EL PRECIO DE SEGUIR A CRISTO
Enviado por Ledesma • 10 de Diciembre de 2018 • 979 Palabras (4 Páginas) • 359 Visitas
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Vivir sin Dios es vivir sin esperanza…. si como creyentes nos es difícil seguir el evangelio y tener gozo en las adversidades, cuanto más a aquellos que no tienen esperanza.
Debemos estar preparados y es mejor sufrir con recompensa, que sin esperanza, y es mejor sufrir por cristo que sufrir por nuestras acciones, nuestro pecado y llevar una vida desordenada.
Que bueno es sufrir con una esperanza gloriosa. Cuesta seguir a cristo, sufrimos aquí pero reinaremos allá con El.
- SEGUIRLE
Lucas 9:57-62.
Significa una negación total por Jesucristo, un sufrimiento total por El.
Dejar nuestra naturaleza vieja manera de vivir, debe ser despojada y humillarnos para ser renovados y para que la gloria de Cristo se refleje en nuestra vida.
Hebreos 12:3 si Jesucristo sufrió por nosotros, cuanto estamos dispuestos a sufrir nosotros por El.
El camino de Dios no es fácil, pero Él nos consuela.
Si usted y yo no estamos dispuestos a seguir a Jesucristo, negarse y sufrir, no podemos ser sus discípulos. Si decimos ser creyentes y no hay un cambio de vida profundo en nuestra vida, algo está mal.
Seguirle implica aguantar al hermano, aguantar la crítica, soportarnos unos a otros, ayudar al projimo, perdonar, es seguir a Jesucristo.
Juan 8:31. Permanecéis en su palabra, seréis verdaderamente sus discípulos.
La pregunta es:
-¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús, aunque eso signifique el rechazo total de la familia, perder nuestro trabajo, perder incluso la vida?
-¿Estamos dispuestos a pagar el precio por seguir a Jesus?
-Nuestras decisiones, nuestras acciones que realizamos día con día, son agradables a Dios.
Juan 15:7-8 Fruto del Espíritu Santo.
Si llega un momento en tu vida en la que te enfrentes a una elección: Jesús o las comodidades de la vida ¿Qué vas a elegir? “Otro día Jesús, hoy no”.
Debe seguir a Jesucristo. Es decir, debe rendirle a Él una obediencia total. La vida cristiana es un constante seguir a nuestro Líder, una obediencia constante en pensamiento, palabra y obras, a Jesucristo ¿A quién estás siguiendo? ¿A un líder humano o al único Líder que existe?
Cuando nosotros mismos nos llamamos cristianos, proclamamos al mundo que todo sobre nosotros, incluyendo nuestra identidad personal misma, se cimenta en Jesucristo porque nos hemos negado a nosotros mismos para seguirlo y obedecerlo. Él es tanto nuestro Salvador como nuestro Soberano y nuestras vidas se centran en agradarlo a Él.
Esa es la identidad del cristiano, Seguir las pisadas de Jesucristo, no importa todas las voces que usted y yo escuchemos a nuestro alrededor, al final del día, nuestra entrega debe ser sólo a él y vivir guardando su Palabra.
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