LOS ADOLESCENTES Y LA LECTURA. Emprender la aventura de la lectura no solo nos ofrece deleite y satisfacción
Enviado por Eric • 20 de Septiembre de 2017 • 910 Palabras (4 Páginas) • 591 Visitas
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Pero, como futuros docentes debemos preguntaron, ¿Qué les leer gusta a los alumnos?, de alguna u otra forma, los adolescentes leen cualquier tipo de texto, entonces realmente a la población juvenil, le interesa más los géneros de aventuras, acción, terror, suspenso. Pero para ellos esto es una utopía, ya que no pueden acceder a ese tipos de libros, en la biblioteca de la escuela no hay, para ir a un ciber necesitan dinero, de lo cual, a veces no tienen. Entonces son aspectos que evitan que no puedan tener un gusto por la lectura.
Como futuros docentes, debemos tener estrategias que nos ayuden a resolver estos problemas que evitan un desarrollo en las habilidades de los jóvenes.
CONCLUSIÓN
El hábito de lectura es algo que caracteriza a un alumno competente. Desde mi punto de vista, leer nos enseña a hablar y a pensar bien, entonces, cuando tenemos el amor por enseñar a leer a un joven, le estamos dando la mejor herramienta que se haya creado en toda la existencia de la humanidad.
La lectura expande significativamente la mente de un adolescente mientras le da una herramienta eficaz para mantener el estrés y el aburrimiento. Ellos escapar del ruido, la tensión y el aburrimiento a través de un libro.
Una de las metas principales en mi profesión es conseguir que los adolescentes se conviertan en lectores literarios. Enfrentarse con éxito a esta responsabilidad exige la consolidación de estrategias para fomentar el interés y gusto por la lectura.
Es así, que a continuación planteo mis sugerencias para hacer de la lectura un complemento en la vida del alumno:
- Para comenzar un hábito, debemos darle al alumno libros que no sean complejos, que le gusten, sobretodo que sean sencillo en lenguaje, de este modo, ellos tendrán la iniciativa de leer y así pasar de lo sencillo a lo complejo.
- Veo conveniente, leerles un libro en voz alta, es decir darles a su alcance una gran variedad de libros, permitir que los tomen, los vean y que siempre los tengan con libertad para poder leerlos, festejar sus avances, además de conversar armónicamente sobre lo que leyeron, con naturalidad como cuando conversan en el receso.
- Poner un día a la semana o un horario en especial, para comentar exclusivamente sobre los libros leídos.
Aunque es una aportación mínima, pero que ayudara al desarrollo crítico, analítico y reflexivo.
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