Mijo Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron
Enviado por tolero • 7 de Noviembre de 2017 • 3.180 Palabras (13 Páginas) • 625 Visitas
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En el orden de Dios constituye personas para hacer su trabajo. Edificar, capacitar, equipar el cuerpo de Cristo para la obra del ministerio; es lo mejor que puedo hacer yo.
La bendición es para todos. Todos los que estamos aquí somos constituidos para trabajar en el ministerio.
Génesis 2: 8 Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
En el principio estableció un orden, comenzó por Adán, le dio un trabajo. El trabajo dignifica al ser humano y su carácter se forma. Empiece un trabajo y termínelo. El trabajo trae mi sustento.
Dios quiere que yo trabaje en su obra. Se me ha dado una viña para poder servir, y que yo la cultive. El fruto son las almas que se convierten para trabajar en la viña. Jesús trabajaba 12 horas.
Yo soy parte del trabajo de la obra de Dios. Puedo trabajar horas para el servicio al Señor, el tiempo invertido puede ser la diferencia, si son pocos o muchas horas.
Decida invertir en las multitudes
Mateo 20:1-16 (Reina-Valera 1995) Parábola de los obreros de la viña
1 El reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados 4 y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo". Y ellos fueron. 5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena e hizo lo mismo. 6 Y saliendo cerca de la hora undécima,[e] halló a otros que estaban desocupados y les dijo: "¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?" 7 Le dijeron: "Porque nadie nos ha contratado". Él les dijo: "Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo". 8 »Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: "Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los últimos hasta los primeros". 9 Llegaron los que habían ido cerca de la hora undécima y recibieron cada uno un denario. 10 Al llegar también los primeros, pensaron que habían de recibir más, pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 12 diciendo: "Estos últimos han trabajado una sola hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día". 13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a este último lo mismo que a ti. 15 ¿No me está permitido hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?" 16 Así, los primeros serán últimos y los últimos, primeros, porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.
El es el dueño de la obra y pone a trabajar a los que el que el quiere
Juan 9:4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, mientras dura el día; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.[pic 4]
Es el tiempo para trabajar para Dios.
Éxodo 20: 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
La bendición del trabajo es para todos, yo soy su socia, recibo los dividendos de su empresa, recibo las bendiciones de él. Bendice el trabajo en equipo
1 Corintios 12: 1-31 Dones espirituales
1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice de Jesús: «¡Sea anatema!», como tampoco nadie puede exclamar: «¡Jesús es el Señor!», sino por el Espíritu Santo. 4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.6 Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. 8 A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe[ por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.12 Así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo,13 porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijera el pie: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», ¿por eso no sería del cuerpo? 16 Y si dijera la oreja: «Porque no soy ojo, no soy del cuerpo», ¿por eso no sería del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él quiso, 19 pues si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, aunque el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: «No te necesito», ni tampoco la cabeza a los pies: «No tengo necesidad de vosotros». 22 Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos miembros del cuerpo que nos parecen menos dignos, los vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro, 24 porque los que en nosotros son más decorosos no tienen necesidad. Pero Dios ordenó el cuerpo dando más abundante honor al que menos tenía, 25 para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los
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