Drama SEMANA Santa
Enviado por Ninoka • 13 de Marzo de 2018 • 2.011 Palabras (9 Páginas) • 594 Visitas
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JESÚS: Tráiganlo conmigo.
DISCIPULOS: Ten ánimo, levántate, el maestro te llama.
(Bartimeo arroja su capa y es llevado con Jesús)
JESÚS: ¿Qué quieres que haga por ti?
BARTIMEO: Señor, quiero recobrar la vista.
JESÚS: ¡Recóbrala!, por tu fe has sido sanado.
BARTIMEO: ¡Puedo ver, puedo ver, alabado sea Dios Altísimo, alabado sea el Señor Todopoderoso!
(Sólo voces)
JOVEN: Pero si Jesús era tan bueno, ¿Por qué murió?
CRISTIANO: Es importante que sepas esto, llegaba el momento del cumplimiento de la gran tarea que a Jesús se le había encomendado…
ESCENA III: ENTRADA TRIUNFAL A JERUSALEN Y ULTIMA CENA
Entran en escena Jesús y sus discípulos a Jerusalen, con ellos se encuentra mucha gente que clama:
MULTITUD: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo, gloria en las alturas!
FARISEO: Maestro reprende a tus discípulos.
JESUS: Les digo que si ellos callaran, las piedras clamarían.
JESUS: Pedro, Juan vayan y preparen la cena de la Pascua para que comamos.
Los discípulos se reúnen para la ultima cena.
Jesus toma el pan y el vino, y los bendice.
JESUS: Tomad este es mi cuerpo, que por ustedes es entregado, hagan esto en memoria mía.
JESUS: Esta es mi sangre, del nuevo pacto, que por muchos es derramada.
De cierto os digo que uno de ustedes, que come conmigo, me va a entregar.
Entonces los discípulos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo?
JESUS: Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato.
JUDAS: ¿Soy yo, Maestro?
JESUS: Tú lo has dicho.
JESUS: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.
Judas tomó el bocado, luego salió.
JESUS: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
ESCENA IV: ARRESTO DE JESUS (Mr 14:32) (Lc 22:39)
Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado.
JESUS: Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí, y permanezcan despiertos, mientras yo voy allí y oro.
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, de ser posible, no le llegara ese momento. En su oración decía:
JESUS: Abbá, Padre, para ti todo es posible: líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas.En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre.
Cuando se levantó de la oración, fue a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos, vencidos por la tristeza. Les dijo:
JESUS: ¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en tentación.
Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó mucha gente. El que se llamaba Judas, que era uno de los doce discípulos, iba a la cabeza. Éste se acercó a besar a Jesús.
JUDAS: Maestro…
JESUS: Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?
DISCIPULO: Señor, ¿atacamos con espada?
Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Entonces Jesus dijo ¡Ya basta!, curando al hombre. Despues de esto Jesus se dirige a la gente:
JESUS: ¿Por qué han venido ustedes con espadas y con palos a arrestarme, como si yo fuera un bandido? Todos los días he estado entre ustedes enseñando en el templo, y nunca me arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras.
Llevaron entonces a Jesús ante el sumo sacerdote, y se juntaron todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley. Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba para condenar a muerte a Jesús; pero no la encontraban. Algunos se levantaron y lo acusaron falsamente, diciendo:
TESTIGO FALSO: Nosotros lo hemos oído decir: “Yo voy a destruir este templo que hicieron los hombres, y en tres días levantaré otro no hecho por los hombres.”
SUMO SACERDOTE: ¿No contestas nada? ¿Qué es esto que están diciendo contra ti?
Pero Jesús se quedó callado, sin contestar nada. El sumo sacerdote volvió a preguntarle:
SUMO SACERDOTE: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios bendito?
JESUS: Si les digo que sí, no me van a creer. Y si les hago preguntas, no me van a contestar. Pero desde ahora el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios todopoderoso.
SUMO SACERDOTE: ¿Así que tú eres el Hijo de Dios?
JESUS: Ustedes lo han dicho.
SUMO SACERDOTE: ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de sus propios labios.
TESTIGOS: Es culpable, debe morir.
ESCENA V: JESUS ANTE PILATO
Todos se levantaron, y llevaron a Jesús ante Pilato. En su presencia
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