La democracia venezolana desde hace cincuenta y seis años se ha desarrollado de manera continua

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Con esta realidad mundial, la propuesta del socialismo del siglo XXI que impulsa con fuerza el manejo total del poder del estado en todas las esferas de la vida del país es inviable.

Gómez afirma que esto ha traído como consecuencia una cruzada de inspiración idealista donde se ha perdido la realidad de las verdaderas necesidades del venezolano: educación, salud, seguridad social y económica; con las consecuencias que se generan de estos: malos servicios públicos, déficit habitacional, encarecimiento de la cesta básica, desempleo, fuga de divisas y mal manejo de la economía, entre otros males, y por supuesto la inseguridad solapante, traducidas en: persecuciones políticas, paros laborales, colas, productos de la cesta básica limitados, mala calidad de la educación y la salud, por falta de insumos, descontento, incertidumbre, caos.

Por lo que asevera “la elevación del nivel de vida material de la gente, debe centrarse en competitividad , rentabilidad, productividad, costo de oportunidades, ventajas comparativas, sin mezquindad, egoísmo, envidia o intolerancia.

Encontramos otro punto de vista según Enry Gómez Mayz catedrático y ex ministro de educación en su libro Gobernabilidad y Educación Ciudadana. Su visión se enfoca hacia el ámbito educativo específicamente tocando las realidades sociales desde su óptica revolucionaria “sin educación popular no se podrá construir república” bajo esta premisa afirma el docente que la educación se construye a partir de:

- Constitución y protagonismo popular en la nueva República en construcción.

- La educación se postula en función de construir la nueva República.

- Política de formación a través del currículo.

Gómez afirma que “la escuela debe construir un espacio en el cual se expresen e introduzcan valores que transformen los códigos cuturales para favorecer el desarrollo y la realización humana”.

Me pregunto después de 15 años ¿Qué hemos logrado? ¿Cuál es la realidad educativa hoy? ¿Por qué los estudiantes y profesores reclaman? ¿Qué o cual es la nueva sociedad? ¿Hacia dónde vamos?

Son muchas las aristas que se genera de estas interrogantes, pero sobre todo, como incide en la salud, economía, filosofía, si seguimos bajo la utopía de la nueva sociedad, si esta se derrumba.

Parece irónica esta realidad que nos envuelve, sabiendo que Venezuela es el quinto país exportador de petróleo en el mundo y el poseedor de las mayores reservas de crudo pesado del planeta y tiene además las mayores reservas de crudo liviano en todo el hemisferio occidental.

En 2008 la producción de crudo del país fue la décima más alta del mundo, convirtiéndose en el 8 exportador neto de petróleo más grande del planeta. La economía de Venezuela sigue comportándose fuertemente inclinada hacia el sector petrolero con grandes entradas de divisas que dejan las transacciones comerciales con el exterior. Sin embargo, a lo largo de décadas la riqueza petrolera no se ha traducido en desarrollo sostenido, somos un país mono productor con una tarea urgente: generar cambios favorables, aprovecha y transformar este recurso no renovable en activos que rindan hoy y mañana.

El petróleo puede seguir generando ingresos que garanticen el futuro de sus ciudadanos, esto, es el momento de tomar decisiones contundentes, inaplazables, urgentes, responsables y prudentes. Para generar recursos que se inviertan y contribuyan al desarrollo e impulsen los sectores económicos, educativos...

La maximación del valor de la renta petrolera traducidas en activos financieros y físicos (infraestructura y tecnología, capital humano, promover mercados eficientes, reserva de fondos), para proveer bienestar a la población que responda a intereses a largo plazo es una tarea que va con el bienestar social que el gobierno debe tener en cuenta.

El descontento masivo que se percibe en la población debe alertar a los gerentes del país, a reflexionar y a buscar soluciones tangibles y verificables a corto, mediano y largo plazo, que garanticen un conjunto armónico social, económico, educativo cultural y político de los ciudadanos sin importar las diferencias ideológicas, para terminar por donde empezamos, desarrollar “la democracia venezolana”.