¡PUEBLO MISERABLE!

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Ahora, debemos tener en cuenta que este no ha sido el único grupo al margen de la ley que se ha levantado en armas contra el estado colombiano, otro de los más fuertes en su época (debido a que su existencia fue corta) fue el M-19 (Movimiento 19 de abril), fundado el 19 de abril de 1970, entre tantos hechos realizados por este grupo de militantes de izquierda hay uno que marcó la historia en definitiva de nuestra nación, la toma del palacio de justicia el día 6 de Noviembre de 1985, acontecimiento que aún sigue siendo un misterio, ya que pasados 31 años de haberse perpetrado la toma no se tiene conocimiento alguno de cuál fue la causa que motivó al M-19 a realizar dicha “tarea”, también se puede decir que la toma del palacio de justicia es un suceso que día a día trae sorpresas nuevas, ya que han tenido que pasar 3 décadas para poder empezar a descubrir que el ejército y los encargados de “rescatar” a los retenidos por el simple hecho de mostrar resultados cometieron delitos de lesa humanidad, delitos que no se atreven a aceptar por el hecho de no querer ensuciar su tan “honorable” nombre.

Aquí no acaba todo, podemos hablar también de como Álvaro Uribe Vélez, expresidente de la República y exgobernador de Antioquia dio inicio a lo que se le conoció como las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) en un intento de plan por la defensa de los campesinos, equipándolos con armamento más propiamente de guerra, y de esta forma repitiendo la historia de la formación de las FARC – EP, pero esta vez con un grupo de postura de derecha.

Es aquí donde, después de hablar de ambos bandos como lo que son, luchadores según su ideología, según lo que creen que está bien, nos damos cuenta que somos un pueblo indolente, somos un pueblo que se ha dejado pisotear de sus dirigentes, pero que a la vez ha sacrificado la vida de muchos colombianos por el hecho de no saber cuál es la diferencia entre lucha por el pueblo y una lucha que afecte al pueblo, es aquí donde nos toca muy fríamente lo dicho por Policarpa Salavarrieta, “Pueblo miserable, yo os compadezco; ¡algún día tendréis más dignidad!”.