La Introduccion a la Psicologia de la Emergencia

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Si tenemos en cuenta el nivel de estrés al que son sometidos los integrantes de cuerpos de bomberos, es deducible que no quedan ajenos a esa lamentable lista de suicidios y todos los años se dan a conocer episodios que los involucran. En algunos casos directamente como lo sucedido en Iron Mountain, donde 2 de los sobrevivientes terminaron quitándose la vida poco tiempo después y en otros casos, producto de conductas que nada tienen que ver con la ética y las buenas costumbres bomberiles, dígase adicciones, que terminan cobrando otras vidas.

El personal de los servicios de emergencia, que puede estar habituado a ver constantemente cadáveres en el curso normal de su trabajo, se siente a menudo sacudido y abrumado por la enorme cantidad de muertos con que se encuentra durante las operaciones de rescate. No solamente afronta dicha situación fúnebre, sino que suele manejar cuerpos grotescamente mutilados. Los socorristas en una catástrofe no arrastran la muerte de un individuo que muere tranquilamente en su casa, sino que se enfrentan a muchos decesos simultáneos que han sido, con frecuencia, extraordinariamente violentos y en muchos casos las víctimas son niños.

Todas estas realidades hasta ahora expuestas solo pueden ser atendidas y tratadas oportunamente y a tiempo si se cuenta con una ayuda que venga desde adentro de nuestros propios cuarteles. Nosotros estamos todos los días en contacto nuestros compañeros y la única forma de evitar que se incurra en situaciones de este tipo es previniendo desde la salud mental, haciendo las desmovilizaciones emocionales después de cada servicio (Defusing) y las charlas especializadas con las dotaciones intervinientes en caso de que se detecten conductas fuera de lo normal (Debriefing).

Estas prácticas sanas necesitan no solo la aceptación de que son necesarias, también se precisa de personal capacitado en cada cuartel para saber brindar auxilio psicológico cuando se requiera, pero sobre todo, que sepan ayudarse a sí mismos y a sus compañeros y también se necesita un nexo imprescindible con las autoridades de la especialidad en la región para su intervención en caso de ser necesario.

Las enfermedades profesionales a las que están expuestos los miembros de Bomberos Voluntarios no son un tema de psiquiatras y psicólogos, son un tema de todos.

Es importante recibir formación adecuada tanto en la fase preventiva como operativa de este tipo de situaciones. Recordando además que también está en juego nuestra integridad y seguridad.

El apoyo de la jefatura es muy importante para lograr que nuestra tarea se multiplique y se contagie entre todos.

No importa cuántas veces seamos rechazados en el intento de crear una conciencia sobre la importancia y la necesidad de la Psicología de la Emergencia, si somos conscientes nosotros mismos de eso, en algún momento los demás también lo serán.