LAS MUJERES EN LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO.

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Se mencionó que es importante que cada mujer esté consciente de que tiene multiplicidad de aportes para poder deconstruir la violencia existente y así poder incitar a otras a reconocerse a sí mismas como poseedoras de fuerza, espiritualidad y resistencia.

También se propuso enfatizar en que la espiritualidad es el motor que ayuda a forjar un criterio que permita visualizar que las violencias que viven las mujeres no son “algo normal”.

Se dijo que las mujeres son creación de Dios, y que al violentar a cualquier mujer, lo que se hace es violentar a la divinidad existente en ellas. De manera que se debe resistir por defender la vida y la divinidad de cada mujer.

Se propuso reconocer el cuerpo de una manera integral y cuidar de él. Considerando que hay muchas espiritualidades en las iglesias, religiones y fuera de ellas que sostiene que el cuerpo no es importante, que es pecador e incluso culpable de cualquier tipo de violencia y es a este tipo de espiritualidades a las que se debe denunciar. Aunado a ello se mencionó que hacer el amor permite la creatividad y es una manera de vivir la espiritualidad desde el cuerpo. En paráfrasis de Janet W. May: “mientras más facilidad tenga una mujer en el placer sexual, será más justa, más comunitaria”.

Mencionaron que es importante dialogar en equilibrio Mujer-Hombre, poder reconocerse y compartir las espiritualidades de ambos, con la finalidad de unificar las experiencias y reflexionar en conjunto. Escuchar al otro y a la otra, que es sí un acto de rebeldía.

Finalmente se señalaron los siguientes puntos concretos para deconstruir las violencias que viven las mujeres:

- Nombrar (violencias ejercidas y que se ejercen)

- Compartir (experiencias, espiritualidades)

- Decidir (resistir)

- Movernos (impulsar a resistir de manera colectiva)

- Crear alianza (acogerse, tener voz profética ante las realidades, realizar pactos)

- Celebrar (hacer el amor, enriquecerse espiritualmente, impulsarse a resistir)

Se culminó el trabajo en la mesa con el canto:

Creemos que todas juntas podemos dar vuelta a la historia

//Creemos que así será //

Sábado 7 de Febrero 2014

Se inició con una síntesis de lo realizado el día anterior y a partir de ello se formuló la siguiente pregunta: ¿Cuáles son aquellas cosas con las que las mujeres no van a negociar, desde una perspectiva de las espiritualidades de resistencia?

Se acordó lo siguiente:

- No negociar la espiritualidad sin cuerpo.

- No negociar las espiritualidades que dan sentido a la vida.

- No negociar las memorias históricas de las mujeres.

- No negociar el sentir dolor por el otro.

- No negociar el sentir placer.

- No negociar la trascendencia de las mujeres.

- No negociar la resistencia.

Posteriormente se dialogó al respecto de qué necesitan hacer las mujeres para reconstruir otras relaciones posibles desde sus diversas espiritualidades, y a partir de ello crear un pacto.

Las participantes de la mesa culminaron el trabajo con los siguientes pactos:

- Retransmitir la experiencia vivida en el encuentro en los diferentes espacios donde cada una labora.

- Compartir las experiencias cotidianas de cada una, construyendo un profetismo sociopolítico.

- Escribir las memorias teológico-cotidianas.

- Acoger las espiritualidades que dan sentido a la vida.

- Hacer el amor con tal pasión que permita humanizarse y vivir preñadas en las realidades sociales.

- Recrear liturgias que provoquen espiritualidades de vida.