Resumen de " La Rama Quebrada"
Enviado por Rebecca • 2 de Abril de 2018 • 8.665 Palabras (35 Páginas) • 6.618 Visitas
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Un año después, Norman y Ruby comenzaron su aventura misionera en la Isla Salomón. La belleza de la naturaleza era espectacular. Mientras estudiaban el idioma Norman enseñaba mediante un intérprete por las mañanas, supervisaba a los alumnos en las huertas de la misión y trabajaba en el aserradero por las tardes, este aserradero producía la madera que Norman utilizó para construir su hogar. La pareja disfrutaba mucho los fines de semana que paseaban en canoa al aldeas vecinas, con un equipo médico, luego de conversar un rato , trataban las úlceras tropicales, la malaria, afecciones de la piel y otras enfermedades, antes de dejar cada hogar, oraban con las familias y así hacían amigos para Jesús. Luego de unos meses Ruby enfermó gravemente, la malaria la debilitó y la quinina empalideció sus rozagantes mejillas, descubrió que estaba embarazada. Como su enfermedad no cedía oraron fervorosamente a Dios pidiendo sabiduría y dirección en la decisión que debían tomar. La respuesta legó cuando los dirigentes de la misión decidieron que debido a la salud de ella y el futuro bebé, Ruby debía regresar a Australia y quedarse con sus padres hasta que naciera el bebé.
La bebé nació, pero tiempo después enfermó y Ruby debió tomar una decisión, separarse de la niña o permitir que muriera en los trópicos, con la ayuda de Dios, entendió que debía dejar a su niña al cuidado de su hermana. Tuvieron que pasar muchas pruebas, que ellos aceptaban porque sabían que era la voluntad de Dios. Estuvieron nuevamente juntos Norman y Ruby, sin su pequeña hija ahora, trabajando en la obra de Dios. Agradecían por la casita que pudo construir Norman. No terminaba de secarse la pintura, cuando le pidieron que debían trasladarse a suplir a una pareja de misionero que se estaban volviendo a Australia luego de perder a su pequeño hijo Noel, enseguida supieron porque había muerto, la suciedad en el lugar era extrema, no solo abundaban los mosquitos, sino que las moscas pululaban alimentándose de excrementos humanos en los arbustos de las inmediaciones. Descubrieron serpientes y ciempiés en los lugares más inesperados, su desafío era ahora enseñarles a vivir pulcramente.
Y en ese marco Ruby y Norman esperaban su segundo bebé, nada era fácil en ese lugar, todo quedaba lejos y solo podían acceder a un hospital en lancha, y así que luego de unos meses el parto se adelantó y debieron partir a toda marcha hacia ese hospital. Nació un saludable varón a quién llamaron Raymon Harrison. Otra vez tuvieron que separarse debido a que un ciclón destechó la casa donde vivían, Ruby y el bebe partieron hacia Australia, vería nuevamente a su hija, oraba fervientemente muy a menudo a Dios, pidiendo que su pequeña hija Norma la aceptara como su madre. Habiendo llegado, vio a su hija hermosa, robusta, un poco tímida que solo la observaba, pero, se acercó y la abrazó, Ruby alabó a Dios cuando Norma la abrazó fuerte. Ruby enfermó de nuevo no pudo amamantar al bebé, pero logró salir, 8 meses después se reunió toda la familia, y pasaron momentos muy felices los cuatro, disfrutando de picnic, paseos en la playa, ahora Norman podía contarles a sus hijos las historias que tanto lo cautivaron cuando era niño. Terminó así los tres meses de licencia y se embarcaron todos nuevamente hacia la Isla Salomó- Satanás tenía un plan siniestro para destruir tanta felicidad.
CAPÍTULO 3
BEBÉ POR LA BORDA
Estaban subido a la barca, mientras los niños jugaban, Norman le explicaba a su esposa como sería el viaje, luego de varias semanas a mar abierto, llegarían al puerto de escala más cercano, en la Isla Rendova, del grupo de Nueva Georgia, de ahí la lancha Kima debía llevarlos hasta la laguna Marovo de Nueva Georgia.
Cuando llegaron a Rendova, descubrieron que la Kima estaba anclada y no saldrían esa noche por los fuertes vientos, la barca estaba completa y no había lugar para viajar cómodos, por lo que tuvieron que acostarse sin colchón en el techo de la cabina. Por la mañana el clima no cambió, y como el camino más corto los llevaría por mares agitados, el capitán decidió ir por el camino más seguro, pero más largo, aún así la embarcación se movía y se sacudía casi sin control, la tripulación puso las velas para estabilizar la lancha.
El capitán Kata Rangoso, era un cristiano muy cuidadoso de su trabajo, por lo que Norman estaba contento de que sea el quien dirija el timón. Después de varias horas de ser sacudidos por el mar tempestuoso, entraron a las tranquilas aguas de la Laguna Marovo.
Estoy agotada y tengo hambre exclamó Ruby y no tenemos ninguna posibilidad de llegar hasta nuestra comida, espero podamos desembarcar pronto, Norman advirtió que ella bostezaba y la invitó a que fuera a dormir arriba en el techo, mientras él observaría como Rangoso alumbraba las aguas buscando mojones, tal vez aprendería algo para el futuro.
Norman ayudó a su esposa e hijos a acomodarse, la pequeña Norma dormía en su brazo izquierdo y Ray sobre su brazo derecho, como se sentía segura, pronto se quedó dormida.
Mientras Norman observaba cada movimiento del capitán, de repente el Kima dio una sacudida violenta hacia el lado del puerto, la lancha había golpeado contra una roca que no figuraba en el mapa. Todo lo que estaba sin atar se deslizó y cayó al agua, incluyendo las pertenencias de os misioneros. Rangoso trató desesperadamente de enderezar la lancha, pero ésta se resistía a salir. El impacto catapulto a la tranquila Norma, Ruby gritó desenfrenada ¡Norma cayó por la borda! ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Está en el agua!, un miedo espantoso se apoderó de ella, oró al señor pidiendo por su hija, que la encontraran, rápidamente el hermano del capitán Jimaru y otro tripulante se zambulleron por la Rangoso también se lanzó a lo profundo de la laguna buscando frenéticamente entre el coral traicionero. Aferrada a su bebé Ruby lloraba y oraba por lo bajo, mientras que Norman oraba en voz alta. Rangoso regresó a la superficie para tomar aire, y de nuevo desapareció en la profunda oscuridad, orando: Por favor Dios, ayúdame a encontrar a la pequeña. Sus manos tocaron una canasta que había caído de cubierta, luego una piedra cubierta de malezas. Se dio vuelta y sintió algo suave: ropa, pelo. Entonces puso a Norma sobre sus hombros y dio una poderosa patada sobre el coral del fondo del mar, sin importarle que pudiera cortarse sus toscos pies descalzos. Un momento después colocó a Norma en los brazos de su padre, quien la sacudió suavemente para sacarle el agua, y ella comenzó a llorar. ¡Que sonido bienvenido fue ese! Oraron al señor agradeciendo que estuviera bien.
Pero eso
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