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Fanatismo del mexicano.

Enviado por   •  25 de Marzo de 2018  •  4.499 Palabras (18 Páginas)  •  261 Visitas

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Y al mismo tiempo, el fanático, se convierte en un negador creyente, por excelencia lo somos- mecanismo de defensa- , puesto que nos negamos a ver la realidad de las cosas, nos encanta olvidarnos de las situaciones por las que estamos pasando, no solo de nosotros, sino de los demás (porque además somos individualistas, mientras no me pase a mí, lo demás no me importa, nos mostramos apáticos), y literal le damos la espalda a los problemas, y nos olvidamos de ellos, y al olvidarnos de ellos, también nos olvidamos de nosotros mismos.

Como lo menciona Freud en Tótem y tabú ( Totem y tabú y otras obras (1913-1914). Obras completas., 1983), la religión para nosotros los seres humanos, es un alivio, porque gracias a esta le damos un sentido más trascendental a nuestra vida, algo más allá de la muerte, es decir, nos venden la idea de que cuando lleguemos a “ese estado de perfección llamado muerte”, nos sentaremos a la derecha de dios, nos prometen una vida eterna, vivimos esperanzados. Estas mismas ideas religiosas que nosotros mismos inventamos son una forma de consuelo ante la muerte, puesto que como seres humanos tenemos conciencia de algunas cosas, y una de ellas es que sabemos que nos vamos a morir.

Y a su vez, el mexicano, idealiza figuras, busca en imágenes, aquella figura que lo va a “proteger”, e igualmente, así lo menciona Freud en Tótem y tabú “tranquilidad de saber que estamos protegidos por alguien, ese alguien es Dios”

Desafortunadamente, con el paso del tiempo, la manera de ver las cosas ha ido cambiando, las creencias cada vez más están tomando un rumbo más consumista, más pragmático, anteriormente, con nuestros antepasados, se nos mostraban los Dioses de una forma más natural, con fines realmente transcendentales. Hoy día se nos vende la “idea” de una “religión” un “Dios”, (así como también santos y demás figuras) )que le saca provecho a todo, puesto que en la Iglesia sigue en aumento ese juego de relaciones de poder, donde la ambición está ganando, ya todo se te quiere vender, a todo se le quiere sacar provecho.

¿Qué pasa con los fanáticos del deporte? De acuerdo a un estudio realizado por Kantar Worldpanel México (Alto nivel.) Un 46% de la población mexicana se declara fan de algún deporte o club deportivo, del cual, 60% es hombre, claro está que es una cifra elevada. El fanático deportivo se caracteriza principalmente por llevar el nacionalismo a un extremo- e implica carencias- , es decir, cae en lo que llamamos patrioterismo, puesto que el deporte es tomado para el mexicano como “Esparcimiento lúdico [1]”, y este es utilizado como un distractor en las horas libres, es como olvidarnos de nosotros mismos. Este, surgió a partir de la división social del trabajo que antiguamente tenían las culturas, cada uno tenía algo a que dedicarse, pero una vez cubiertas dichas necesidades, literal se cuestionan ¿Y ahora qué hacemos? Y puesto que como tienen tiempo libre, se crean distractores para olvidarse, uno de ellos, es el deporte (no solo el deporte, también la religión, la política…).

Así mismo, este tipo de fanáticos,” En su inconsciente refleja los sentimientos, acciones e incluso las hormonas de los jugadores. Su autoestima se deriva del resultado del partido y de la imagen que de allí se desprende” (Post, 2015) .

Y “No solo se perciben los efectos en su autoestima, sino también en su orgullo, identidad y sentido de pertenencia. Las acciones del equipo son tomadas como propias” (Post, 2015) , el mexicano al no tener identidad, busca poder encontrarla en algún deporte, cuando pierde su equipo, el mismo cree también haber perdido, lo mismo pasa cuando gana.

El fanático mexicano, como tiene demasiadas carencias, ve en el deportista un “un modelo a seguir, el fanático quiere ser como ese deportista (Salcido., 2014), aspira a ser como él, no es pero quiere ser.

Así mismo, también el fanático mexicano, ve al deporte como una “pasión”, es eso “que lo mueve”, para Ramos (Ramos., 1896), en cuanto a los mexicanos “la pasión ha llegado a convertirse en una necesidad… de manera que ahí donde aparece, es exigida como un estimulante para provocar el interés", así como también nos menciona lo que él denomina como “interés de la pasión -que- consiste en satisfacer cualquiera de estos fines individuales: el amor propio, la vanidad, el orgullo, en donde se puede aceptar la ganancia, pues en apariencia la pasión es una fuerza bruta y sin sentido que desafía toda razón”, donde se nos da a entender, una vez más, que el mexicano tiene tantas carencias que busca el modo de llenarlas, más bien de satisfacerlas, puesto que busca fines individuales, uno de ellos es el amor propio, que como mexicanos no tenemos, no nos queremos y muchos menos nos aceptamos.

Algo similar sucede con la persona que es fanática de la música o de algún artista, puesto que como mexicanos no tenemos identidad, constantemente estamos tratando de encontrarla, buscamos en donde encajar, existe un vacío dentro de nosotros mismos que necesitamos llegar, es ahí donde entran todos esos artistas y hacen que nos identifiquemos con ellos:

“pues se identifica con sus sentimientos internos, él quiere protestar ante la sociedad, ante sus padres, ante la vida, y la música será su mejor aliada porque esta sí lo comprende, ese artista si entiende sus sentimientos y surge esa resonancia[2] entre el artista y el fan. Tanto el artista compuso sus canciones para un cierto número de aficionados, como estos también estaban ansiosos de que algunas canciones interpretaran sus sentimientos…” (Salcido., 2014).

Como sociedad, somos un pueblo que se quedó en la etapa oral, expresamos todo lo que sentimos, todo lo que traemos “guardado”, eso que nos pesa, esa piedrita en el zapato que tanto nos molesta, tratamos de resolverlo gritando, o en el caso de la música, cantando, porque algunas veces, son las mismas canciones que reflejan nuestro sentir.

Erich Fromm define al fanatismo como “un intento de escapar de la soledad, es un deseo de establecer vínculos afectivos con otras personas que creen igual”, y es precisamente lo que pasa con este tipo de fanáticas, que en su mayoría son jovencitas, pues una gran cantidad de ellas, pertenece a un “club de fans”, y cuando se encuentra con las/ los demás integrantes, se siente “mejor”, se sienten identificadas, pues ahí si son aceptadas y no son criticadas.

De algún modo, el músico o el artista, ya ha encontrado su “identidad”, pero el fanático mexicano aun no la encuentra, quiere encontrarla con sus “ídolos”, por eso es que “hay fans que hasta se convierten en imitadores de sus artistas

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