TITULO TANATOLOGÍA SUBTÍTULO: “EL DUELO”

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Para el doliente[3] es muy complicado la asimilación del fallecimiento de esta persona ya que se presentan diversas emociones, como tristeza, culpa, enojo, frustración, soledad, inclusive puede haber incredulidad, ya que aún no se asimila que la persona falleció

Llega la añoranza, al extrañar tanto a esa se hace a la idea de que aún lo está espera en cierto lugar donde solían pasar tiempo junto, al escuchar una canción que le recuerda a esa persona, visita lugares que solían concurrir juntos. Se requiere de tiempo para restablecer el equilibrio normal, la pérdida de un ser querido es psicológicamente muy traumática

Durante este proceso es importante tener el apoyo de la familia así como de amigos, ya que al tener vínculos emocionales estos pueden de cubierta manera aminorar la pena del doliente y con esto lograr que las personas lleguen a aceptar la pérdida de la persona que murió. Un núcleo social fuerte y unido donde la compañía se mantiene y el apoyo recibido es constante permite una mejor elaboración del duelo

El individuo debe aceptar la realidad, no solo intelectualmente sino emocionalmente, la manifestación externa del duelo es el luto, que es su expresión más o menos formalizada y cultural. El duelo psicológico tiene en el luto su correlato más social se evita el recuerdo, nos preguntamos si su vida habrá servido de algo, si realmente se le hizo feliz y si algún día lo veremos de nuevo.

Objetivos del duelo

Llegar a la aceptación de que ya la persona no está con nosotros, aunque esto suele ser muy difícil. Este se vuelve productivo cuando conforme a pasando el tiempo se puede ir aceptando la pérdida sufrida, entendiendo que la muerte es el final del ser humano y que todos moriremos algún día

Saber reconocer las diversas emociones, sentimientos que se sienten, para así poder canalizarlos de una manera positiva. tiene que reorganizar su vida, sus pensamientos, saber vivir el presente cada día valorando lo que tiene , reconociendo las cualidades de cada persona, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor... la vida se va imponiendo.

Se busca la manera de continuar la vida sin la persona que falleció, es un proceso de adaptación, para así conseguir un vida más estable y satisfactoria , para conseguir una manera más tranquila de ver la muerte para logras así una paz interior. Que sostenga y de fortaleza al pensar que se puede estar mejor y se puede promover el deseo de que todo este dolor tenga algún sentido

Relacionarse con más personas, no cerrarse a nuevas posibilidades o proyectos. Donde se reconstruye el vínculo con sigo misma y con las personas que lo rodean, se comprende que el proceso natural de la muerte se puede llevar mejor si se apoya uno en la familia y los amigos. Buscar y encontrar una misión que cumplir es un gran estímulo que alimenta la esperanza.

CONCLUSIÓN

Se comprendió que ante la pérdida de un ser querido, las reacciones que se presentan son comunes y predecibles, pueden presentarse todas juntas o solo algunas de ella a la vez, la recuperación transcurre por etapas que son muy parecidas a la cicatrización de una herida. Esta va evolucionando hasta lograr la sanación de la muerte y el cuerpo, esto ayuda a entender el duelo como un proceso y no como un hecho.

Al conocer el proceso de duelo permitirá a la persona, estar preparada y tendrá una base adecuada para controlar la situación, aunque estas fases se dan poco a poco, es decir, paso a paso, avanzando sin tener que resolver por completo.

Cada persona llevara el duelo según su propio tiempo, ya que la persona se moverá entre periodos de aceptación y negación, según ella considere necesario para su nivel de angustia. La persona tardara en aceptar que no saldrá de la mano con esa persona, que no lo besara o saldrá a bailar con ella, será un proceso lento y complejo, incluso puede llegar a ser tan dramático que la persona caiga en depresión y se vea en la necesidad de buscar asistencia médica. Lo más recomendable en este proceso es convertir lo negativo en positivo, por ejemplo ver una fotografía y en lugar de llorar, reír por el bonito recuerdo.

Cuando las etapas de duelo transcurren y van haciendo su labor, cambia la visión del mundo, de un modo que sea compatible con la realidad, permite a la persona desarrollar nuevas actividades y madurar esto implicara que el que vive el proceso no vuelva a sentir dolor, por el contrario podrá vivirlo pero de forma diferente… sin tanta angustia como al principio.

Se debe emprender a la tarea de reconstruir su mundo, realidad sentido de vida, y personalidad, logrando con ello completarse como persona, con una nueva dimensión de sí mismo.

Aprender a perdonar errores del pasado, o la personalidad del fallecido o de ella misma, viejas heridas, sanación de injusticia y de lo que ya no puede ser, ya que el perdón y el olvido son parte primordial de aceptación, ayudando esto a bajar el estrés y a aumentar la energía física y emocional.

Aprender a estar sin esa persona, es esencial para el proceso de reconstrucción, esto es difícil, no exento del dolor y periódicas rebeldías, pero cuando los lazos se rompen definitivamente, gracias a esa renovada concepción de sí mismo y del mundo, la persona comienza a vivir para ella, y este descubrimiento le puede dar la sanción de que la vida, la alegría, la naturaleza, y la mayor parte de sus cosas, aun son diferentes; pero uno mismo es quien hace la diferencia….

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

http://psicologosenmadrid.eu/fases-del-duelo/

Fecha de consulta 18 de marzo de 2016

http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol22num2/articulos/tanatologia/

Fecha de consulta 17 de marzo de 2016

http://www.tanatologia-amtac.com/descargas/tesinas/64%20El%20duelo%20y%20su%20proceso.pdf

Fecha de consulta 21 de marzo de 2016

http://tanatologia.org.mx/que-es-tanatologia/

Fecha de consulta 21 de marzo de 2016.

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