En líneas generales, “El Estudio de la Religión” escrita por el catedrático Francisco Díez de Velasco

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exhaustivo de las religiones es necesario conocer los aspectos biológicos del hombre y su comportamiento como miembro de una sociedad; pero igual de importante es el estudio de los fenómenos del cambio que se producen en las sociedades actuales para poder llegar al estudio de las sociedades históricas. Por otro lado, Díez de Velasco profundiza en el análisis sociológico; argumenta que utilizando este análisis se puede establecer la marca de las diversas religiones tanto a nivel local como global. Además se puede construir un análisis socio-demográfico de las religiones, de esta manera son identificadas las sociedades modernas laicas o las minorías religiosas y las nuevas religiones. El filtro sociológico permite profundizar en el estudio de los estratos sociales y determinar la importancia de la élite religiosa vinculándola o no a la élite gobernante. Esta óptica del mismo modo trata temas d conflicto social, religioso y consigue concretar la dinámica social.

El siguiente análisis que el autor aborda es el psicológico, es decir, la comprensión del comportamiento humano para un mejor entendimiento de los fenómenos religiosos. Este enfoque es necesario para analizar los comportamientos de agresión de ciertos como los fundamentalistas extremistas que se sienten violentados e inadaptados a la sociedad. El carácter psicológico de la religión es tan grande que reconforta a las personas que se sienten más desamparadas, éste puede ser el motivo por el cual a día de hoy sigan perdurando religiones de épocas ancestrales. Asimismo Díez de Velasco hace alusión al análisis filosófico de la religión cuyo principal objetivo es, al igual que la filosofía, buscar respuesta a interrogantes últimos.

Continuando con el bloque de la pluralidad el autor abre un nuevo apartado referido a la pluralidad y a la comparación. Al utilizar el método comparativo el escritor argumenta que se evita el tratamiento de una religión como única y verdadera, en este análisis se comparan características, se analizan comportamientos afines para poder marcar un patrón global y común a todas ellas. No obstante, esta comparación ha generado diversas críticas en vista de que al comparar se tiende al reduccionismo; adicionalmente, no se pueden forzar las comparaciones, ya que en algunas ocasiones son incorrectas. A la hora de comparar se debe tener en cuenta tanto los contextos como los cambios como las diversidades sociales e históricas y nunca se pueden extraer verdades universales, no es un saber absoluto. Una religión no es sólo una disciplina independiente sino muestra una gran interacción, por ende, la comparación resulta un trabajo muy complejo y es necesaria la utilización de diversos métodos e instrumentos para analizarlo.

Cerrando el bloque de pluralidad y al mismo tiempo la obra, el autor abre el último apartado dedicado a la aproximación holística; en él concluye que nos encontramos en un mundo con una gran diversidad de religiones, por ello, el historiador de las religiones debe tener una óptica neutral, teniendo en cuenta las diferentes sociedades, sin perder de vista al factor tiempo (y cambio) con una perspectiva histórica a la hora de realizar el estudio de las mismas.

Una vez concluido el análisis minucioso de la obra de Díez de Velasco, pasamos a realizar un breve comentario personal sobre la misma. En un primer lugar he de decir que se trata de una obra muy documentada, con un gran bagaje bibliográfico, es decir, es el resultado de un análisis intensivo por parte del autor a cerca del tema en cuestión. En cuanto a la comprensión del mismo, a pesar de que no utiliza un lenguaje muy técnico si que he encontrado ciertas dificultades en la comprensión de algunos pasajes de la obra, quizás debido a mi total desconocimiento del mundo de las religiones, ya que a lo largo de toda mi vida académica el único objeto de estudio ha sido la religión católica. Bajo mi punto de vista, cualquier estudio sobre las religiones puede producir cierta controversia y crítica ya que en algunos aspectos las religiones dan explicación a preguntas que no se les ha encontrado respuesta científicamente. Partiendo de este punto, todo lo relacionado con las religiones y el estudio de las mismas siempre va a generar escepticismo y crítica por parte de ciertos sectores. Como bien explica la obra, aportar una definición de religión o denominar su estudio es una tarea ardua en la que todavía no ha habido consenso científico; para mí, los investigadores tendrían que despreocuparse de las críticas y centrarse en su objeto de estudio; no es tan importante cómo se le denomina sino de la manera en que se estudia, respetando todo los contextos, las culturas y las religiones en sí. Haciendo alusión a la obra, todo estudioso o historiador de las religiones debe tener una posición neutral. He de destacar en este momento la frase que más me ha impactado de toda la obra y que quizás sintetice la misma : “… la confusión entre el estudiar lo que se cree y el estudiar creencias sin enseñar a creer”. Quiere decir, que el estudio de la religión se tiene que hacer de una forma neutral, sin intentar adoctrinar y sin dar prioridad a una religión por encima de la otra. No se debe caer en el error de menospreciar ninguna religión y dotarlas a todas de la misma importancia. Hemos de ser conscientes de que en el mundo coexisten numerosas religiones y no porque una de ellas sea la nuestra, o la que más seguidores tiene sea la única o verdadera. Vivimos en un mundo ya globalizado en el que la base de la existencia del ser humano se basa en el respeto al prójimo. Me gustaría enfatizar este punto ya que a lo largo de la historia, incluyendo el momento histórico por el que estamos a travesando, el fanatismo religioso es el causante de las guerras más cruentas. Por ello, a la hora de hacer un estudio de las religiones, no se debe menospreciar ninguna religión y hay que evitar el odio y fomentar el respeto.

Además para lograr hacer un estudio de las religiones hay que tener en cuenta muchos factores tales como la sociedad, momento histórico. Es de gran importancia analizar el pasado histórico de una sociedad para así comprender sus comportamientos, en este caso religiosos. Asimismo es de igual importancia prestar atención a los cambios continuos que se presentan en la sociedad, dado que la sociedad está en continuo cambio y si sólo analizas un momento determinado corres el riesgo de que tu estudio quede desfasado. Igualmente, es de importancia en esta disciplina analizar aspectos biológicos, filosóficos, filológicos etc, al ser una ciencia todavía no muy consensuada cuantos más datos se aporten más fiables pueden ser sus resultados.

Por otro lado, para hacer referencia al apartado de comparación, creo que no sería muy acertado marcar unos patrones derivados