Responsabilidad social.

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Cabe decir que el profesional debe tener como base fundamental conocer los principios básicos del psicólogo y segundo cumplirlos. Esto consiste en una serie de conductas que debe realizar el profesional para el bienestar de las personas que se intervienen, Como lo es el pensar principalmente en los intereses del cliente, no tanto prestar un servicio porque lo conmueve sino más bien prestarlo porque el sujeto busca necesita y busca de él.

En el libro de los principios del psicólogo mencionan unas palabras escritas por Sánchez (1999) que habla de lo mencionado anteriormente:

“Una situación que también representa un conflicto estico tiene lugar cuando el psicólogo está interesado en atender a un cliente por intereses profesionales, como puede ser la propia necesidad económica y el prestigio profesional, en lugar de atender los intereses del cliente. En esas situaciones el interés profesional entra en contradicción con el bienestar del cliente, el propio beneficio sustituye el beneficio del cliente”.

Siendo evidente que primero el profesional debe tener la responsabilidad de pensar en aquello que le puede beneficiar al sujeto que está al frente, que todo aquel que accede al servicio y hace parte de la humanidad se observa no como aquel que va a consulta a que le indiquen que es lo que debería realizar, sino como un agente activo, que cuenta con las herramientas para adueñarse de su propio universo, que toma sus propias decisiones, que tienes ciertas particularidades que lo diferencia del otro, cumpliendo con los recursos necesarios para lograr darle forma a todo lo que acontece en su vida y le genera incomodidad, es por eso que el psicólogo debe tener la responsabilidad de respetar el derecho que tienen las otras personas, el adquirir autonomía, dado que ellos mismos optan por elegir la normas y valores.

El no generarle culpabilidad a los sujetos es también responsabilidad del psicólogo, dado que tiene que actuar hacia el desarrollo y perfeccionamiento de la vida o salud mental de los agentes, que en cierta manera son influenciados por el trabajo profesional que se realiza en el proceso de intervención, además, cuando ellos acceden al servicio es porque están interesados en el mejoramiento y beneficio de aquello que les está perturbando a aconteciendo, pero también hay que tener en cuenta que esto no depende solo del psicólogo sino también de las disposición del sujeto, dado que por muchas preparación haya tenido existe también mucha exigencia de la participación activa del sujeto por mejorar la situación.

Otros de los puntos relevantes en cuanto a la responsabilidad como psicólogo es cumplir con las obligaciones morales como no revelar información del sujeto que fue intervenido en la terapia psicológica, dado que es una de las acciones fundamentales que se debe tener en cuenta, porque la privacidad del otro es una serie de datos que son propias de aquel que tiene la confianza de comunicar aquello que le pertenece a sí mismo, es por eso que la privacidad es una obligación como profesional, el respetar el derecho de otro individuo.

Como según es mencionado en una práctica de Investigación nombrada como Responsabilidad profesional. Las perspectivas deontológicas, jurídica y clínica Cf. Salomone G. y Domínguez, M. E (2006):

La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las conductas que ponen en riesgo o dañan directamente aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por las normas deontoló- gicas. Los bienes jurídicos no refieren necesariamente a bienes materiales; por ejemplo, tal como lo mencionáramos anteriormente, el deber de confidencialidad, de consentimiento informado, las regulaciones respecto de las transgresiones de los límites profesionales, etc. tienden al resguardo de los derechos a la intimidad, autonomía, autodeterminación, respectivamente.

Como también hay que tener en cuenta que al realizar todas estas acciones de responsabilidad es generarle el bienestar a la humanidad, además hay que tener en cuenta que el profesional debe ser muy inteligente a la hora de actuar, porque de por si la mirada está puesta en las imágenes de aquellos que son conocidos como profesionales, y entre esos está el psicólogo, es por eso que no solo debe ser responsable de las acciones que se realizan dentro de la intervención, sino también de respetar todos los derechos humanos y ser partícipe de la igualdad de oportunidades, es decir, debe contar con la obligación de no lesionar la consideración social de los seres humanos, además un buen psicólogo vela para que la personas tengan acceso a la mejoría de salud, educación y trabajo.

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LOS DERECHOS HUMANOS

En este análisis reflexivo se pretende abarcar conceptos trabajados en el curso y evidenciar su comprensión y relación, ya que como estudiante y futura profesional de la psicología se entender los mecanismos que definen las dificultades, malestares, preocupaciones del individuo, además de facilitar el proceso de solución de problemas, aumentar la responsabilidad e implicación entre los residentes de un grupo o comunidad, con el fin de encontrar el bienestar y calidad de vida que toda comunidad necesita.

Para abordar el tema es necesario aclarar, en primer lugar, que gracias al texto “LOS DERECHOS HUMANOS Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL” se encuentra una diferencia entre la ética personal por decirlo de alguna manera y la ética social; la ética personal se centra en la acción del individuo y se caracteriza porque el sujeto actúa sobre sí mismo e interactúa intencionalmente con otros, queriendo realizar unos determinados valores por los que ha optado. En cambio, la ética social se caracteriza por la desaparición de la conexión inmediata entre cada opción o acción personales y sus resultados prácticos. La ética es una cualidad que solo se puede aplicar a las personas, porque únicamente las personas son capaces de actuar libre y responsablemente.

A mi modo de ver, se encuentra ligado lo plasmado en líneas anteriores con este otro e importante aspecto que es la responsabilidad social, que surge de la evolución del pensamiento humano y con él la aceptación de que todos estamos interconectados y relacionados y que, por lo tanto, no hay nada que se realice, ninguna acción independiente, que no afecte al colectivo. Una vez que se llegue a ese nivel de conciencia de las actividades que se realizan, por ejemplo en una empresa están orientadas a generar utilidad económica y de impacto social a través del bienestar de sus trabajadores y los aportes que, de manera voluntaria ofrezcan a la comunidad.