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RELACIONES HUMANAS Definición Cómo Interpretamos la Conducta Social

Enviado por   •  25 de Enero de 2018  •  3.593 Palabras (15 Páginas)  •  590 Visitas

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La Conducta Altruista o Pro Social

Naturaleza de la conducta pro social.

- Bases biológicas del altruismo: La conducta altruista no es algo privativo del hombre. También se da en otras especies animales, donde no es raro que el macho (por ejemplo en los monos) llegue a dar la vida por defender a las hembras con crías.

- Afecto y altruismo: la conducta altruista no se explica satisfactoriamente acudiendo solo a factores biológicos. La forma específica de conducta altruista viene siempre condicionada por fuerzas sociales, el temperamento individual y las funciones que le sirven al individuo en las situaciones particulares.

Altruismo como habito: existen pequeños actos altruistas (dar una limosna, un regalo, etc.) que algunas personas hacen > y otras, sin embargo > no lo hacen. Los costos son pequeños para el individuo pero las ganancias frecuentemente son nulas.

- Altruismo como conducta aprendida: tal vez la razón más frecuente y más obvia de por qué ayudamos a los demás sea que se nos ha enseñado a hacerlo. Ahora bien, el altruismo puede ser aprendido de diferentes maneras:

- Aprendemos de otras personas que ayudan y que nos sirven como modelos.

- Aprendemos que la ayuda puede ser recompénsate.

- Aprendemos normas sociales que nos dicen que se espera de nosotros que ayudemos.

- Conducta empática y simpática: una de las formas más comunes de altruismo es la conducta simpática: ayudamos más a aquellos con los que por diferentes razones simpatizamos. De hecho, lo que sí está claro es que ayudamos más a quienes percibimos como semejantes a nosotros que a quienes percibimos como diferentes.

- Altruismo como conformidad social: el grupo ejerce fuertes presiones sobre los individuos para que se comporten según las normas de los roles que ocupan en la estructura social, de forma que, a veces, tales normas exigen una acción altruista. En este sentido, esas conductas altruistas no serían más que conductas conformistas.

- Altruismo como fingimiento: finalmente, no es raro encontrar conductas aparentemente altruistas, pero solo por fingimiento, o sea, por hipocresía.

En todo caso, como subraya Batson (1991), nuestra disposición para ayudar viene determina tanto por el autoservicio como por consideraciones desinteresadas, sobre todo cuando quien sufre o necesita ayuda es alguien con quien simpatizamos.

No es la personalidad altruista la única variable que explica las conductas prosociales de las personas. A menudo son factores exteriores (anonimato, tamaño del grupo, etc.) e incluso variables aparentemente triviales (sentimientos de culpa, etc.) los que más influyes en la conducta altruista.

Algunos correlatos del altruismo.

Veremos a continuación la correlación existente entre el altruismo y algunas otras variables como:

- Edad: dependiendo de cómo definamos el altruismo, podemos encontrarlo ya en niños pequeños, incluso de dos años. En todo caso, los estudios existentes parecen indicar que a partir de esa edad va aumentando la conducta altruista hasta la adolescencia. (Rushton, 1976: Rushton y Weiner, 1975).

Efectivamente, es muy posible que tanto la cooperación como la competitividad aumenten entre los seis y los doce años, pues durante estas edades aumenta la actividad social general.

- Sexo: en general, suele encontrarse que las mujeres son más sociables y están más interesadas por las relaciones personales. En consecuencia, podemos esperar tendencias altruistas más frecuentes en las mujeres. Krebs (1970). Además, se ha encontrado que las mujeres de clase baja son más altruistas que las de clase alta.

- Estado de ánimo: las investigaciones han comprobado sistemáticamente que el encontrarse en un estado de buen humor favorece la conducta altruista. Sin embargo, los estados de malhumor no han mostrado sistemáticamente el efecto contrario.

En conclusión, pues, la conducta de ayuda no es indiscriminada. Estamos más inclinados a ayudar: a) a aquellos que nos gustan; b) a quienes percibimos como similares a nosotros; c) a quienes realmente lo necesitan.(Worcher y Cooper, 1983). Más específicamente, la probabilidad de ayudar aumenta cuando: 1) han sido reforzadas positivamente nuestras conductas de ayuda; 2) estados de buen humor; 3) observamos un modelo altruista; 4) las reglas y normas permiten, o aconsejan o incluso casi obligan a la conducta de ayuda; 5) no estamos preocupados o no tenemos mucha prisa; y 6) debemos un favor por reciprocidad.

En síntesis, la mejor forma de explicar la conducta altruista es, como en tantos otros sectores del comportamiento humano, mediante la interacción entre persona y situación, que es justamente lo que Eagly y Crowley (1986) encontraron tras analizar nada menos que 172 estudios con un total de casi 50,000 sujetos.

Lo más positivo que podemos decir del altruismo es que se trata de una conducta que, como cualquier otra, puede aprenderse y puede enseñarse.

Psicología Social de los Grupos Conceptos Básicos

La psicología social del individuo debería ser combinada y coordinada con una casi no existente psicología social colectiva, sin la cual a menudo se muestra un cuadro distorsionado del funcionamiento individual (Steiner). Y es que no hay grupos sin individuo, pero tampoco existen individuos que funcionen independientemente de sus grupos de pertenencia o de referencia. El grupo es más que la suma de sus partes y el individuo se comporta con frecuencia de forma diferente cuando esta solo que cuando está en grupo.

- El grupo se define como dos o más personas que interactúan mutuamente de modo tal que cada una influye en todas las demás y es influida por ella, tener uno o más objetivos comunes. Un grupo puede ser definido como dos o más individuos que; a) interactúan mutuamente; b) son interdependientes; c) se definen a sí mismos y son definidos por los demás como miembros del grupo; d) construyen normas relativas a asuntos de interés común y participan en un sistema de roles entrelazados; e) se influyen mutuamente; f) encuentran al grupo recompénsate; y g) persiguen metas comunes.

- Dinámica de grupo, ambiente físico (por ejemplo, la distribución de los pupitres en el aula o la forma de la mesa alrededor de la cual discutirá el grupo), hasta el poder social dentro del grupo, pasando

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