Aerolineas Argentinas.
Enviado por Ledesma • 23 de Febrero de 2018 • 2.395 Palabras (10 Páginas) • 305 Visitas
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En cuanto a la normativa, uno de los objetivos era asegurar la transparencia del procedimiento a través de la licitación pública internacional, era requisito que la mayoría del capital social asegure que el control y dirección de la empresa quede en manos del Estado y personas argentinas, también debía ratificarse una política nacional sobre el transporte aéreo comercial.
El artículo 1 de la ley 23.696de emergencia administrativa y reestructuración del Estado declara en estado de emergencia a Aerolíneas. Fue necesaria la aplicación de otro decreto para iniciar el proceso de privatización. Mediante el decreto 1591/89 se dispuso la privatización parcial con una mínima participación del Estado Argentino.
Se llama a licitación, este proceso tuvo como característica los movimientos a favor y en contra de los candidatos, así fueron declinando su interés hasta que quedó el único consorcio interesado. El consorcio Iberia – Austral se ofrecía pagar el 85% de Aerolíneas Argentinas, las sumas eran las siguientes: a) 130 millones de dólares al contado dentro de los 20 dias de aprobada la operación; b) 130 millones de dólares a plazo en diez cuotas semestrales, la primera de ellas vencería a los cinco años del contrato de compra venta; c) títulos de la deuda externa por valor nominal de 1610millones de dólares más los intereses caídos.
La empresa fue tasada en 625 millones de dólares, un valor inferior al que realmente representaba, solo su flota de aviones valía más de 500 millones. Como se vendía el 85% de la empresa la base fue fijada en 529.550.000 dólares. La oferta de Iberia – Austral sumaba 130 millones al contado, 130 millones en plazos y 1610 millones en títulos de la deuda externa. Este desembolso era inferior al de la base.
En la comisión bicameral se había establecido que la empresa oferente se ocuparía del reequipamiento de la flota, y que le plan de inversiones tenía que estar garantizado por un banco internacional calificado.
La situación de los trabajadores no fue respetada, pues no participaron ni ellos ni sus representantes sindicales en las renegociaciones de los convenios. La cláusula que los hacía participes y les aseguraba la fuente de trabajo fue revocada seis días antes de la transferencia de la empresa.
LA GESTIÓN DE IBERIA,
EL 21 de noviembre se firmó la transferencia y el grupo Iberia se hizo cargo de Aerolíneas Argentina. Inmediatamente comenzaron los incumplimientos, a dos meses de adjudicarse la licitación seguía sin aparecer los 130 millones que debían abonarse veinte días después de dicha adjudicación. El pago se hizo efectivo en 1991, después que los compradores pudieron asegurarse una transacción sin reembolsar dinero. La situación era la ausencia de efectivo, los títulos de la deuda externa y tampoco existían las garantías de cumplimiento del plan de inversiones.
Los incumplimientos continuaban, la entrega se había realizado sin firmar los inventarios, las fechas seguían sin cumplirse, por lo tanto el grupo comprador decidió enviar una nota al Ministerio de Economía proponiendo una serie de renegociaciones. Iberia planteaba la dificultad para conseguir la fianza bancaria por la deuda a largo plazo, su propuesta era anticipar el pago en Bónex serie 1989.
Se firmó el convenio en donde se aceptaba el pago con entrega de Bónex en lugar de los 130 millones de dólares; lberia se benefició ya que solo necesitó 79 millones de dólares para cubrir 130.
Consecuencias:
El Estado le adjudicó Aerolíneas Argentinas a un grupo insolvente, siendo cómplice del posterior desguace que se vivió. Iberia y asociados vendían parte de la flota para conseguir efectivo y luego para reincorporar estas naves las arrendaban. Estas maniobras, que les evitaba el desembolso de dinero para pagar la deuda, constituyeron hipotecas sobre las aeronaves, cumpliendo con la función de garantía para los bancos. De esta forma si Iberia no cumplía con los pagos, el Estado podía reclamar a los bancos garantes, pero estos a su vez ejecutarían a Iberia las hipotecas sobre las naves.
Una de las consecuencias más dramáticas fue la que sufrieron los empleados, se violaron todos los convenios colectivos de trabajo, despidieron a más de la mitad de la planta de empleados.
En 1992 se hizo conocido un balance de la empresa en el que se advertía que Aerolíneas Argentinas SA había entrado en estado de liquidación por pérdida de capital, el pasivo superaba ampliamente al activo. La deuda original siguió creciendo, se hacía evidente el objetivo de subordinar los intereses de la aerolínea a los intereses de Iberia. Y para acrecentar el mal gerenciamiento al que se encontraban sometidos, durante una breve gestión American Airlines sumó deudas a la ya arruinada aerolínea de bandera.
LA GESTIÓN SEPI.
En el 2000 American Airlines se desentiende de la gerencia y le da paso al Grupo SEPI con el cual debió elaborar un plan de traspaso.
La Gestión planeaba despedir 1549 empleados en plena ley de flexibilidad laboral argentina y derivar rutas a terceros como Souththern Windsy Aerolíneas Express. Mientras SEPI continuaba con su plan Restaurar y achicamiento, los trabajadores presentaron en plan de Recuperación para poder hacer la empresa viable.
Finalmente se logró una estrategia que conseguía un salvataje económico para poder subsistir unos meses más. Los trabajadores son convocados por el Estado una vez más a discutir un nuevo plan de ajustes y un pero convenio colectivo.
En el 2000 caduca la exclusividad que tenía AA de volar destinos al exterior y esto profundiza la situación.
La cuestión Laboral:
La SEPI provocaba y agudizaba el conflicto con los trabajadores para conseguir justificativos a la hora de llevar a cabo los despidos que se pretendían. Al proyecto de Diputados para salvar la empresa, el Presidente De La Rúa respondió con una intensa negativa. El conflicto laboral subía, los trabajadores hacían intentos por conservar sus puestos de trabajos y proteger la Aerolíneas de Bandera Nacional. Patricia Bullrich buscaba los medios para persuadir a los trabajadores y que acepten las nuevas medidas que se estaban planteando.
Mientras tanto Cavallo, en Madrid, continuaba intentando que Eurekian se hiciera cargo de la empresa. Eurekian estaba denunciado por los trabajadores y algunos políticos como un grupo inversor favorecido por amiguismo y era rechazado, sin embargo ellos
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