Lider de Alabanza

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Decía Marcos Brunet hay que volver a la esencia, no solo ensayar tres canciones, que las personas salten o lloren y que se haya cumplido el objetivo sino que por medio de la adoración el espíritu santo de Dios toque fondo a cada una de las vidas, es ver lo que Dios quiere hacer en aquellas personas, y estas salgan diferentes, que no sea algo momentáneo…., decía que cuando ellos tocan no solo es música como tal, sino que se está transmitiendo lo que son, esta impartiendo a la congregación y ponían ejemplo: y es que cuando alguien esta cantando o danzando y esta es rebelde entonces esta impartiendo, generando esa rebelión a la iglesia, no significa que todos les pase, pero se van abriendo puertas y al final concluía diciendo que Dios aviva a personas que se están muriendo y Si uno vive de avivamiento en avivamiento entonces se están ministrando a muertos cada semana, por ello hay que ver que hay en nuestros corazón, en nuestra adoración.

3. Un llamado a la excelencia en la alabanza

Debemos tener un espíritu de excelencia, creo que aquellos que hacen algo para el Señor deben querer y buscar continuamente ser excelentes, ya que lo hacen para Dios, cuando se dice: “no importa si no sabes cantar. Hazlo como sea, (aunque no se sepa la letra, cante desafinado ahí la pista le ayuda) es un error, al pensar de esta manera es una aptitud un tanto irresponsable, mediocre ya que es el hecho mismo de que lo que se hará es para el Señor, que debe tratar de ensayarse, practicarse y si es posible perfeccionarse. La excelencia requiere sacrificio, y esto tiene que ver con pagar el precio. Hay tres puntos bíblicos que debemos tener en cuenta:

- Dios habita en medio de nuestras alabanzas. (Salmos 22:3)

- Las alabanzas son un sacrificio que hacemos para Dios (Salmos 50:23, 50:14 y 116:17).

El verdadero adorador se hace en un proceso, No se hace de un de un día para otro. Ser adorador es un estilo de vida que se caracteriza más por la actitud del corazón, ya que de la abundancia de corazón habla la boca, Dios está interesado en lo que somos y lo que hacemos, está interesado en que seamos verdaderos adoradores.

La verdadera adoración se refleja en un estilo de vida permanente, 24 horas al día, es una vida consagrada al máximo al Señor, pudiendo actuar en obediencia de corazón, ( Col 3:22-24).

Hay dos tipos de alabanza y adoración: la que hacemos eventualmente, y la que se convierte en un estilo de vida continuo (Su alabanza estará de continuo en mi boca, en todo tiempo alabaré a Jehová, Sal 34:1,

Los verdaderos adoradores, los que adoran en espíritu y en verdad ofrecen una adoración que brota de lo profundo del corazón, la cual es el resultado del ejercicio diario, Como un médico, ingeniero o maestro, que estudiaron e hicieron prácticas antes de desempeñarse en su profesión. Ellos son profesionales en su área así no estén trabajando. Lo mismo debe suceder con los verdaderos adoradores, que lo son así no estén manifestando expresiones físicas de adoración. De lo anterior podemos concluir que los verdaderos adoradores lo son por la práctica, y con ello no se hace referencia a los ensayos de danza o alabanza, o a los seminarios o escuelas de adoración, sino al hecho de practicar el adorar a Dios en nuestro tiempo a solas con Él