FACTORES ASOCIADOS A LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

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Ahora bien, abordando el problema de la violencia intrafamiliar desde el factor sociológico, se enmarca desde un ámbito social negativo que tiene su origen en la cultura patriarcal donde los hombres tenían mayor poder social y preeminencia en uno o varios aspectos sobre las mujeres. Esta cultura impuesta a ambos géneros durante siglos, y las condiciones sociales, económicas y culturales de la familia, tratándose en la mayoría de los casos de personas con poca preparación académica, donde las mujeres se dejan maltratar, en algunos casos, porque se consideran la principales responsables del buen funcionamiento del matrimonio o relación de hecho estable.

La sociedad juega un papel muy importante en el desarrollo personal de los seres humanos o de una comunidad, muchas veces actuamos sin pensar, no tenemos en cuenta a los que nos rodean y vivimos de una forma egoísta. Se demuestra un claro déficit de habilidades de comunicación que a su vez genera déficit en la resolución de problemas, sobre todo en el núcleo familiar, circunstancias que han sido aprendidas a través de familias disfuncionales, en lo referente a los factores sociales, la familia se convierte en el lugar propicio para manejar el poder que conecta al individuo con el mundo que lo rodea, sin embargo dicha conexión depende fundamentalmente del estilo funcional de la pareja, en este orden de ideas el factor comunicación se podría denominar como de vital importancia en la presentación de comportamientos violentos, que aparte de la Familia se adoptan en la calle.

En este mismo orden de ideas, se diferencia de los violentos en general, quienes utilizan la violencia como una forma aceptable de solucionar cualquier tipo de problemas.

La violencia social, no es más que el resultado de un variado conjunto de factores tanto internos como externos, que impulsan la agresividad en los individuos, de maneras diferentes, y en ambientes diferentes, dependiendo de la experiencia de cada individuo.

Sin lugar a dudas, la Sociedad es una escuela para el comportamiento humano, pero ella está infectada con factores como, Pobreza, marginación, falta de educación, Políticas ineficientes, pérdida de valores, falta de oportunidades, etc. Que de una forma u otra nos hacen vulnerables y expuestos a un sinnúmero de situaciones impropias. Para las cuales debemos tener unas bases morales bien sedimentadas, y así no incurrir en estas, que nos convertirían en personas violentas, resentidas, agresivas y nos llevaría a cometer muchos errores, los cuales primeramente se verán reflejados en nuestro núcleo familiar.

Sabiendo que los aspectos sociológicos son aquellos que están íntimamente relacionados con el actuar, interactuar y relacionar del ser humano con sus semejantes, y en concordancia con la problemática de la violencia intrafamiliar y explicaciones sobre la misma, se puede decir que este mal es un fenómeno que está determinado por la estructura social, ya que debido a hechos del pasado, desigualdades e inequidades se producen permanentes hechos de violencia los que principalmente se deben al repudio, a la falta de políticas estables y al accionar en el tiempo adecuado de las personas allegadas para ayudar y proteger a los que viven en carne propia o son observadores de violencia intrafamiliar.

En muchos casos los hechos de violencia presentes en una familia o sociedad se relacionan a que fueron aprendidos y vividos en la infancia y adolescencia, lo que no quiere decir que los agresores son enfermos mentales sino personas con trastornos de carácter, bajo nivel de inteligencia emocional y baja capacidad de resolución de conflictos, aunque gran parte de las personas violentas han padecido maltrato en su familias de origen como víctimas o testigos de relaciones abusivas, esto no justifica su accionar violento actual con sus allegados ya que son momentos y situaciones evolutivos diferentes.

Muchas de las personas que vivieron esta problemática tienen dificultades para seguir un tratamiento de rehabilitación que los ayude a superar los hechos a los que fueron sometidos en cualquier etapa de su vida, para cual se hace necesario el acompañamiento, seguimiento y en algunos casos la justicia para que aplique leyes que ayuden a que estos hechos no se vuelvan a presentar en una familia o sociedad.

Ahora bien, una vez abordado los factores psicológicos y sociológicos, se prosigue a abordar el último factor asociado a la problemática de la violencia intrafamiliar, el cual hace referencia al factor antropológico que observa al hombre desde el ser en sociedad que tiene la capacidad de comunicarse y relacionarse de manera diferente al resto de especies existentes, a medida que el hombre crece física y mentalmente, se va dando cuenta de algunos rasgos culturales que lo dominan donde se siente identificado con algunas influencias, ya sea por las correcciones de papá o las mimaciones de mamá o viceversa.

Para esta disciplina la violencia es manifestada a través de razones sociales, laborales, culturales entre otras, donde se refleja un inconformismo y lucha por posiciones de alta admiración, imponiendo sobre otras personas sus fortalezas o influencias de poderío buscando defender su estatus o territorio no importando pasar por encima de los demás, los factores externos como el dinero, el estrato y otras supuestas fortalezas son ocasiones de maltrato intrafamiliar y desde éste enfoque se hace visible el machismo que muchas veces agobia nuestra sociedad.

La teoría interaccionista mantiene que la violencia es una alteración de la agresividad natural que se puede producir por factores biológicos y/o ambientales.

Otras de las explicaciones antropológicas del fenómeno de la violencia intrafamiliar, parte de que este es un problema social que afecta fuertemente a nuestra sociedad y tiene profundas raíces culturales, derivadas de la manera desigual en que se han valorado socialmente los roles de hombres y mujeres, así como también de la desigual forma en que se distribuyen los roles y las responsabilidades dentro del núcleo familiar.

Por otra parte, la cultura influye de manera directa, puesto que está muy relacionada con los bienes de producción, ya que socialmente se valora y se remunera más el trabajo masculino, desvalorizando de una u otra forma el papel de la mujer. De lo anterior se puede observar que, la mujer ha sido vista de manera inferior al hombre desde diferentes contextos sociales; y si nos enfocamos en nuestra cultura que por cuestiones tradicionales como el “machismo” subestiman el potencial humano para crear y generar cambios positivos, aportando cosas productivas a la familia y a la sociedad misma, ocasionando así, que esta visión se generalice en otros ámbitos