RELACIÓN CONCEPTUAL ENTRE LOS TÉRMINOS ACUÑADOS EN LA PSICOLOGÍA FORENSE
Enviado por Eric • 11 de Abril de 2018 • 3.122 Palabras (13 Páginas) • 402 Visitas
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Mejor corroborar datos, compararlos, distribuirlos, replantearlos, juzgarlos, cuestionarlos, atraparlos en la historia desde diversas posturas, de diversas maneras y de múltiples formas de acertar a decir algo con claridad… eso es interdisciplinariedad, eso es cientificidad.
Objetivo general
Definir estructuradamente la Psicología y el derecho mediante una comparativa epistemológica para relacionarlas desde la definición y su aplicación con el proceso de consolidación de la persona humana como agente de sociedad.
Objetivos específicos
Explicar mediante definición exploratoria el significado de la psicología forense y su impacto en la indagación sobre el comportamiento de la persona humana.
Reconocer el término forense y su comparativa con la psicología, para proyectar ambos términos en la indagación de la conducta de la persona como individuo
Psicología forense
Es muy importante aclarar el término forense el cual proviene del “latín en cuanto a definición clásica y es:
Vocablo que está adscrito a en la palabra “forensis”, referido al forum de las ciudades romanas; la plaza donde se trataban los negocios públicos y donde el pretor celebraba los juicios. Por tanto, la palabra está referida al “foro” o lugar donde se administra justicia. “Sitio en que los tribunales oyen y determinan las causas” “sitio humano donde se develaron secretos después de haber sido corroborados en un ejercicio práctico de indagación y comprobación, se vale de la palabra, los hechos, las pruebas, las expresiones, las evidencias y todo lo que acuñe un vínculo de personas que debaten y comprueban asuntos” (Diccionario de la real academia de la lengua, 2006)
La anterior definición posibilita entonces aclarar lo que de antemano se supone ya con la concepción de la real academia de la lengua y es el ejercicio que un psicólogo debe cumplir en el foro, y sobre todo en aquellas donde la evidencia parte de la iniciativa de corroborar para luego intervenir. Lo que media entonces el termino forense en relación con la psicología es lo que corresponde a la cuestión de la justicia, es decir ayudar al debate que establece el derecho en el otorgamiento de justicia pero mediado con otros factores que se establecen en el modo de comportarse los individuos en tal o cual situación.
Lo que se logra observar en la definición en relación con lo forense es la correlación que hay entre lo público y lo privado, lo individual y lo personal, las acciones de un sujeto y el impacto que conlleva en la experiencia social a lo cual la psicología interviene mediante una exploración de conflictos para luego aterrizarlos en un debate legal.
Se puede además afirmar que la psicología forense se logró articular a la psicología jurídica como un encuentro entre las concepciones estrictamente funcionales en su objeto epistemológico que le atribuye su exploración como ciencia y las correspondencias en el soporte de la administración de justicia.
Por consiguiente en lo que logra constituirse la psicología forense está determinado por:
Elaboración de peritajes psicológicos, es decir mediante acciones enjuiciadas de hecho, lograr reconocer acciones culposas o realmente delictivas en un juicio.
Por tanto al igual que cualquier tipo de evaluación psicológica deben estar presentes: un evaluador, una persona evaluada, instrumentos o técnicas evaluación. Esto que parece de lo más elemental no siempre se tiene en cuenta, pues se dan casos reales de peritajes donde l perito evalúa a un sujeto sin este estar presente, por ejemplo por medio de entrevistas con terceras personas…esto no es un peritaje, solo se constituye como documento que liga el caso. Siempre y en todos los casos el peritaje debe realizarse directamente sobre la persona objeto de evaluación. (Sierra, 2006)
Es importante evidenciar como se establecieron en los juzgados en diferentes partes del mundo la presencia de psicólogos que debatían en torno a las leyes y cuestionaban los antecedentes penitenciarios, ya que no garantizaban un estudio patente que diera fe de que se estaba tratando a toda costa de indagar las causas ultimas de las acciones delictivas, y no solo como un requisito impuesto por las leyes. Tal acto puede concebirse como una oportunidad para hacer una reflexión de los términos de “foro” en analogía con la individualidad que encierran las acciones delictivas.
La necesidad de la intervención de los psicólogos como peritos en los diferentes procedimientos judiciales no es nueva, se viene planteando desde principios del siglo XX, citándose como primeros antecedentes el testimonio de Albert von Schrenck-Notzing en un juicio celebrado en Munich en 1896, que informó sobre la influencia de la sugestión en numerosos testigos a causa de los efectos de lo publicado en la prensa sobre el caso de asesinato que se juzgaba; así como la publicación de la obra “On the Witness Stand” de Hugo Münstrberg en 1908 en la que defendía que con los conocimientos sobre percepción y memoria los psicólogos podían comprender mejor que los juristas la mente de los testigos. (Munné, 1986)
La anterior aportación desprende algunas consideraciones importantes entre las que cabe mencionar las que explican la pericia de los psicólogos en un debate legal, ya que entrañaban en su saber específico la capacidad de orientar un proceso alterno entre las imágenes visuales y auditivas con las confrontaciones de la mente que daban aportes reales de la conducta y no solamente como una teoría culposa.
Lo que facilitaría desde luego una manera de otorgar justicia dando desde la exploración de salud mental un nuevo concepto, una nueva manera de entender las culpas y ante todo siendo coherente con un sistema que debe velar por la integridad de las personas.
Cuando se reconoce el derecho de los reclusos, y el tratamiento que requieren, se está detectando una nueva concepción de aportaciones de la psicología en el proceso de reivindicación del comportamiento y es el de contribuir a las observaciones primarias de hechos mediante los testimonios, observaciones, escalas valorativas y diagnosticas de dichas indagaciones. (Trull, 2003)
Este aparte permite entonces pensar en un campo específico de la Psicología forense, y realmente se puede mediante un ejercicio crítico establecer un tramado de aportaciones específicas de alto alcance que favorecen la manera de otorgar justicia, a saber:
- Las consideraciones no arbitrarias
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