Proyecto de Investigación Social- El mal Uso de las Redes Sociales
Enviado por Jerry • 15 de Enero de 2019 • 2.851 Palabras (12 Páginas) • 912 Visitas
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A menudo se relaciona la dimensión social con una hipotética dimensión emocional o afectiva, sin embargo, a nivel teórico no se tiene claro si forman parte de la misma dimensión o no pueden separase una de la otra. A pesar de esta duda, ambas dimensiones guardan una estrecha relación en la práctica, normalmente se asocian y no resulta raro que ello ocurra. Sucede algo similar que con la anterior distinción entre los tres procesos de socialización.
¿Qué son las redes sociales?
Las redes sociales online son servicios prestados a través de Internet que permiten a los usuarios generar un perfil público, en el que plasmar datos personales e información de uno mismo.
Se fundamenta en la “Teoría de los Seis Grados de Separación” de Karinthy en 1929, la cual afirma que cualquier persona puede estar conectada a otra del planeta a través de una cadena de personas que no supera los seis intermediarios.
Así, en 1998 nace SixDegrees y en el 2002 Friendster, a partir de aquí comenzarían numerosas redes sociales cuyo auge comienza en el 2003.
Las redes sociales pueden ser de dos tipos:
1. Generalistas: buscan facilitar las relaciones personales y de ocio Ejemplo: Facebook
2. Profesionales: fomentan las relaciones entre profesionales. Ejemplo: Linkedln.com
Tal es el auge de estas redes que se calcula que la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Internacional calcula que el 44,6% de los internautas mundiales tiene un perfil en alguna red social; además, se constata que el porcentaje de usuarios de redes sociales es más alto entre los más jóvenes y decrece con la edad: 7 de cada 10 son internautas menores de 35 años.
El uso de las redes sociales por parte de los menores se está convirtiendo en una actividad habitual que reporta ventajas tales como el acceso a un nuevo medio de comunicación y relación social, que les permite, de forma descentralizada, crear y mantener tanto el contacto directo con sus amigos y conocidos como una nueva forma de identidad. Sin embargo, y como se señala en el Estudio "Redes Sociales Análisis cuantitativo y cualitativo sobre hábitos, usos y actuaciones" publicado por Ofcom (Office of Communications) el 2 de abril de 2008, los menores a pesar de tener ciertas nociones de seguridad descuidan ciertos aspectos y en ocasiones no otorgan la importancia que se merece a los datos personales e imágenes (tanto de los demás como de ellos mismos), se comportan de manera menos reprimida y no piensan en las repercusiones. Estos puntos serán nuestro objetivo de investigación.
Riesgos de las Redes Sociales
A lo largo de este apartado, haremos notar que la notoriedad de estos espacios sociales online no queda exenta de riesgos o posibles ataques malintencionados.
Las redes sociales permiten al usuario generar un perfil con sus datos, y para ello ofrece un formulario animando a completar el mayor número de datos posibles: nombre, edad, sexo, foto, aficiones y gustos, formación académica, profesión e incluso orientación sexual, de modo que toda ésta información se hace pública para todos los demás usuarios ya que por defecto, la accesibilidad del perfil no es sólo para tus amigos, sino también para las personas que forman parte de la lista de contacto de tus amigos.
Es por ello que el propio concepto de red social conlleva a una cierta renuncia voluntaria a la intimidad en tanto que por el tratamiento masivo de información personal. Al menos el 40% de los usuarios de redes sociales tiene abierto el acceso a su perfil a todo el que pase por ellas, sin restricción alguna de privacidad. Entre los menores de 18 años, este porcentaje se eleva al 77%, según un estudio reciente de la AEPD y el Instituto de Tecnologías de la Comunicación. Existe un problema derivado de la falta de toma de conciencia real por parte de los usuarios de que sus datos personales serán accesibles por cualquier persona. Se desconoce en gran medida que los perfiles pueden ser archivados, facilitando la creación de bases de datos de personas con fines ilícitos y del valor que éstos pueden llegar a alcanzar en el mercado.
Por ello, se debe leer toda la información concerniente a la página web. En ella se explica quiénes son los titulares de la misma y la finalidad para la que se solicitan los datos. Pero hay que destacar que los mayores riesgos de los menores de edad está directamente relacionados con la proliferación de información personal gráfica de los menores publicada por ellos mismos o por terceros así como comentarios de naturaleza injuriosa que pueden ser delitos o faltas tipificadas en el Código Penal, con desconocimiento de la responsabilidad civil por herir el derecho a la propia imagen del individuo como al honor.
Éste es el caso del cyberbullyng en el cual se desarrollan conductas hostiles, se ataca la reputación, daña la intimidad a través de comentarios, se inventan historias, se crean perfiles falsos, suplantación de la personalidad, etiquetan fotos, insulta, amenaza, chantajea con subir fotografías, etc. Es por tanto esencial que los usuarios tengan en cuenta que la publicación de contenidos con información y datos respecto a terceros no puede ser realizada si éstos no han autorizado expresamente su publicación, pudiendo solicitar su retirada de forma inmediata. Luego estas redes sociales deben establecer canales de denuncias, garantizando las respuestas en un breve plazo de tiempo, eliminando el comentario o la fotografía lesiva con la intimidad de las personas.
El uso de las redes por parte de los adolescentes suele centrarse principalmente en establecer contactos y vinculaciones con grupos de iguales, superando la distancia física. Este medio les permite poder expresarse y hablar de determinados temas que podrían resultarles difíciles de tratar en relaciones directas, a la vez que puede convertirse en una forma de intentar superar estados de aburrimiento o monotonía, al permitirles encontrar información sobre temas que les resultan estimulantes.
A grandes rasgos, el uso que hace un adolescente de las redes puede ser problemático cuando el número de horas de conexión afecta al correcto desarrollo de su vida cotidiana, causándole, por ejemplo, estados de somnolencia, alteraciones en su estado de ánimo o una reducción significativa de las horas que dedica al estudio o a otras obligaciones. Además, una escasa atención por parte de los padres puede dejarles vía libre para acceder, sin ningún control ni vigilancia, a determinadas
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