El esfuerzo.

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tenía que Levantarse y poner en marcha la conquista de lo que dios había puesto en sus manos. El simple hecho de levantarse conlleva un esfuerzo porque debemos impulsar nuestros cuerpos hacia arriba para así estar en pie, eso nos presenta que el esfuerzo está siempre presente.

El señor le repitió la palabra esfuerzo al junto que con valentía en tres ocasiones, porque estos dos valores eran los que lo iban a impulsarlo a llegar hasta la meta.

Volviendo a nuestra definición de esfuerzo en la primera parte de ella dije que de El esfuerzo se considera una virtud del ánimo, relacionada con la fuerza o el empeño (carácter) con que afrontamos una dificultad o nos proponemos alcanzar un objetivo. Para nosotros lograr nuestros objetivos de vida, o nuestras metas como cristianos debemos poner todo el empeño y fuerzas posibles para afrontar las dificultades que se levantan y así alcanzar nuestros objetivos en Dios.

Otro ejemplo bíblico de unos jóvenes que se esforzaron para lograr un objetivo fue Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego quienes para que el nombre de Dios sea exaltado pasaron una serie de pruebas que retaron un fidelidad y que al final el esfuerzo de mantener su fe en alto les dio la victoria sobre todas las cosas que quisieron sobrevenir a ellos. Como recompensa a esta perseverancia de poner en alto a Dios cuando A Daniel lo echaron en el foso de los leones, nada le paso, y a Sadrac, Mesac y Abed-nego los echaron en un horno de fuego y tampoco les sucedió nada. En este sentido, el esfuerzo requiere de valores como la constancia, la confianza y la esperanza en las cosas las cuales nos proponemos alcanzar. Si ellos no confiaran en Dios no hubieran alcanzado las victorias que alcanzaron en sus respectivos momentos.

Con esto podríamos decir que el esfuerzo está muy relacionado con la fe puesto que la definición de fe es que es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Para esforzarnos, para impulsarnos a lograr las cosas nuestras metas debemos tener la certeza de que podemos lograr lo que nos proponemos y estar convencido de que Dios estará con nosotros así como estuvo con Josué.

El señor en la última vez que le dijo a Josué que se esfuerce no se lo dijo como un consejo sino que fue un mandato: “mira que te mando que te esfuerces y seas valiente” ya Josué tenía la obligación de ser esforzado en lo que él iba a hacer de ahí en adelante, porque el señor había hecho el compromiso de que estaría con el dondequiera que el vaya. Ya eso se había convertido en un pacto, de que Josué tenía que cada día impulsarse hacia la meta, porque Dios estaba con él y Dios al ver su esfuerzo no lo abandonaría.

En esta noche quiero concluir diciendo que Jehová Dios nos está mandando a que nos esforcemos a seguir su obra. El nos está mandando a que nos esforcemos a no desfallecer en el camino, que nos esforcemos a cumplir con la palabra y los mandamientos que nos dejo y a esforzarnos aunque veamos que no haya nadie físico a nuestro alrededor, pero el siempre ha estado y estará ahí con nosotros, solo necesitamos que Dios este de nuestro lado y todo saldrá bien. Y para confirmar esta palabra de que Dios está con nosotros quiero leer el versículo 9 del libro de Josué capitulo 1: “mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”.

Dios hizo su compromiso de estar ahí, ahora nos toca seguir esforzándonos hasta alcanzar la meta. Porque el esfuerzo que ahora hagas, pronto tendrá sus recompensas.

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