SINTESIS DE “EL CRITERIO”

...

El autor comenta que la mayoría de los juicios errados se deben a las proposiciones demasiado generales o a dar opiniones a la ligera, palabras no definidas. Todas estas cosas constituyen una percepción incompleta o mal hecha lo que nos lleva directamente a caer en un juicio errado.

Hay varios errores que el hombre comete para llegar a un juicio errado y el primero de ellos son los axiomas falsos, por esto se entiende que el hombre busca descubrir, pero al ser demasiado impaciente para que esto suceda a su debido tiempo, crea ideas sobre sus propios pensamientos hasta alucinarse y entonces llega a una idea inconclusa, pues es una realidad que ha creado en su mente mas no en la realidad terminando esto en una seguridad que sólo nos lleva al error pues se está engañando a la mente misma.

Otro error es que hablamos de los objetos de acuerdo a las propiedades que están a nuestro alcance y juzgamos en base a esto y no por conocer verdaderamente la esencia de lo que se juzga, para tener la esencia necesitamos la definición, muchas veces sabemos a qué nos referimos al usar una palabra, pero no sabemos su definición, entonces para juzgar algo, no debemos concurrir directamente a la definición, pues en realidad es lo último que necesitamos para saber que es una cosa.

Algo que nos puede ayudar a definir una palabra es discernir los usos de la misma en diferentes contextos, pues tenemos que ser muy meticulosos al momento de emitir nuestra propia definición ya que hasta podemos crear contradicciones o dar juicios absurdos sólo por no saber como definir una palabra que según nosotros sabemos perfectamente qué es.

Otro error que tenemos al juzgar es pensar que sólo nosotros tenemos la verdad y la certeza en lo que decimos, es fácil decirlo por decir, pero para saber si tenemos estos dos elementos es necesario demostrar lo que decimos y pensamos.

Muchas veces el hombre se lleva a si mismo al error, se aferra a lo que piensa, se encasilla en lo que piensa que está bien, y cual sea el número de personas que lo contradigan se pone en su papel de defender su puesto, lo ve como una batalla, pero lo que concluyo para llegar a un juicio certero es solo buscar la verdad sin atacar la percepción de otros.

Capítulo XV. El raciocinio

Lo primero que veo que el autor trata de explicar aquí, es que el raciocinio no se trata de reglas, pero si va mas allá de ellas.

Hay veces que lo que se dice no se traslada a la realidad entonces cuando tratamos de aplicarlas, las reglas se olvidan pues fue algo que aprendimos mecánicamente solo para aplicarlo en la escuela o en una materia específica, mas no razonamos nada del procedimiento, no está entendido, más bien está ensayado para que salga bien al aplicarlo en cierto problema.

Podemos notar que en ocasiones las reglas son un obstáculo para llegar a un resultado y al querer aplicarlas nos olvidamos de razonar y sacar una solución por mera deducción, pues nos han enseñado a que sólo siguiendo una regla se puede llegar a un resultado que se busca.

Para ir eliminando la regla de nuestra cabeza podemos empezar a usar la comparación para deducir la relación que dos ideas tienen entre sí y al tener elementos como éste para llegar a una respuesta, el entendimiento se abre solo las puertas para llegar a lo que estaba buscando, sin ayuda de ninguna ley o regla.

El autor sigue haciendo énfasis en que las reglas, los silogismos, las leyes de dialéctica si son útiles para presentar con claridad y entendimiento ideas de raciocinio, es conveniente que se le conserven, “no en toda su sequedad, pero si en todo su vigor” dice el autor, pues si tratamos de quedarnos sin una sola regla o ley que nos rija, caeremos en el extremo opuesto de no basarnos en absolutamente nada de lo establecido y sólo guiarnos por comparaciones y deducción hecha por nuestro pensamiento sin basarnos en algo que nos ayude a que nuestro juicio o pensamiento sea certero.

En conclusión lo que nos enseñan en los libros o las leyes establecidas son una manera de guiarnos, pero hay veces que no son prácticos y debemos distinguir cuando podemos saltarnos la regla y razonar usando nuestros conocimientos previos y/o elementos útiles para hacer comparaciones y así llegar a una respuesta buscando siempre la certeza y la verdad.