Zonas erroneas

Tus zonas erróneas

Es un libro que hace pensar y reconocer nuestros propios errores que tanto nos limitan en nuestro día a día. Muchas veces en la vida tenemos zonas erróneas, que nos limitan a la hora de tener una vida plena, y te impiden sentirte feliz y con paz interior, esto ayuda a ver de una manera muy crítica y sobresaliente nuestros errores y ayudándonos a saber identificar, aceptar, ver y encarar los retos de la vida.

1.- Haciéndote cargo de ti mismo.

Si lo único que tenemos seguro al nacer es la muerte y sabiendo que nuestra vida puede ser muy corta deberíamos tratar de vivirla lo mejor posible. La verdadera inteligencia consiste en vivir la vida felizmente, eligiendo lo que nos hace feliz o al menos evitando lo que nos hace infeliz. La vida es difícil, ya que los problemas son inevitables. Las personas inteligentes reconocen que la felicidad no es la falta de problemas y aprenden a ser felices a pesar de los mismos. Podemos controlar nuestras emociones, ya que las emociones no son cosas que nos suceden, sino reacciones que elegimos tener. Toda emoción es producto de un pensamiento y nosotros podemos controlar nuestros pensamientos.

Nuestros pensamientos respecto de las cosas y las personas son lo que nos hace ser infeliz. Para ser feliz, debemos aprender a pensar de manera diferente. Este capítulo nos ayuda a pensar que los acontecimientos y las otras personas son los responsables de cómo te sientes. Y debemos aprender a ser responsable de nuestra felicidad o infelicidad. Cambiar la forma de pensar no es fácil. Tras muchos años de pensar de una forma errónea, debemos volvernos conscientes de nuestros propios pensamientos para poder cambiarlos. Solo con decisión y esfuerzo lograrás cambiar la manera de pensar. Tenemos la capacidad de elegir cómo sentirnos o qué hacer en cada momento. La razón para cambiar debe ser la de crecer mentalmente, la medida del crecimiento la da tu capacidad de elegir tu forma de vivir.

2.- El primer amor.

Cuando somos niños, los padres, los profesores, y la sociedad en general, nos enseñan lo que se llama educación, que es la forma de comportarse ante la sociedad. Ocasionalmente en esta necesaria adaptación a las normas sociales, trasmitimos una desconfianza en nuestros propios valores y creencias. La persona que ama a los demás debe saber respetar la personalidad de cada persona. Para poder conseguirlo se necesita primero tener confianza en uno mismo. Una persona insegura tratará de que todos los demás sean como ella. Debemos aprender de los comportamientos equivocados y el cómo no volver a cometerlos. Tampoco debemos dejar que el comportamiento de los demás influya en la idea que tenemos de nosotros mismos, jamás debemos dejar de amarnos. La autoestima se refiere tanto al comportamiento como al aspecto físico. La sociedad ejerce una gran presión para convencernos de que debemos tener un físico y una apariencia determinados. Existe una diversidad de comportamientos que son indicadores de una baja autoestima. Debes aceptarte tal como eres y no quejarte de las cosas que no puedes cambiar.

3.- Tú no necesitas la aprobación de los demás.

La búsqueda de la aprobación de los demás es un impedimento para el desarrollo personal cuando llega al punto de convertirse en una necesidad. Uno puede desear la aprobación de los demás, y esto no es un mal en sí mismo. Cuando necesitamos que cada una de nuestras acciones o cada uno de nuestros pensamientos, sea bien recibido por una o más personas, estamos poniendo nuestra vida en manos de esas otras personas. La búsqueda de aprobación implica la pérdida de la verdad: los otros no hablarán con franqueza cuando reciban esa necesidad, y sacrificamos nuestra opinión para adaptarte a las opiniones de los otros.

La sociedad ejerce una constante presión sobre sus miembros para que ellos no piensen por sí mismos y, por el contrario, adopten los puntos de vista socialmente aceptables en vez de los propios. La presión para que no pensemos por nosotros mismos comienza en la familia y continúa en la escuela. No necesitamos contar con la aprobación de los demás para todo lo que hacemos, y hasta es imposible que consigamos tenerla.

4.- La ruptura con el pasado.

Auto etiquetarte en base de la imagen que has hecho de ti mismo en el pasado, es una zona errónea. Si, puede ser que en el pasado no se te diera bien ser un buen comunicador, pero eso no significa que seas un mal comunicador, sólo significa que algún momento del pasado no lo fuiste. El que durante toda tu vida, tus más allegados dijeran de ti que “eres un vago”, no significa que lo seas, solamente quiere decir que en el pasado pudiste tener algún que otro comportamiento calificado de mala manera. Confundir por tanto los comportamientos del pasado con lo que somos es un error de percepción, que resta poder personal, pero que muchas personas utilizan continuamente porque les da un gran beneficio: no enfrentarse a retos o situaciones, justificándose con él “es que yo soy así”, “siempre he sido así”, “no puedo evitarlo”, “es mi carácter”. Un obstáculo para el crecimiento personal.

5.- Las emociones inútiles: Culpabilidad y preocupación.

Es habitual que casi todos nosotros nos sintamos mal por algo que sucedió en el pasado o algo que pueda llegar a ocurrir en el futuro. Está comprobado que si te importa alguien, debes demostrarlo sintiéndote culpable por las cosas que le hiciste en el pasado, o preocupándote por su futuro. La culpabilidad, lejos de arreglar el pasado (que por cierto no tiene arreglo porque no puedes cambiarlo), hace que desperdicies tu presente y te limita ser feliz. Lo único que puedes hacer con respecto al pasado es comprender que es un gran maestro que te ayuda a aprender lecciones que te servirán para desarrollarte como persona en el presente y el futuro, por eso es importante sustituir la culpa por el aprendizaje. La preocupación, lejos de acomodar el futuro, hace que inmovilicemos el presente. Mientras nos preocupamos, no nos ocupamos, no actuamos, sólo sentimos ansiedad. La salida a este comportamiento es: vivir en el presente, ocuparnos de las cosas que podemos hacer en el presente que ayudarán en el futuro. Podemos ocuparnos de hacer planes a futuro por supuesto, pero esto es muy distinto a pre-ocuparte.

6.- Explorando lo desconocido.

¿Porque solamente las personas inseguras buscan la seguridad? Cuando creemos totalmente en nosotros, no necesitamos que todo sea conocido, fácil y confortable. Pensar lo contrario es ver el mundo con un claro error de percepción. Normalmente incomoda explorar