Como es el Papel de las Mujeres a lo Largo de la Historia

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La Iglesia tenía dos imágenes de la mujer que influenciaban en el modelo de la sociedad. La primera es la de Eva, que fue creada con la costilla de Adán y propició la expulsión de ambos del Paraíso. La segunda es la de María, que representa la virginidad. Ambas visiones pueden parecer contradictorias pero no es sino la impresión general que tenemos de la época.

En esta época la virtud más importante para la mujer era la castidad. La mujer no tenía permitido el gozar y disfrutar del acto sexual, esto solo era permitido dentro del matrimonio. Cuando una mujer hacia actos adúlteros era castigada bajo pena de escarnio y muerte.

En el ámbito social, hay una triple diferenciación en cuanto a la posición de las mujeres: la mujer noble, la campesina y la monja siendo esta ultima la única que podía gozar de grandes privilegios.

En el hogar la mujer no sólo se encargaba del cuidado de los hijos y de su educación sino que también de la organización de los empleados que trabajasen para ellos, en caso de ausencia de su marido que es algo común en esta época debido a las guerras o cruzadas, ella tenía el control de la economía siendo así la administradora, tomando las decisiones en lugar de su marido.

La Mujer Noble

Era agotador dependiendo de las posesiones que tuviese que dirigir, de sus empleados y del número de familia.

Pero no era igual para todas ya que algunas eran utilizadas como moneda de cambio a través de las uniones matrimoniales, que servían para sellar pactos estratégicos o políticos, y así aumentar las posesiones de uno u otro hombre. E aquí donde se dan los matrimonios entre reinos para un tratado de paz o de alianza.

La Mujer Campesina Medieval

Estas mujeres tenían que soportar: dentro del hogar era la encargada de la cocina, de las ropas, de la limpieza, de la educación de los hijos, etc. Fuera de él debía ocuparse del ganado y del huerto, cuando no debía trabajar también en las tierras de cultivo. Si por el contrario la mujer residía en la ciudad, además de ocuparse de su familia y la casa, debía hacerlo del negocio familiar o ayudar a su marido en cualquiera de las actividades que éste llevase a cabo. Si ambos cobraban un salario, el de la mujer era notablemente menor, a pesar de que realizasen los mismos trabajos.

Beguinas

Eran mujeres que dedican a la religión pero fuera de un convento. Ellas pretendían tener contacto inmediato con Dios.

Se dedicaban a la defensa y el cuidado de los pobres, de los enfermos y los huérfanos, y a un campo poco común, el del conocimiento: traducían obras religiosas a lenguas comunes.

La Mujer en la Edad Moderna

Su principal rol por cumplir era el de procrear, es decir ser madres. Una mentalidad que se encontraba muy presente como herencia de la edad media, ya que se establecía una similitud entre ellas y la Virgen María. Pero también se le catalogaba como la principal promotora del pecado del hombre afirmando que “la mujer es un verdadero diablo, una enemiga de la paz.

Bajo este ideal la posición social de la mujer siempre era inferior a la del hombre, su único destino era el de concebir y cuidar a los hijos, velar por el gobierno de la casa y estar siempre dispuesta a satisfacer cualquier necesidad que tuviera el esposo.

Trabajo

Se consideraba como una actividad exclusiva para el hombre, la mujer tenía que encargarse al cuido de los hijos, su esposo y su hogar. El trabajo que podía realizar la mujer dentro de su casa era su obligación y tenía que cumplirlo como un mandato divino y social.

Las mujeres solteras se dedicaban a ser sirvientas o educar a los hijos de las grandes señoras y las mujeres que no podían tener hijos se retiraban a los conventos.

La Reforma Protestante

Es aquí donde el trabajo para las mujeres tuvo mayor apertura hay documentos que registran que “1400 mujeres dirigían empresas de 26 ramas de los oficios textiles de hilandería, tejido, tapicería, pasamanería y costureras, gracias a las transformaciones sociales, culturales y económicas que experimentó la sociedad tuvieron mayor participación en las actividades productivas, pero en las regiones en donde la reforma no tuvo mayor impacto las mujeres continuaron su enclaustramiento en las casas cuidando a los hijos.

Las principales actividades económicas que participaban las mujeres eran el artesanado y los textiles, pero muchas de las mujeres dedicadas a estos oficios eran solteras.

La Mujer en la Edad Contemporánea

En 1790 lo que importaba era que la mujer sea modesta, recatada, atenta y que los extraños dieran testimonio de su virtud. Si es muy importante que el padre ame a los hijos, también lo es que ame la madre a sus hijos. Estas son las razones que constituyen la apariencia misma como una obligación de las mujeres, siéndoles la honra y la reputación no menos indispensables que la castidad.

El Imperio Napoleónico

El marido debe proteger a su mujer, y la esposa debe obedecer al marido. Las mujeres casadas no están autorizadas a firmar ninguna clase de contratos. Las niñas no estaban hechas para recibir ningún tipo de educación. Con que aprendan buenas maneras era suficiente ya que el matrimonio es lo único que importa.

La Revolución Industrial

En la economía preindustrial la mujer participaba en las actividades artesanales dentro del hogar, pero con la llegada de la Primera Revolución Industrial las mujeres quedaron excluidas de la producción. Su papel siguió siendo el atender del hogar y sus hijos. Mayoritariamente eran las mujeres solteras, las jóvenes y las niñas las que trabajaban en el mundo fabril aunque recibiendo unos salarios mucho más bajos que los de sus compañeros varones.

La Segunda Revolución Industrial

La mujer se fue incorporando, paulatinamente, al proceso productivo. Pero seguían siendo en gran medida mujeres solteras y, además, las diferencias salariales, se mantenían.

La Conquista Imperialista

A lo largo del s. XIX muchos europeos se adentraron en el territorio africano con el objetivo de adoctrinar a los “salvajes”. Se desató una lucha por adquirir más tierras que proporcionaran un mercado