control. Mínimamente, consiste de un agente, el controlador (C) y un una variable o sistema controlado (T). Para ejercer control, C debe lograr:
- Actuar sobre T
- Percibir el impacto resultante sobre T
- Comparar este impacto (el comportamiento real de T) con una referencia o meta (el comportamiento deseado de T).
La diferencia entre el comportamiento deseado de T y su comportamiento real es llamada el error, y el control es caracterizado por Cs intentando minimizar la magnitud de este error. En otras palabras, sólo podemos asumir que el controlador está en control si puede compensar por las perturbaciones[1], es decir, por los efectos de otros factores en el comportamiento de T. El control puede ser así definido como la consistencia frente a las perturbaciones.
Defectos conceptuales
→Aún no está clara cuál es la conexión entre consciencia y control. La mayoría de los autores ni siquiera se molesta en hacer un intento de definición o explicación de la manera en que están usando estos conceptos. Por lo tanto, está lejos de ser claro si los distintos autores que usan estos términos se refieren a los mismos fenómenos, sistemas o funciones. Dado que no tenemos ninguna razón para asumir a priori que la conciencia es unitaria, y tenemos fuertes razones para creer que el control no lo es, podría ser que las contradicciones en la literatura se deban a diferentes afirmaciones hechas sobre diferentes asuntos.
Entonces, para progresar necesitamos algún acuerdo sobre los fenómenos a los
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