Dios es Luz

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V.7 Acá la Palabra del Señor nos habla de andar en luz y de dos situaciones que se derivan de esto. Si andamos en luz tendremos comunión unos con otros y, si andamos en luz, la sangre de Cristo continuamente nos va limpiando de nuestros pecados. ¿Pero que entendemos por andar en luz? Quiero aplicar las palabras de Cristo mismo para decir que el árbol por sus frutos es conocido. Diré que andar en luz significa andar en el Espíritu Santo y esto se hace evidente por los frutos: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.

V.8 y 10 Aquí nos encontramos con una segunda mentira, con la que no sólo engañamos a otros sino que también a nosotros mismos. ¿No tenemos pecados? ¿No reconocemos en nosotros una inclinación hacia lo malo que nos hace gemir a Dios para obtener el pronto auxilio?

Enlacémoslo con lo anterior, Dios nos alumbra y nos ve. El pecado endurece la conciencia hasta el punto de creer que ya no estamos pecando. La distancia de Dios no nos deja apreciar lo terrible del pecado. ¿Cómo reconocerlo?

Volvamos al tema de los frutos y miremos Gálatas 5: 19-21.

V.9 Las buenas noticias son que Dios quiere perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Las buenas noticias son que Dios te ama. Él odia el pecado con todo su corazón pero ama al pecador arrepentido. ¿Por qué hemos de vivir en las tinieblas o ir a parar a lugares de tinieblas cuando Cristo murió para darnos perdón, vida y luz? Ninguno que viene a Cristo será echado fuera. Y leemos que dice de toda maldad, por lo que tu pecado nunca podrá sobrepasar o ser más grande que la misericordia de Dios.