DISFUNCION FAMILIAR.

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Parte fundamental de una familia es la comunicación, gracias a ella podemos evitar que muchos o en su mayoría de los factores causantes de la disfunción puedan hacerse a un lado y evitar las consecuencias de este mal funcionamiento del núcleo familiar. Una familia que se comunica siempre estará unida. El hablar entre los miembros reviste gran importancia porque los problemas que asolan a las familias que acuden a terapia psicológica para evitar la desintegración se derivan de la falta comunicación. Algunos factores que ocasionan la falta de comunicación en familia son:

1. Las nuevas condiciones de trabajo que imponen largos desplazamientos y por lo tanto ausencias prolongadas del hogar. Por tal motivo el tiempo para verse y de convivencia disminuye.

2. La irrupción en el marco familiar de los medios de comunicación. Este es un factor muy importante, pues se hace un mal uso de los mismos y se convierten en una barrera para el diálogo. Es común el uso del celular, el escuchar música con audífonos a un alto volumen o el enfrascarse en las conversaciones por Internet, ignorando a la familia.

3. Prisa de los padres por recibir alguna información por parte de los hijos, ya que no se presta atención a lo que tratan de comunicar. Las exigencias económicas obligan a tener en ocasiones más de un empleo abandonando lo primordial: el escuchar, el expresarse, el convivir con calidad.

4. Las preguntas llenas de reproches, antes de escuchar, investigar, analizar el porqué de alguna situación, genera dudas y desconfianza que se van acumulando para explotar en cualquier momento, tal vez cuando ya la situación sea irremediable.

Los factores mencionados son los más comunes; sin embargo, cada familia tendrá su propia problemática por resolver. La repercusión más evidente de la falta de comunicación es la desintegración y por ende la falta de valores en la sociedad. Los adolescentes al no sentirse cómodos o parte de este entorno se sienten vacíos, buscan con quien identificarse y encuentran alternativas inadecuadas, como las tribus urbanas o grupos de amigos que los incitan hacia los delitos o hacia el consumo de drogas. (Castro, 2008)

Concluyo con que son un sin número las causas que provocan que una familia no funcione correctamente, pero aquí lo que más nos preocupa sin dejar atrás estos factores, son las lamentables consecuencias, que también es una lista sin fin, que, como lo leíamos al principio el resultado de estas fallas en el núcleo familiar pueden ser, más violencia tanto física como verbal entre los miembros, problemas de drogadicción y alcoholismo, huidas por los miembros de la familia, bajo rendimiento escolar en los hijos, relaciones sexuales a temprana edad y como consecuencia embarazos en jóvenes, falta de seguridad hacia su persona, aislamiento, se pierden las relaciones sociales, divorcios, entre muchos otros efectos que son deplorables. Por lo general, en un sistema familiar disfuncional los niños son los primeros en demostrar algún tipo de síntoma (conductual o afectivo) que afecta tanto su funcionamiento al interior de la familia como fuera de ésta (en especial en el colegio). En estos casos, es muy importante dar apoyo psicológico individual o grupal que pueda brindarle las herramientas necesarias como para seguir desarrollándose de la manera más satisfactoria posible en los ambientes en que le toca desenvolverse. (Bonilla, 2010)

En todas las familias existen problemas, necesidades, conflictos y crisis, pero para poder solventarlo hace falta la predisposición. Predisposición a la hora de reconocer el problema, de aceptarlo, de aplicar los medios adecuados a las necesidades. El primer paso para poder combatir y prevenir estas terribles consecuencias es aceptar que en nuestro hogar existen problemas y si no está en nuestras manos las herramientas necesarias para evitar, prevenir o combatir con este problema, es necesario consentir que necesitamos ayuda de un profesional. Actualmente estas ayudas familiares para algunas personas se dan gratuitamente, en el trabajo o institutos escolares, así que la falta de recurso para tomar terapias de ayuda no es pretexto y lo mejor que el poco tiempo que inviertan en estas actividades, dará frutos en la familia y evitara las desagradables consecuencias. Nunca es tarde para reflexionar y encontrar ese factor que no nos deja vivir sanamente, lo importante es pasar tiempo con la familia, para enriquecer la comunicación y evitar muchos problemas entre padres e hijos, ya que la carencia afectiva tiene mucho que ver entre los miembros.