Normas de la OIT sobre el trabajo infantil son importantes instrumentos internacionales para luchar contra este problema:
Enviado por karlo • 13 de Abril de 2018 • 1.783 Palabras (8 Páginas) • 535 Visitas
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La situación del trabajo infantil atenta contra los derechos humanos de los menores, vulnera derechos de educación, salud y afecta su sano crecimiento. Pero el problema es de y para todos, según declaraciones del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), en cualquier país el trabajo infantil es un obstáculo para el desarrollo social y económico, ya que socava las competencias de su futura fuerza laboral y favorece la transmisión intergeneracional de la pobreza, y paralelamente perpetúa las desigualdades existentes.
Recientemente se han realizado acciones para mitigar la situación.
- El 12 de octubre de 2011 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reforma el artículo 4o. y se adicionó la fracción XXIX-P del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La reforma facultó al Congreso de la Unión para expedir leyes que establezcan, mediante un ordenamiento de carácter general, la concurrencia de la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, en los ámbitos de sus respectivas competencias, en materia de derechos de niñas, niños y adolescentes. Se reconoce el interés superior de los menores y se establece la obligación de atender el contenido de los tratados internacionales sobre la materia y de los que México es parte.
- El 12 de junio de 2013, el Ejecutivo federal presentó una iniciativa de reforma al artículo 123 apartado A, fracción III, de la CPEUM, cuyo objeto era elevar la edad mínima legalmente permitida para laborar, pasando de los 14 a 15 años de edad. La reforma fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2014.
- El 7 de abril de 2015, la Cámara de Senadores ratificó el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo, que establece la obligación para el Estado parte de elevar progresivamente la edad mínima de admisión al empleo hasta llegar a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores. De igual forma, este instrumento internacional exige a los Estados participantes proporcionar los medios para liberar a niños, niñas y adolescentes de las peores formas del trabajo infantil, asegurar su rehabilitación e inserción social.
A pesar de la modificación a la Constitución para elevar la edad para trabajar y las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, México no cumplirá la meta de erradicar las peores formas de trabajo infantil en 2016, pues aún existen 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes que realizan alguna actividad laboral.
La infancia de un pequeño es un tesoro. Las bases de una buena salud, del bienestar físico y emocional se desarrollan en los primeros años de vida. El Estado que invierta en cuidar la infancia de niñas y niños, asegura ciudadanos más sanos, lo que significa a largo plazo menos gastos en el sector salud; adultos con mejor formación técnica o profesional, mayor índice de población económicamente activa en actividades formales, lo que representa también mayores aportaciones al fisco por parte de contribuciones; reduce los índices de pobreza e incluso de delincuencia e inseguridad. Todo gasto y todo esfuerzo que se haga en protección de la infancia es una inversión con rendimientos para gobiernos y ciudadanos. Se aseguran adultos sanos, alfabetizados, cívicos, productivos, que contribuyan al desarrollo y progreso de un país.
La legislación aprobada es un buen indicio. El Estado mexicano reconoce que existe un problema, lo que nos da una señal para formar consciencia, como sociedad, de que existe un problema y éste es grave.
No obstante, y a pesar de estas acciones positivas impulsadas por el Ejecutivo y el Legislativo, hay muchos pendientes. La obligación es del gobierno, instituciones públicas y privadas, sociedad civil y de cada individuo en lo particular. Debemos comprometernos a proteger los derechos de niñas y niños, derechos de educación, salud, integridad física y emocional, derecho a aprender, derecho a su bienestar, derecho a una infancia sana y feliz. Es ineludible la obligación que tenemos a conservar y proteger la dignidad humana de nuestra infancia, núcleo de todos sus derechos humanos.
Los derechos humanos requieren de garantías por parte del gobierno para asegurar su respeto y cumplimiento, pero también son muy útiles las acciones que los individuos realicen para su promoción y respeto.
Madrigal, I. (2015). Derechos humanos de la Infancia: el trabajo infantil en México. Hechos Y Derechos, 1(27). Retrieved from http://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-derechos/article/view/7233/9169
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