¿ENVIO DIOS A SU HIJO AL MUNDO A SUFRIR POR LOS "PECADOS DE LA HUMANIDAD"?
Enviado por tolero • 27 de Diciembre de 2017 • 1.155 Palabras (5 Páginas) • 494 Visitas
...
Hoy en día ya no debemos entender la salvación como algo “milagroso” sino interpretarla en clave de compromiso con el Reino de Dios y con la realización plena del ser humano. A entender que “Jesús no llamaba a seguir ninguna nueva religión, sino a la vida… y la vida en plenitud”. Debemos alzar nuestra voz frente a teorías que han provocado demasiado sufrimiento; necesitamos proclamar con talante que Dios no necesita ningún sacrificio ni expiación humana; Él solo desea la plenitud y la felicidad de la persona. Debemos de igual forma “percibir a Dios no como un Ser que hace e interviene en el mundo de los humanos; sino, sencillamente, como Lo Que Es, en Quien somos, sin separación ni costuras” porque como dice W. Jagger: “alcanzar la salvación significa entrar en el instante donde soy uno”. Por otro lado entender que la salvación es una Buena Noticia para la humanidad entera porque Dios ha creado al hombre para la salvación, para encontrar su felicidad última y para que tengan vida en plenitud (Jn. 10, 10). Y esto se hace vida en el seno de la comunidad eclesial, donde “nos situamos en dimensión divina que es, como tanto insistía Jesús, situarnos en dimensión fraterna. Por eso, cuando amamos, estamos viviendo, incluso sin saberlo, la salvación” pero también reconocer, como nos dice J. M. Castillo: que “una iglesia autoritaria no puede comunicar un cristianismo feliz” es por eso que “urge recuperar una religión no sacrificial” como nos los recuerda J.M. Mardones.
CONLUSIÓN
Podemos concluir diciendo que “Dios nos crea salvados porque Dios no hace las cosas a medias, y porque Dios es presente. Dios no es alguien que nos hace nacer manchados para culpabilizarnos por ello, provocando una angustia inhumana. No, la realidad es que todos estamos y nacemos salvados en el Amor que es Dios.” Aun así, urge hoy en día, seguir desmontando aquel modelo clásico de salvación que tanta angustia y confusión ha causado sobretodo a los cristianos más sencillos; y expresarlo de una forma que resulte más creíble, cercana y acorde a nuestro contexto actual. Como Iglesia no podemos estar en actitud defensiva y resguardadora de un modelo tradicional, porque lo que se cuestiona no es la salvación, sino el modo de presentarla y formularla. Lo que necesitamos es una “espiritualidad mucho más en la línea que muestra el evangelio; mas centrada en la vida que en la muerte; más anclada en la necesidad y el sufrimiento de las personas para aliviarlas, y menos en la obsesión por el pecado y la “perfección”; mas fundada en la experiencia de la gratuidad divina que en el miedo a un dios justiciero y sus amenazas”.
BIBLIOGRAFÍA
1. MARTINEZ LOZANO, Enrique. (2008). ¿Qué Dios y qué salvación?. (2da edición). España: Editorial Desclée de Brouwer.
2. BIBLIA DE JERUSALÉN. (2009). (IV Edición). Bilbao: Desclée de Brouwer.
3. MARDONES, José Ma. (2014) Matar a nuestros Dioses, Un Dios para un creyente adulto. México.
4. CASTILLO, José Ma. (2007). Espiritualidad para insatisfechos. Madrid: Editorial Trotta.
...