El sistema penitenciario mexicano

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Dejando de lado un poco el preámbulo de la forma en la que se trataba a los delincuentes en siglos en los cuales no existía un régimen penitenciario o instituciones penales como tales pasamos a los referentes de aproximadamente el S. XVI en el cual se inicia un movimiento generalizado en Europa con la finalidad de desarrollar establecimientos correccionales y es aquí en la idea de las casas correccionales, en donde encontramos el primer referente y quizá verdadero antecedente de la reacción social carcelaria moderna.

Las primeras se dieron en Inglaterra dedicadas para albergar a mendigos, jóvenes de mala conducta, menores rebeldes y de la mala vida, prostitutas y en general personas deshonestas y delincuentes menores. La primera fue la House of Correction deBridewell, en 1552, después Oxford, Gloucester, Salisbury y Norwick.

Las casas de corrección de Amsterdam, de gran influencia para el desarrollo de la pena de prisión. La primera en 1595, Rasphuis para varones que se debían ocupar del raspado de madera para obtener tintes. La Spinhuis de 1597 para mujeres, dedicadas a la hilandería y encajes.[5]

Estas casas estaban regidas por un reglamento que preveía la manutención de lo recluidos, cuidados medico, educación, disciplinas, trabajo y asistencia espiritual, sin embargo aun las penas corporales o "reprimendas" como los palos, azotes, cepos y celdas de agua aun se continúan usando.

Posteriores a estas casas se dieron otros sistemas orientados a lograr una corrección moral y se operaba mediante el aislamiento celular nocturno y un trabajo diurno, generalmente bajo la regla del silencio absoluto, este nuevo sistema fue mayormente usado en Italia.

Dando un pequeño o gran salto temporal, es como llego al S. XVIII, en el cual se dan a conocer los primeros penitenciaristas, es aproximadamente en la segunda mitad de este siglo cuando se dan a conocer, vía su publicación dos libros que son fundamentales para las reformas que posteriormente se le hacen a las cárceles; estos son, "De los delitos y de las penas" por Cesar de Bonesana, Marqués de Beccaria, el cual tuvimos a bien analizar durante este semestre como muestra de lo que en un inicio aquellos interesados en el tema del penitenciarismo pensaron era lo básico necesario para un establecimiento de forma correcta de un centro penitenciario y del trato que se le debería dar a los prisioneros, claro está desde su muy particular punto de vista y posicionamiento en tiempo y lugar en el que vivía, es decir un contexto; y por otra parte tenemos "El Informe sobre las Prisiones de Inglaterra y Gales" por John Howard, que trata de manera mucho más puntual que Beccaria, el trato a aquellos que se encuentran recluidos, debido a su experiencia adquirida en estos centros de reclusión.

El libro de Beccaria tuvo una gran proyección en el pensamiento penal, inclusive en el de la actualidad al expresar: “para que cualquier pena no sea una violencia, de uno o de muchos en contra de un ciudadanos particular, debe ser esencialmente pública, pronta, necesario, la menor posible en las circunstancias dadas, proporcional a los delitos y dictadas por las leyes.”[6]

Retrata como se da un cambio de ideología sobre el modo de las sanciones penales, sin embargo no se advierte si se trata de un avance o un retroceso en materia penal ya que siguen existiendo muchas penas y pocos espacios de reclusión, ninguna opción para tratamiento y un exceso de personas. Refiere una necesidad de una evolución al menos en el orden político, que podemos llamarlo también estado y sus instituciones, hace de manera obvia, una gran referencia a las instituciones de represión social.

Debe manejarse una nueva concepción de justicia, o lo que se podría llamar un orden social más justo, sin embargo lo más común es ignorar en donde se encuentran las raíces del mal, que muchas veces aparecen muy bien enraizadas en un “suelo abandonado” lleno de injusticias, privilegios e inmoralidades.

Por su parte John Howard, Tuvo la desgracia de ser tomado prisionero, por lo que tiene su primera y directa impresión de las prisiones. Se desempeño como “Sheriff” de Bedforshire, función con actividades judiciales, de policía y vigilancia de prisiones, se impresiono negativamente de las cárceles de su jurisdicción.

Consideraba como principio fundamental de la prisión: "Make them diligent and they will be honest.", que significa "Hazlos diligentes y serán Honestos"; que desde el punto de vista de Howard y de su obra no es más que tratarlos con dignidad para que esto los lleve a reformarse y hace alcanzar los ideales de llevarlos de nueva cuenta a la sociedad con una intención restauradora, generando no solo un bien sino dándole a la sociedad un ente productivo.

Es pues posterior a estos dos libros principales que empieza la revolucion de ideas sobre lo que un sistema Penitenciario debe ser y significar.

Aparece pues Jeremias Bentham, autor que ocupo gran parte de lo visto en clase desde diferentes perspectivas; desarrolló su proyecto desde el punto de vista penológico y arquitectónico, enlazados para la ejecución de la pena de prisión.

Piensa que los delincuentes son como niños que carecen de autodisciplina para controlar sus pasiones a través de la razón y que los delitos no son pecaminosos o cometidos por maldad, sino resultado de un cálculo inadecuado al actuar. Por ello, la ley penal debe producir más sufrimiento que placer para que el hombre se abstenga de cometer actos antisociales. La ley debe enfatizar la prevención y no la venganza, estimulando la disciplina y el respeto, aplicando penas solamente necesarias para evitar la comisión de delitos.

En su obra “Introducción a los principios de moral y legislación” (1789), propone las bases de muchas reformas aplicables al manejo en cuanto a su moral, salud y educación.

Bentham también es el creador del "Panóptico", que desde un punto arquitectónico se trata de una prisión con una torre al centro desde el cual se puede vigilar a los presos, con celdas tipo celular para no más de 4 internos, que debían ser cuidadosamente seleccionados para evitar lo que él llamaba una contaminación (es decir que se comunicaran sus conocimientos delincuenciales y pudieran incurrir en mayores delitos).

desde un punto de vista más cercano al derecho penal, el sistema Panóptico, permite una vigilancia continua, que sugestiona al interno a la vigilancia constante estimulándolo a actuar de la manera correcta. Este novedoso sistema fue traído a México por Porfirio Díaz e implementado en El Palacio Negro de Lecumberri,