Historia de la psicologia Concepto biológico

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Riquelme die que la psicología en el área antropológica no busca apoyo en el campo de la metafísica ni fisiología, si no, en la observación de uno mismo y de los hombres. (Riquelme, 1948).

Las primeras formulaciones sobre el temperamento se remonta a Hipócrates, quien sostuvo que el temperamento provenía del balance que crean cuatro humores básicos (sangre, flema bilis, y atrabilis) y juntos forman la krasis. (García, 2008b). Por su parte Claudio Galeno, distinguió el temperamento sanguíneo, el bilioso, el melancólico y el pituitario. Años más tarde el medico Pierre Cabanis agrego a la clasificación el tipo nervioso y el muscular.

El médico alemán Ernest Kretschmer (1888-1964), realizo un trabajo mediante observaciones de pacientes en un contexto hospitalario, siguiendo la guía del principio elemental que postulaba la forma física de los individuos y las particularidades que acusa su funcionamiento psicológico. Elaborando una teoría donde los aspectos morfológicos y psíquicos formaban una integrada y armónica unidad.

Wilhelm Wundt (1932-1920), quien se considera el fundador de la psicología experimental, impulso la psicología de los pueblos, Wundt desplazo interés en la conciencia y procedimientos para su análisis atomístico hacia una concepción de la psicología de las sociedades. Los estudios sobre la mente colectiva adquirieron formas concretas en fenómenos como el lenguaje, mitos, historia y costumbres. (Gondra, 1997; Koch, 1992).

Concepto científico.

El último enfoque que caracteriza el estudio del alma en la cronología histórica ideada es el concepto científico. Dejando muy en claro que la conciencia es lo esencial, una denominación reciente que adquiere el alma. La conciencia, en sus orígenes tiene a René Descartes (1596-1650), para él, el alma equivale a pensamiento puro, lo que no tiene nada que ver con la vida. (Geymononat, 2006). Descartes consiguió amarrar muchos de los cabos que habían permanecido sueltos desde Platón.

Riquelme, sin embargo, procedió a recrear algunas características que considero esenciales para una conceptualización de la conciencia. La conciencia es susceptible, de albergar contenidos externos, internos y propios. Sabiendo la diferencia entre lo interno y externo, a nosotros, o cuando distinguimos la diferencia entre lo pensado sobre una cosa y la cosa al mismo tiempo allí es cuando hablamos de la conciencia, que equivale al yo.

Davies (1999), sostiene que la conciencia puede ser descripta como el pensamiento acerca de los estados mentales. Riquelme introduce la distinción logia entre ser y existir, por lo menos a nivel subjetivo, las cosas existen para nosotros cuando tenemos conciencia de ellas. Es decir, la mente no crea el mundo, pero si confiere a los elementos materiales una realidad subjetiva.

La conciencia subjetiva asigna a cada cosa una estimación o valoración de la que puede inferirse la ley moral, mientras la segunda reconoce a las cosas una condición más “dura” a la cual corresponde una formulación en términos de la ley física, de suyo más apegada a la racionalidad científica.