Sexismo: Sé un hombre

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Las mujeres expresan y los hombres callan, ¿por qué?

La crianza como alterante biológico

Realmente mujeres y hombres son más similares de lo que se cree pero la realidad es que el cerebro es moldeable o sea, que pasa por la proliferación y poda, en el que las conexiones neuronales más usadas se refuerzan y las que no, mueren. Este proceso es llamado plasticidad neuronal.

Entonces, la plasticidad neuronal se entiende como la capacidad de las células nerviosas para regenerarse anatómica y funcionalmente como consecuencia de estímulos ambientales con el objetivo de alcanzar una optima adaptación funcional de forma que el cerebro desarrolla conexiones más complejas a medida que los estímulos sean más exigentes.

En la etapa madurativa del cerebro cada neurona establece en su campo dendrítico un número elevado de conexiones neuronales que la relacionan, en distintas escalas de intensidad con un número elevado de neuronas. El llamado “entrenamiento repetitivo”, que hace alusión a las reiteraciones constantes de un estímulo para generar conexiones neuronales que nos interesan, ya que un solo estímulo no consigue conexiones ni redes neuronales estables, de forma que este entrenamiento puede mejorar conexiones y hacerlas funcionales consiguiendo así, un mayor aprendizaje y una mayor capacidad de uso de estas.

El área de Broca ubicada en el lóbulo frontal es utilizada por el humano para la creación del lenguaje; entonar palabras, rapidez de creación en las frases e incluso la insinuación del idioma se dan por la activación de esta área. El área de Wernicke situada en el lóbulo temporal izquierdo es la responsable de la comprensión del lenguaje; entender e interpretar las palabras escuchadas. Ambas áreas mencionadas, según estudios de la Universidad de Sydney, están mejor desarrolladas en mujeres que en hombres; el volumen del cerebro en el área de Wernicke es un 17.8% más grande en mujeres y en el área de Broca es mayor en un 20,4%.

El cerebro femenino se capacita durante la plasticidad neuronal para capturar el lenguaje con una mayor eficiencia, esto podría causar que las mujeres a raíz de la crianza, sean más propensas a poder expresar lo que sienten. Los hombres deterioran su capacidad del cerebro responsable de las emociones al no usarla.

La depresión se reconoce como un síntoma probable en la adolescencia, pero la depresión de la que se tiene conocimiento es la que generalmente, afecta a mujeres; más apartadas, más calladas, sin responder. Proyectan una imagen al exterior del problema que tienen. Lo que los chicos hacen, es lo opuesto, camuflan su verdadera emoción; actúan más, son agresivos, le gritan a la gente, el problema es que esto es visto como un trastorno de conducta o “un chico malo”. Entonces, antes de que se vean lo otros síntomas que si se conocen, el chico ya está teniendo pensamientos suicidas y nadie lo ha notado.

Tasas de suicidio

A nivel mundial las tasas de suicidio han aumentado en un 60% en los últimos 45 años. Actualmente casi un millón de personas mueren al año por esta causa, lo que supone una tasa de mortalidad de 16 por cada 100.000 habitantes. Esto equivale a que una persona se suicida cada 40 segundos en algún lugar del planeta. En Chile la situación es de 13,3 suicidios por 100.000 habitantes seguín el informe de 2013 de la OCDE. Esto se traduce en que a nivel nacional mueren por suicidio entre 5 a 6 personas al día, lo que representa cerca del 2% del total de muertes (Minsal, 2011).

A nivel mundial se observa que la tasa de mortalidad por suicidio es cuatro veces mayor para los hombres que para las mujeres. En Chile se replica esta tendencia: la tasa en mujeres es de 4,1 por 100.000 y en hombres llega a 18,5 por 100.000 (OCDE, 2011).

En el área de la personalidad, se han asociado con el riesgo suicida: una alta reactividad emocional, dificultad para manejar altos niveles de angustia y malestar emocional, impulsividad, y problemas para manejar situaciones adversas y generar soluciones adaptativas. Los niños no son capaces de pedir ayuda, carecen de una capacidad de controlar emociones fuertes como las mencionadas. Ellos se aíslan porque los hombres deben ser fuertes, por lo que deben esconderse detrás de una falsa mascara de masculinidad hasta que llegan al punto de quiebre sin que nadie sepa qué es lo que sucede.

Es entonces justo la edad en la que empezamos a notar una desaparición del lenguaje emocional en el habla de los hombres, que en las estadísticas nacionales el número de suicidios en hombres es cinco veces mayor al de niñas y es justo la misma edad en la los niños dejan de llorar.

La crianza como problema social [pic 6]

La crianza es entonces una gran responsable del acallamiento de los niños. Es una representante de que el hombre debe acallar sus problemas y seguir adelante, debe tener los logros masculinos si no, no es nadie, si no, no es hombre.

Llorar es de niña, quejarse es de marica. “No soy una niña y no soy marica por lo que me comporto como hombre y me guardo mis problemas, hasta no poder más; hasta que me suicido, hasta que tengo un mal día y alguien es grosero conmigo y tengo una pelea, hasta que llego a la casa y mi esposa no tiene servida mi comida, entonces la asesino”. Es necesaria una reflexión sobre la crianza sexista que se les está dando a los niños, donde a uno lo privo de su expresión y a otra de su libertad. La crianza es la responsable de los problemas humanos que existen hoy por hoy; sexismo, homofobia e ira tienen su origen en la crianza, la cual se reflejará en el futuro hombre que cometerá femicidios, dará golpizas a homosexuales o según las cifras, el futuro adolescente que se suicidará.[pic 7]