DISCAPACIDAD Y DESPLAZAMIENTO EN UN CONFLICTO ARMADO CON UNA POLÍTICA EXCLUYENTE

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La propuesta de Fraser es la reestructuración política- social, que implica diversos cambios, en lo económico, político, social e incluso en el trabajo y su papel en la sociedad, y como complemento esta la solución a la injusticia cultural, donde el autor dice que se debe acceder a un cambio cultural o simbólico, creando un cambio en la autoconciencia de todos. Por tanto este es un tema que incluye el enfoque del desarrollo humano, desde sus capacidades para llegar a una participación como iguales; ya que la exclusión social es un problema de injusticia social porque constituye una negación de la equidad participativa y no permite una construcción social integral donde la discapacidad es un tema fundamental, retomado por Nussbaum, quien opina al respecto que en lugar de ver a las personas con diferencias y discapacidades, como meras propiedades en sí mismas, debemos verlas como ciudadanos dotados de dignidad y con derechos como las demás personas, al igual que el tema de la asistencia digna, donde sus tratamientos deben ser brindados de manera adecuada, oportuna, y justa, para garantizar un bienestar en su vida y su desarrollo humano ya que una de las más comunes experiencias de exclusión social es la exclusión educativa, donde la mayor dificultad es la falta de formación pedagógica , la falta de estrategias didácticas y educadores creativos para la enseñanza es evidente.

Otro de los espacios de exclusión son los del espacio público donde no les dan cabida a las personas con discapacidad ya que, las escaleras, los buses, entradas a edificios, no están adecuadas para estas personas; aquí es donde se convoca a el cambio de los imaginarios colectivos de exclusión, para que a la hora de mejorar la infraestructura de las ciudades se la adecue para el libre tránsito y mejor comodidad para las personas con discapacidades, de igual manera para que los ciudadanos miren en igualdad de condiciones a estas personas y les den oportunidades para que tengan un libre desarrollo y mayor participación ciudadana. Aunque en algunas ocasiones este desarrollo del que se hablaba anteriormente se ha caracterizado por ser una ayuda y un cuidado asistencialista en un contexto, medico clínico.

Miguel Ferreira afirma que la discapacidad no es más que una terrible consecuencia o accidente congénito que no permite una convivencia cotidiana normal, concluyendo que la solución al problema es solo la ciencia quien está en condiciones de actuar sobre las causas mismas; pero frente a esto el ESTADO quien supuestamente tiene que estar asistiendo a esta población, por el contrario es indiferente causando una profundización en la discapacitada y la discriminación que sufre la población desplazada, con limitaciones, fiscas, mentales, intelectuales o sensoriales, excluyéndolos de beneficios y oportunidades necesarios para mejorar sus condiciones de vida; muchas veces esto sucede porque el estado omite la relación que esta población tiene con el conflicto armado y que su sufrimiento, necesidad, y angustia es causado por el mismo.

Señala la corte constitucional que hasta la fecha no se ha hecho evidente el cumplimiento de los derechos que las personas con discapacidad y en estado de desplazamiento tienen, haciendo evidente la falta de acciones frente a estos sucesos; por esto la corte constitucional ordena la implementación de políticas públicas para la protección de las personas en estado de discapacidad y desplazamiento; así que el reto que tienen las políticas públicas para el siglo XXI, es que a través de sus fases de formulación, decisión, implementación, evaluación, y análisis se efectúe la política de reconocimiento y justicia social, con una lectura integral, que implique ponerla en marcha y hacerla realidad, trascendiendo de lo material y transformando la identidad der ser pacientes hacer ciudadanos y ciudadanas con plenos derechos.

En consecuencia a lo anterior se puede decir que el desarrollo humano es fundamental para hacer realidad los derechos humanos, aunque suene utópico, esto podría llevar a la sociedad a una promoción de sus mismas necesidades, la compresión y el libre desarrollo humano, sin agredir al otro y sobrepasar los límites, considerando la importancia tanto del hombre como de la mujer en los roles de la sociedad, con una igualdad equitativa, donde la raza y las etnias valoren la posibilidad de elegir su propia identidad; llevándonos a pensar en una Colombia incluyente; dando espacios apropiados para las personas con discapacidad, implicando el cambio de los imaginarios de cada uno de los ciudadanos al igual que la transformación de los espacios físicos construidos y proyectados, haciendo más accesible los beneficios que ofrece la ciudadanía en general.