HISTORIA DE LA TEOLOGÍA PATRÍSTICA
Enviado por mondoro • 21 de Septiembre de 2018 • 904 Palabras (4 Páginas) • 323 Visitas
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Theoria: En la antigüedad theoria significa visión, especulación, opuesta a praxis, o también a la exposición continua sobre un argumento. En la misma literature patrística esta palabra encontró un espacio muy basto. Gregorio de Nisa lo señala en modo más neto. Teniendo presente especialmente la obra del niceno, se constata fácilmente que en el siglo IV theoria como conocimiento superior aparece en tres campos diversos. Segun Gregorio, la theoria ton onton coincide con el conocimiento del conjunto de todos los seres tanto visibles como invisibles.
La figura del teólgo en la época patrística
La teología Cristiana nace con el mismo cristianismo, no después del NT y la edad apostólica. De hecho el kerigma originario y la elaboración teológica no se pueden separar en los escritos canónicos del NT, ni en los apócrifos más antiguos, ni en los Padres subapostólicos; no hay una fractura entre revelación y teología. Los Padres de los dos primeros siglos son “teólogos”, su teología que podemos llamar kerigmática y confessional es la Gnosis (conocimiento).
En los albores del siglo III, Clemente de Alejandría por su parte define la cuestión: “La fe es un conocimiento (sólo) elemental y para compendio de las cosas necesarias. La Gnosis por el contrario es demostración firme y segura de esto que se recibió por la fe […] y conduce a un indefectible proceso intelectual”. Pero con Clemente entramos en una fase nueva en el “hacer teología”. Con los Alejandrinos, cae el prejuicio adverso de utilizar en el ámbito de la fe las técnicas racionales para indagar y para conocer propios de la filosofía griega. Se define en confrontación con la herejía, el “estatuto” de la teología Cristiana.
El “giro origeniano” corresponde en sustancia a la fundación de la teología en la exegesis, o mejor dicho en la simbiosis perfecta entre teología y exegesis: “Sólo con Orígenes”, afirma Manlio Simonetti, “en la interpretación sistemática de todos los libros de la Escritura o de gran parte de ellos, y esta manera de enseñar”, es decir de hacer teología. En esta profunda simbiosis con la Escritura, la “teología de los Padres” afrontan la crisis arriana y las grandes controversias trinitarias y cristológicas de los siglos IV-VI (desde el Concilio de Nicea al de Constantinopla III del 680-681).
Los teólogos latinos llegan a cimentarse además de las herejías trinitarias y cristológicas, también en el monacato, el donatismo y el pelagianismo. En estos tres movimientos aparece la figura de Agustín, uno de los grandes teólogos de todos los tiempos. Desde este punto de vista Gregorio Magno “discípulo” de Agustín no se separa en absoluto de la precedente. También para él la teología coincide con la ciencia de los textos sagrados y con la exégesis bíblica. Con Gregorio Magno entraremos en el Medievo, continuando con nuestro itinerario histórico-teológico.
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