FRANCOISE DOLTO - La causa de los niños

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Resumen del texto la causa de los niños de Francoise Dolto

El niño y el juego

La falta de empatía y conocimientos generales sobre el desarrollo de un niño por parte del adulto, termina por crear niños pasivos ¿Cómo sucede esto? Dando órdenes: cállate, no toques, no grites, no corras, etc. Hay muchas de estas órdenes. Aunque si bien es cierto que el niño necesita límites, estos deberían estar basados en realidades, no vamos a dejar a un niño que meta la mano en el fuego a sabiendas que es algo que lo puede lastimar. El adulto debería tolerar el juego basado en límites que lo beneficien, de lo contrario, si se le reprime constantemente esa capacidad para jugar se le pueden provocar desequilibrios en la armonía psicosocial, lo cual le perjudicara en etapas posteriores.

El niño con buena salud se divierte y explora, privarlo de ello es privarlo de vivir. El bebé con buena salud también rememora actividades después de que se amamanta, recuerda imágenes visuales, táctiles, sonoras, olfativas y hasta puede inventar esbozos de sonidos que desea escuchar nuevamente.

Otra característica de un niño jugando es la creatividad, siempre inventa, casi nunca repite, un niño inactivo es probable que esté sufriendo depresión por alguna causa reciente.

El despertar psicosocial surge entre los dos meses y medio y los seis meses, esto es en una etapa en la que parece que el niño está más pasivo, como adormilado. Sin embargo está al asecho y alerta. Trata de entender lo que sucede en su entorno lingüístico y en su entorno general, todo lo que hay a su alrededor. Aunque los adultos duden de su capacidad para entender.

A partir de los cinco o seis meses el niño empieza a jugar más activamente a la vez que se incrementa su deseo de comunicación. Es el tiempo en que repta, se sienta, gatea. También empieza a discriminar sensorialmente, es capaz de identificar señales sonoras. Más adelante el juego se convierte en tener y guardar, en armar y desarmar. Para las niñas se trata de utilizar lo construido. La clave del juego es que es el mediador del deseo y por lo tanto trae consigo satisfacción, más si se trata de jugar con agua, la cual le parece mágica.

Para un niño seguro todo lo que percibe le parece un interrogante y trata de entenderlo. Tan pronto como comienza a andar explota en él la curiosidad investigadora y manipuladora. Le gusta encontrar límites a su libertad, cuando juega solo se auto impone reglas.

Tener, perder, encontrar, hacer, deshacer, rehacer le resulta nuevo y fascinante. El juego también está estrechamente ligado con el aprendizaje del lenguaje que incluye el habla, los gestos y comportamiento en general. Verbos como amar, odiar, tener, vivir morir solo adquieren significado a través del juego, ya sea por el fracaso o por el dominio.

Hay casos donde el niño disfruta del placer pasivo y hay que aprender a entenderlo y a respetarlo, se trata de un niño diferente que medita y se siente fascinado al observar y escuchar atentamente sonidos, cuales quiera que sean. En fin, hay que llevar a los niños a la ludoteca o proporcionarles juegos y juguetes y cambiarlos constantemente para estimular su capacidad de descubrir. Finalmente jugar es aprender a ser y es también aprender a vivir.

Francisco Razo Ruiz

Resumen del texto el niño y el juego de Francoise Dolto