LA FE AL TENDER LA CAMA

LA FE AL TENDER LA CAMA

Cuando nos levantamos y abrimos los ojos siempre, hay un motivo para pararse de la cama, hacer lo propio de la mañana, los afanes de a veces quedarse cinco minutos más, hacen que sea casi maratónico solo las primeras horas del alba.  Se nos pasa por alto casi lo cotidiano, preparar un café, cepillar el cabello, el desodorante o el acto de tender la cama. Esas pequeñas cosas a veces nos hacen cuestionarnos esos cinco minutos más, porque no hicimos tal cosa, porque no colocamos de nuestro empeño y ni hablar cuando se llega a casa, después de un día atareado y la cama esta como si le hubiera pasada un huracán y no se recuerda.

Bien lo dice un dicho popular: cada cabeza es un mundo. Y es que la capacidad en la forma de pensar del ser humano es tan variada y múltiple, que casi podemos afirmar que cada uno de nosotros como individuos tenemos un punto de vista único, distinto al de los demás. Cuando analizamos un discurso, inmediatamente nuestra mente tiende a asociar la información que nos es transmitida con nuestras experiencias y conocimientos; un acto reflejo que nos facilita poder entender de la mejor manera posible esa idea o ideas planteadas en el discurso. Es así como este ejercicio de asociar el discurso del comandante William Harry McRaven, versus el discurso de Jimmy Chamorro da inicio.

Como dijo el comandante William Harry McRaven, la tarea que debes hacer al levantarte el tender la cama y si lo relacionamos con Jimmy Chamorro donde el primer espacio del día debe ser a Dios, ambos concuerdan en hay cosas que deben realizar así el afán de la mañana sea al ritmo de un correcaminos.

En el transcurso de ambos discursos a pesar que el público aparente ser diferente, podemos encontrar varias similitudes como cuando en Jimmy nos dice que cuando recibimos atropellos de los líderes espirituales, que cambian de familias espirituales, que terminan siendo coach y están siempre como de temporales y sin un punto fijo y hay que recordarles los que hablan de la palabra de Dios y es algo destino, podemos hacer una relación cuando McRaven nos habla de constancia que debes esforzarte cada día por ser el mejor, sin quejas, sin lamentaciones, de nunca rendirse y eso es quizás lo que pasa con los líderes espirituales que viven siendo nómadas, no son constantes no son creyentes de si, como lo debe ser un marino de SEAL para superar cada uno de los obstáculos y pruebas a las que se enfrentan.

Si seguimos el desarrollo de ambos discursos podemos ver la similitud entre la imitación de la fe la cual nos habla Jimmy, de seguir el ejemplo de la fe de los líderes que llevan consigo la palabra, podemos encontrar que McRaven nos cuenta como un marino en medio del entrenamiento de lodo, siendo uno de estos uno de los más exigentes, empieza a cantar para mantener la calma y de esta manera contagia y empiezan a imitar el canta para que el  grupo pueda aguantar las horas que aún les faltaban, eso lo hace un buen guía  que se centra en lo que debe hacer para ir por buen camino y la fe que ambos líderes para llegar con éxito a lo encomendado.