Seguridad Humana a favor de la migración en Méxicoю

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Las principales violaciones por las que pasan los individuos migrantes en cuanto a sus Derechos Humanos, están en relación con vivir situaciones de discriminación, libertad, el Derecho a la vida, salud, integridad, ser torturado, recibir malos tratos, crueles, derechos al trabajo, simplemente condiciones dignas, equitativas y un salario justo acorde a su labor realizada, sobre todo a los individuos vulnerables como los menores, el tener acceso a una condición de gran seguridad y educación.

Las personas migrantes, las cuales son excluidas, lejos de buscar su protección y que se garanticen sus derechos mediante denuncias, tienen temor acercarse a las garantías de protección ya establecidas, o más bien las desconocen.

Sin duda alguna, el principal problema por el cual viven éstas personas, es la seguridad durante su trayecto y paso a su destino. No solamente se viven agresiones por parte del crimen organizado, sino también de las mismas personas que se encuentran en esos entornos.

III.- Los Derechos Humanos de la población migrante.

En la actualidad México se caracteriza por ser un país de origen, tránsito, destino y, cada vez con mayor intensidad, de retorno de migrantes. La dimensión que tienen estos fenómenos hace que México sea, dentro del continente americano, el país que refleja de forma más clara el carácter pluridimensional de la migración internacional. La Comisión observa que como consecuencia de las marcadas desigualdades económicas y de oportunidades entre los principales países de origen y países de destino de migrantes en la región, la pobreza y las dificultades para acceder a condiciones de vida digna, la violencia ocasionada por la delincuencia organizada y común, las violaciones a los derechos humanos, la discriminación en contra de ciertos grupos vulnerables de población, las necesidades de reunificación familiar, los desastres naturales, así como la posición geográfica de México plantean para el Estado mexicano grandes desafíos respecto a cómo gestionar desde un enfoque de derechos humanos la afluencia de flujos migratorios mixtos. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013), p. 27).

Para comprender las causas que motivan a cientos de miles de personas a migrar desde, a través y hacia México es indispensable considerar los factores de expulsión y atracción de migración que se presentan en los países de la región, principalmente en los que se encuentran en el corredor migratorio entre Centroamérica y Norteamérica. La situación socioeconómica, política, ambiental y en materia de seguridad ciudadana de los países de la región resultan determinantes para entender por qué las personas deciden migrar. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013), p. 37).

Existen grandes factores de migrantes, los cuales conllevan a migrar con el fin de tener mejores posibilidades de empleo en otros países y mejorar su calidad de vida, aun estando consiente de los peligros que podrían enfrentar y las consecuencias que dan como resultado el dañar íntegramente su vida. Unos de los principales factores son los altos índices de desigualdad, violencia, pobreza y el impacto que tienen los desastres naturales.

Entre los múltiples desafíos que enfrentan los migrantes en México, la principal preocupación de la Comisión Interamericana tiene que ver con la grave situación de violencia y discriminación que afecta a los migrantes en situación irregular y otras personas en el contexto de la movilidad humana en tránsito, como consecuencia del contexto de violencia que atraviesa este país en la actualidad. Esta situación no es nueva ni desconocida para el Estado mexicano. Durante las últimas décadas, los migrantes han sido un grupo de población altamente vulnerable a diversas violaciones a sus derechos humanos en México. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013), p.47)

Tras su primera visita a México en 2002, la Relatoría sobre Derechos de los Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias [ahora “Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes”] de la CIDH ya advertía acerca de los delitos y graves violaciones a los derechos humanos que enfrentan los migrantes por parte de delincuentes y de autoridades inescrupulosas. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013), p.48).

En 2008, seis años después de la primera visita de la Relatora de las Naciones Unidas, el siguiente Relator Especial sobre los Derechos Humanos de los Migrantes de las Naciones Unidas, Dr. Jorge Bustamante, realizó una segunda visita a México, en la que nuevamente destacó que la situación de violencia y las violaciones a los derechos humanos en contra de las personas migrantes se habían mantenido e incluso incrementado. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013) p.49).

Conforme ha transcurrido el tiempo los índices de violencia han ido en aumento debido a la trata de personas, tráfico de drogas, víctimas de robo, abusos sexuales, secuestros, asesinatos y simplemente la colaboración de las mismas autoridades, las cuales han permitido que estos sucesos sigan transcurriendo. Los problemas de los migrantes continúan debido a que las autoridades están coludidas con los mismas redes de bandas a las cuales les facilitan las operaciones ilícitas que favorecen a que estos actos queden impunes. Al parecer estas redes van en aumento ya que a través de los años la sociedad lo ha estado viviendo.

Los altos beneficios económicos que genera el secuestro de migrantes, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes han conllevado a que muchos de estos delitos y violaciones a los derechos humanos se hayan perpetrado por la colusión entre distintas autoridades estatales y organizaciones criminales. Más allá de los recursos económicos que obtienen las organizaciones criminales por los secuestros, extorsiones y robos en contra de migrantes, también es necesario tener en cuenta los beneficios que reciben estas organizaciones al obligar a los migrantes a transportar las drogas hasta Estados Unidos o por los trabajos forzados que obligan a realizar los migrantes que no pueden pagar por sus secuestros o los que son reclutados forzosamente. (Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (2013), p. 51).

Aparte de funcionarios públicos, los cuales se ven beneficiados con este tipo de actos ilícitos, también participan falsificadores de documentos de identidad, transportistas, guías, pasantes, por lo que es de gran dificultad para nuestro país el llegar a fondo y acabar con éstos grupos delictivos ya que se encuentran respaldados por las mismas autoridades y los grandes ingresos económicos que perciben, los cuales facilitan sus operaciones.

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