Introducción al Nuevo Testamento.

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Origen e historia. ¿cuándo comenzó a ser un grupo organizado? ¿Existió como tal? No se sabe. Se supone que hay un cierto grado es la continuación de los zadokitas del período persa y griego y los saduceos.

Según Josefo (AJ XIII, 173), los saduceos ya existía como un grupo separado en tiempo de Jonatán el Macabeo. A partir de Juan Hircano (134-104 a.C.) hasta el 66/70 d.C. jugaron un rol importante en Jerusalén y Judea. No se sabe qué rol desempeñaron antes de eso. Se supone que hubo alguna afinidad entre los saduceos y los sostenedores del helenismo que dominaron la ciudad de Jerusalén al inicio del segundo siglo a.C.

Ernst Bammel tiene una postura diferente. Sólo se puede hablar del partido de los saduceos en la primera centuria de nuestra era; surgen como resultado de un conflicto con los fariseos. Antes, los saduceos eran familias sacerdotales traídos a Jerusalén por Herodes el Grande para disminuir la influencia de los rey-sacerdotes Asmoneos y fueron presentados como los legítimos hijos de Zadok. El nombre saduceo fue un nombre honorífico que estos sacerdotes se dieron a sí mismos.

Características. Eran de una clase social alta y pudiente. Ver Hc 4,1 y 5,17, ejemplifican que el círculo de los sumos sacerdotes consistían a menudo de saduceos.

Los saduceos pertenecían a la alta clerecía y aristocracia, esto es, la clase con posesiones. Esto se evidencia de su constante preocupación por preservar la estabilidad política y social en orden a asegurar sus intereses económicos. Por eso han favorecido constantemente una política de cooperación con los dominadores extranjeros.

Conservadores. Sólo reconocen la tradición escrita como escritura sacra. Rechazan la doctrina de la resurrección de los muertos y la existencia de espíritus y ángeles.

Eran hostiles a los movimientos mesiánicos y apocalípticos. Por tal motivo no tenían mucho tiempo para el mensaje de los profetas.

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Los fariseos

El nombre. Deriva del hebreo y el arameo: “separado”. El nombre les debió de haber sido dado por sus oponentes. Los fariseos mismos usan términos que significan “amigo”, “escriba” o “ hombre sabio”. En la literatura judía la descripción preferida de los fariseos es “hombres sabios” o más a menudo “nuestros hombres sabios”.

Origen e historia. No se sabe nada con certeza de ellos. Son asociados a los hasideos o hasidim que al inicio de la revuelta lucharon con los macabeos.

Aparecen como grupo más o menos independiente en tiempos de Jonatán (AJ XIII, 171). Neuser: la tradición sobre los fariseos como máximo 50 u 80 años antes de la destrucción del Templo.

Se reunían presumiblemente en comunidades. Estas se constituían: sacerdotes de rango inferior, artesanos, pequeños granjeros y comerciantes. La mayoría de los escribas eran fariseos, aunque ambas categorías no se deben mezclar.

En sentido estricto sólo pocos fariseos. Cerca de 600 en tiempos de Herodes el Grande (AJ XVII, 42). Gran influencia a pesar de su número reducido. Esta influencia se debió sobre todo gracias a la significancia adquirida por las escuelas y sinagogas y especialmente porque el movimiento fariseo se constituyó en la única fuerza dominante existente en el judaísmo después del 70 d.C.

Los fariseos no son un partido político pero esto no significa que no estuviesen preocupados por asuntos políticos. En un período posterior se centran en asuntos netamente religiosos.

Características. Dan importancia la tradición escrita y oral. Esta fue transmitida oralmente de generación en generación a través de Josué, ancianos, profetas y maestros hasta que fue puesta por escrita en la Mishna. La consideran como las más cercana interpretación y desarrollo de la Tora escrita (ver Mat 5,21; 15,2).

Creen en la resurrección de los muertos, existencia de ángeles y espíritus (Hc 23,8).

Mientras que para los saduceos la libertad humana está mucho más como trasfondo, para los fariseos el énfasis yace en la divina omnipotencia y en la libertad humana y responsabilidad (AJ XIII, 173): ‘todo es previsto, pero una libre voluntad nos es dada’. Esto reproduce una visión general de judaísmo, aunque la responsabilidad personal y el libre albedrío del individuo son a menudo menos subrayados en grupos apocalípticos que en los fariseos.

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