Observación a Adultos

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para destinar en sus vidas fuera del trabajo era escaso, a veces con domingos libres, pero ambas lo dedican principalmente a las tareas domésticas y al cuidado de sus hijos, y expresaron que si pudieran cambiar algo de sus vidas sería las horas dedicadas al trabajo.

Apreciación de la experiencia

Contrastando lo observado con lo expuesto al trabajo de Fernández (2000) sobre la apariencia y adaptación sexual - “Los cabellos encanecidos, la piel engrosada y las “patas de gallo” que son consideradas como prueba de experiencia, madurez y maestría en los hombres, son miradas como señales indicadoras de que “está entrada en años”, en las mujeres.”- el acercarnos a la vida adulta en trabajadoras de un centro de estética, nos mostró que lo anterior no se cumple en todos los casos, y en ciertos contextos laborales o culturales el adentrarse en la vejez no es sinónimo de descuido o alejamiento de la sensualidad.

Además, se observan las condiciones de género supuestas por nuestro grupo antes de acercarnos a las trabajadoras, expuestas por ellas al responder sobre su jornada laboral, la cual se extiende ampliamente por sobre las 45 hrs semanales que a nivel país están establecidas, ambas impulsadas por el objetivo de mantener a sus familias, tal como describe Fernández (2000), algunas mujeres que ingresan o reingresan al ámbito laboral que requiere de mano de obra o “aceptan” tomar un trabajo muy exigente en tiempo o dedicación, debido al agotamiento de sus reservas económicas o la necesidad de continuar apoyando a sus hijos.

En cuanto a nuestra experiencia como grupo con respecto al trabajo, nos fue más fácil observar a las personas trabajar que hacerles preguntas “tipo encuesta”, debido al resguardo que tuvimos con cómo y qué preguntarles, sobre todo por la preocupación de no incomodarlas. A pesar de que queríamos saber acerca de su experiencia trabajando en un país que no es de su origen y de nuestras intrigas sobre el cuidado de los hijos y su tiempo libre, nos pareció poco prudente hablar sobre esos temas para exponerlos en un trabajo, por lo tanto, hicimos preguntas más amplias y nos reservamos algunas dudas.

A pesar de eso, nos sorprendimos al saber que sus jornadas laborales eran aún más extensas de lo que esperábamos y también pudimos notar una diferencia aparente con el modo de comportarse en ese ámbito de su vida con respecto a personas de la galería de nacionalidad Chilena. Las mujeres colombianas encuestadas parecían un poco más relajadas y animosas a la hora de enfrentar su rutina, y no expresaron molestia con nuestra presencia ahí.

Como grupo nos quedamos con inquietudes respecto a sus vidas como adultas, madres, inmigrantes, mujeres, que creemos podemos abordar más adelante con el tiempo suficiente como para no hacer una irrupción abrupta en sus vidas y adentrarnos más lentamente en sus construcciones vivenciales.