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Ley de la victoria

Enviado por   •  12 de Junio de 2018  •  6.969 Palabras (28 Páginas)  •  358 Visitas

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16 LA LEY DEL GRAN IMPULSO El impulso es el mejor amigo de un líder TODOS LOS LÍDERES ENFRENTAN el reto de hacer cambios en una organización. La clave es el impulso —lo que yo llamo el Gran Impulso. Así como todo navegante sabe que no se puede gobernar un barco que no avance, los líderes fuertes saben que para cambiar de rumbo, primero hay que crear progreso —y para eso se necesita la Ley del Gran Impulso. Hace varios años vi una película titulada Stand and Deliver. Tal vez usted la vio también. Es la historia real de un maestro llamado Jaime Escalante que trabajaba en la escuela secundaria Garfield, situada en el este de Los Angeles, California. La película se concentraba en la capacidad de Escalante como maestro, pero la historia en realidad es un estudio de la Ley del Gran Impulso. La enseñanza, la motivación, y el liderazgo corrían en la sangre de Escalante, aun desde su juventud en su país natal Bolivia. Comenzó a ayudar a otros niños cuando estaba en la escuela primaria, y a desempeñarse profesionalmente como profesor de física antes de recibir su licenciatura. Poco tiempo después era conocido como el mejor maestro de la ciudad. Cuando tenía unos treinta años. Escalante y su familia emigraron a los Estados Unidos. Trabajó varios años en un restaurante y luego en Russell Electronics. Aunque pudo seguir una profesión prometedora en Russell, regresó a la escuela y obtuvo una segunda licenciatura para poder enseñar en los Estados Unidos. El deseo ardiente de Escalante era hacer una diferencia en la vida de la gente. A la edad de cuarenta y tres años, la escuela secundaria Garfield lo empleó para enseñar ciencias de la informática. Pero el primer día de clases se dio cuenta de que no había fondos para computadores. Como su título era en matemáticas, enseñaría matemáticas básicas. Decepcionado, fue en busca de su primer grupo, con la esperanza de que su sueño de hacer una diferencia no se le estuviese escapando entre los dedos. COMBATIENDO UNA MAREJADA DE IMPULSO NEGATIVO El cambio de computación a matemáticas fue el menor de los problemas de Escalante. La escuela, que había estado tranquila durante su entrevista en el verano, ahora era un caos. No había disciplina. Continuamente surgían peleas. Por todas partes había basura y graffiti. Los estudiantes —aun gente del vecindario— vagaban por todo el campus durante todo el día. Escalante descubrió que Alex Avilez, el liberal director de la escuela, en realidad fomentaba el reconocimiento de las pandillas dentro del campus. Avilez había decidido que los estudiantes miembros de pandillas debían recibir validación y más oportunidades de identificarse con la escuela. Motivó a dieciocho pandillas a colocar sus placas (letreros con el símbolo de la pandilla) en varios lugares del campus para que estos fueran sus lugares de reunión. Era la peor pesadilla de un maestro. ¿Cómo Escalante iba a poder hacer una diferencia en estas condiciones? Casi todos los días pensaba en renunciar. Pero su pasión por la enseñanza y su dedicación a mejorar la vida de sus estudiantes no le permitían darse por vencido. Sin embargo, al mismo tiempo reconocía que los estudiantes estaban condenados si la escuela no cambiaba. Todos retrocedían rápidamente, y necesitaban algo que los hiciera avanzar. El cambio vino como resultado de algo que en el momento pareció una gran dificultad: Cuando los administradores fueron informados que la escuela estaba en peligro de perder su reconocimiento oficial, el distrito despidió al director Avilez y lo reemplazó por un mejor líder, Paul Possemato. Inmediatamente limpió la escuela, eliminó la actividad de las pandillas, y expulsó del campus a los extraños. Aunque sólo estuvo 2 años en esa escuela, este director la salvó de perder el reconocimiento oficial y detuvo el impulso negativo. SE NECESITA QUE UN LÍDER INICIE LAS COSAS La película Stand and Deliver hizo ver como que fue Escalante el de la idea de preparar a los estudiantes a tomar un examen de colocación avanzada. Pero en la realidad, ya se tomaban unos cuantos exámenes de este tipo en el campus. Cada año, algunos estudiantes tomaban exámenes de español. En algunas ocasiones, uno o dos estudiantes se arriesgarían a tomar un examen de física o historia. Pero el problema era que la escuela no tenía un líder con visión que adoptara esta causa. Aquí fue donde entró en escena Escalante. Creía que él y la escuela podían causar un impacto en la vida de los estudiantes, y la forma de empezar era desafiando a los mejores y más inteligentes a tomar un examen de colocación avanzada de cálculo. PEQUEÑOS COMIENZOS En el otoño de 1978, Escalante organizó la primera clase de cálculo. Reuniendo a todos los candidatos que tal vez podrían responder a un curso de cálculo, de una población estudiantil de 3.500, sólo pudo encontrar catorce estudiantes. En las primeras clases les explicó lo que tendrían que hacer para prepararse con el propósito de tomar el examen a fin de año. Al final de la segunda semana de clases, ya había perdido 7 estudiantes —la mitad del grupo. Aun los que se quedaron no estaban bien preparados para comenzar a estudiar cálculo. Al final de la primavera, el grupo se había reducido a 5 estudiantes. Todos tomaron el examen en mayo, pero sólo 2 aprobaron. Escalante estaba decepcionado, pero se negó a darse por vencido, especialmente porque ya había obtenido cierto progreso. Sabía que si daba a los estudiantes unas cuantas victorias, crearía en ellos confianza, les daría esperanza, y podría ayudarlos a avanzar. Si tan sólo podía crear algo de impulso, las cosas en la escuela cambiarían completamente. DOS CLAVES: PREPARACION Y MOTIVACION Escalante reconocía que sólo podría tener buen éxito si sus estudiantes eran inspirados eficazmente y debidamente preparados. La motivación no sería un problema porque el maestro de cálculo era dotado en esta área. Entendía sumamente bien a sus estudiantes y siempre sabía exactamente qué hacer con ellos. Si necesitaban motivación, les ponía tareas extra, o retaba a uno de los atletas de la escuela a un partido de balonmano. (¡Escalante nunca perdía!) Si necesitaban ánimo, los llevaba al McDonald’s como recompensa. Si se volvían perezosos, los inspiraba, los sorprendía, los divertía, y hasta los intimidaba. Y durante todo ese tiempo les daba el ejemplo de duro trabajo, dedicación a la excelencia, y lo que él llamaba “ganas” —deseo. Preparar a sus estudiantes fue más difícil. Introdujo más álgebra y trigonometría a los estudiantes en niveles más bajos, y obtuvo que algunos de sus colegas hicieran lo mismo. También comenzó a buscar apoyo para un programa de verano en el que se enseñara matemáticas avanzadas. Con el tiempo, los estudiantes mejoraron. TODO COMIENZA CON UN PEQUEÑO PROGRESO En el otoño. Escalante creó otra clase

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