ANTOLOGÍA FORMACIÓN HUMANA. EL SER HUMANO
Enviado por Antonio • 22 de Octubre de 2017 • 17.093 Palabras (69 Páginas) • 1.009 Visitas
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DIVERSAS VISIONES DEL CONCEPTO
Desde todos los tiempos, el hombre ha buscado realizar su vida responsablemente; por eso mismo se pregunta sobre el fundamento y sentido de ser hombre. Así, el tema antropológico está siempre, aunque de modo diverso, en cada teoría; si bien trata de resolver un aspecto del problema, suscita otros más. Algunas opiniones interesantes son:
- Para Confucio, el hombre era el centro del gobierno, del arte y de la religión, sosteniendo que la naturaleza del hombre era buena.
- Protágoras dice que el hombre es la medida de todas las cosas.
- Platón nos representa al hombre dotado de alma y cuerpo; este dualismo nos lleva a una tragedia: en el alma radica la inmortalidad y la verdad, pero está encarcelada al cuerpo, por lo tanto, debe liberarse de él.
- Aristóteles nos habla de que el hombre es unidad, alma y cuerpo deben estar unidos para alcanzar su destino. Es también, para él, un animal político.
- Para Pascal, el hombre es una caña pensante.
- Según Sanabria, el hombre es un animal desconcertante, un enigma.
- Para el cristianismo, según la Biblia, el hombre es creado como persona libre, imagen divina y que trasciende hacia Dios.
- Freud opina, sin embargo, que el hombre es un ser sexuado.
- Thomas Hobbes dice que el hombre es el lobo del hombre.
- Nietzsche cree que el hombre es una cuerda entre el animal y el superhombre.
- Para Heidegger, el hombre es un ser para la muerte.
- El pensamiento moderno da primacía al sujeto pensante, haciéndolo regido no ya por lo espiritual, sino por el pensar; establece nuevamente una separación entre cuerpo y alma, dando pie a otras posturas, como el racionalismo, que reduce todo a la razón, y el empirismo, que lo reduce sólo a lo sensible.
- El pensamiento contemporáneo comprende al hombre dentro de lo pragmático, suscitando varias corrientes, como el materialismo, que sostiene que el hombre es sólo materia y está sujeto a las leyes de los seres naturales y su vida se explica desde la misma naturaleza, o el evolucionismo, que nos habla de la variedad de especies, la selección natural (la lucha por la existencia subsistiendo sólo los mejores y adaptados).
- En la actualidad no se considera al hombre como puro sujeto aislado en su pensamiento o como una idea o mero objeto; la persona es singular e irrepetible, libre y responsable, capaz de relacionarse con otros, formando una sociedad; es el autor de la historia, comprendido desde su propia cultura.
En síntesis, descubrimos que el hombre se distingue de todo ser viviente por ser racional; es decir, posee una inteligencia y una voluntad libre; es capaz de pensar y determinar el rumbo de su vida; sólo en él caben el progreso y la historia. Está destinado a ordenar el universo, siendo responsable de vivir en armonía con la naturaleza y sus semejantes. Todo esto, sin duda, nos llevará a descubrir otra facultad que poseemos y nos hace todavía más superiores: la Dignidad, la cual nos lleva a ser mejores, a buscar el desarrollo y perfeccionamiento, buscando una mejor calidad de vida desde la condición en que me encuentro y la situación social que me rodea, siempre con la idea de cambiar.
Las teorías filosóficas más importantes que hablan del concepto de hombre (Según Gustavo Escobar) son las siguientes:
Teoría clásica del hombre (teoría del homo sapiens)
Esta teoría define al hombre como un “animal racional”. Se llama en lo que la lógica tradicional llama “género próximo y diferencia específica”. De acuerdo con esto, el género más próximo del concepto hombre es la animalidad, pero lo que lo diferencia de los demás animales o seres vivientes es la “racionalidad”, o sea, la capacidad de comprender, de abstraer o de retener nociones universales llamadas conceptos, como la idea de “hombre”, de “ciencia”, de “moral”, etc.
La teoría que hemos llamado “clásica” del hombre cobra expresión, primeramente, en los filósofos de la antigüedad griega, como Sócrates, Platón y Aristóteles. Más tarde, la concepción del hombre como un ser eminentemente racional se desarrolla en la época moderna, con autores como Descartes y Galileo, que conciben la razón matemática como el paradigma de la racionalidad, la cual oponen a los caducos métodos escolásticos basados en el “principio de autoridad”. Tenemos, así, que la razón es lo que permite separar al hombre del animal.
Teoría del homo faber
Define al hombre como un ser práctico y se desarrolla con base en teorías naturalistas, en el positivismo y en el pragmatismo, fundamentalmente. Según esta teoría, no hay una diferencia esencial entre el ser humano y el animal; sólo encontramos, entre ambos, diferencias de grado; es decir, en el hombre se dan los mismos elementos que en los demás seres vivos, pero difiere de éstos en que, en el hombre, se manifiestan en una forma más compleja y desarrollada.
Cabe añadir que esta doctrina tiene su origen en Demócrito y Epicuro y adquiere renovado impulso en la edad moderna con Bacon, Hume, Mill, Comte y Spencer. La teoría evolucionista de Darwin y Lamarck le dio un sostén científico; con diferencias en puntos menores, es recogida por el pragmatismo y recibe un nuevo cuño en manos de Freud y Adler.
En la época moderna, con Francis Bacon (1561-1626), se vislumbra, por ejemplo, esta concepción del hombre –que hemos llamado teoría del homo faber– como un ser capaz de dominar y aprovecha óptimamente el medio ambiente. “El hombre –dice Bacon en su obra Novum Organum– , ministro e intérprete de la naturaleza, sólo hace y entiende en la medida en que ha observado, por la experiencia o por la reflexión del orden de la naturaleza”. Y, agrega el filósofo inglés, “a la naturaleza no se le vence más que obedeciéndola”.
Concepto del hombre como animal simbólico
Este concepto es propuesto por el filósofo neokantiano alemán Ernst Cassirer (1874-1945). Para definir al hombre se pueden establecer dos criterios: uno que consistiría en caracterizar al hombre a partir de sus estados psicológicos (pasiones, ideas, creencias, decisiones, presencias, etc.), y otro que centra su atención ya no en la forma en que el hombre quiere, piensa o siente, sino en su obra,
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